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San Miguel Arcángel: por qué se celebra el 29 de septiembre y qué significa esta fecha
Conocido como protector y defensor de la humanidad, San Miguel Arcángel es uno de los tres arcángeles mencionados en la Biblia y a quienes se rinde gratitud.
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Cada 29 de septiembre, la Iglesia católica celebra a San Miguel Arcángel, identificado como el jefe de los ejércitos celestiales, a quien se atribuye haber librado batalla contra Satanás. Esta conmemoración está dedicada a los arcángeles de Dios: San Gabriel, San Rafael y San Miguel, los únicos mencionados en la Biblia y que desempeñan un papel fundamental.
Según la doctrina católica, este arcángel dirige al ejército celestial y protege a la humanidad de las embestidas de Satanás, además de interceder ante Dios en su defensa, según detalla Vatican News.
Su papel será crucial en el juicio final, de acuerdo con la Biblia, ya que enfrentará al dragón (identificado en la liturgia como Lucifer). Su liderazgo se asocia con el significado de su nombre: “¡Quién como Dios!”
El padre Fernando Divassi destaca que la celebración de San Miguel Arcángel responde a que es uno de los seres espirituales que, según la tradición católica, sirve de cerca a Dios y mantiene un vínculo con la humanidad.
Cuatro oficios de San Miguel Arcángel
Más allá de su papel de protector, San Miguel tiene cuatro funciones, según detalla Aci Prensa:
- Pelear contra Satanás.
- Rescatar las almas de los fieles del poder del enemigo, especialmente en la hora de la muerte.
- Ser el campeón del pueblo de Dios: los judíos en la antigua Ley y los cristianos en el Nuevo Testamento. Por ello, fue patrón de la Iglesia y de órdenes de caballería durante la Edad Media.
- Llamar de la tierra y llevar las almas al juicio final.
Este simbolismo llevó a que, en Guatemala, San Miguel Arcángel fuera proclamado patrono del Ejército de Guatemala en 2006 por el cardenal Rodolfo Quezada Toruño, y reconocido como patrono de los ejércitos del mundo por ser considerado Príncipe de la Milicia Celestial, según el padre Divassi.
Tres celebraciones en una
Aunque el 29 de septiembre era tradicionalmente el día dedicado a San Miguel Arcángel, en 1969, bajo el pontificado del papa Pablo VI, se unificó la celebración de los tres arcángeles en esa fecha.
Anteriormente, San Gabriel era conmemorado el 25 de marzo; San Rafael, el 24 de octubre; y San Miguel, el 29 de septiembre. Desde entonces, la Iglesia católica celebra juntos a estos tres seres espirituales.
Arcángeles en la Biblia
El padre Fernando Divassi destaca que los tres arcángeles tienen menciones bíblicas que reflejan su relevancia:
San Miguel:
- Daniel 10,13
— “Pero el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; y he aquí, Miguel, uno de los príncipes más principales, vino para ayudarme, y yo quedé allí con los reyes de Persia.” - Daniel 10,21
— “Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad, y no hay nadie que me ayude contra ellos, sino Miguel, vuestro príncipe.” - Daniel 12,1
— “En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de pie por los hijos de tu pueblo…” - Apocalipsis 12, 7-9
— “Y hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón…”
San Gabriel:
- Lucas 1,19
— “Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte y a darte estas buenas nuevas.” - Lucas 1,26-27
— “El ángel Gabriel fue enviado por Dios a Nazaret, a una virgen… y el nombre de la virgen era María.”
San Rafael:
- Tobías 12,15
— “Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están delante del Señor…”
Rafael es considerado patrono de los viajeros, noviazgos y de quienes trabajan en el ámbito médico. Gabriel, por su parte, es patrono de los comunicadores, por haber sido el portador de las buenas noticias. Miguel es invocado como protector en las guerras.
Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes; y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.