“Más caro que el oro”: Guatemala y las barreras para acceder al lenacapavir, el medicamento que previene el VIH

“Más caro que el oro”: Guatemala y las barreras para acceder al lenacapavir, el medicamento que previene el VIH

¿Cuándo podría llegar el lenacapavir a Guatemala? Expertos comentan sobre las limitantes que enfrenta este medicamento para el país y que es una gran promesa de la ciencia para desaparecer casos futuros de VIH.

Enlace generado

Resumen Automático

17/07/2025 06:00
Fuente: Prensa Libre 

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) de Estados Unidos aprobó en junio del 2025 el primer tratamiento preventivo contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH): el lenacapavir, creado por la farmacéutica Gilead. Este se administra mediante una sola inyección semestral y fue recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado 16 de julio.

El fármaco demostró en ensayos clínicos una eficacia del 99.9% para evitar la infección del VIH por vía sexual, lo que representa un hito en la lucha contra el virus causante del sida.

La infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario; el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) representa la fase más avanzada de la enfermedad.

“Con solo una inyección cada seis meses, este avance científico podría transformar la prevención del VIH en América Latina”, indica un comunicado de la Fundación para la Salud del Sida (AHF, por sus siglas en inglés). Sin embargo, el acceso al medicamento aún es limitado y su costo, elevado.

Antes de profundizar en este punto, es importante conocer cómo está el panorama actual de la prevención. Debe aclararse que existen personas con VIH que deben tomar medicamentos para mantener una buena calidad de vida y evitar transmitir el virus, así como personas que no viven con la enfermedad y necesitan protegerse del contagio.

Una pastilla, condones y abstinencia

Un artículo publicado por The Conversation explica que las personas sin VIH pueden tomar medicamentos antirretrovirales para evitar la infección si se exponen al virus. Esta estrategia recibe el nombre de PrEP (profilaxis preexposición) y está indicada para quienes tienen mayor riesgo, es decir, personas con múltiples parejas sexuales y que no utilizan preservativo.

Desde el 2019, se ha consolidado como una herramienta clave de salud pública, aunque su eficacia depende de la adherencia, ya que hasta ahora requería tomar una pastilla diaria. “La llegada de nuevas opciones de larga duración podría cambiar este escenario”, menciona el artículo.

El médico Mario Enrique Antón, coordinador médico en AHF Guatemala, explica que, a raíz de ciertos cambios políticos a nivel mundial, especialmente por modificaciones en el programa de asistencia del gobierno de Estados Unidos, muchos esfuerzos de prevención del VIH se han visto gravemente afectados. “Esto, sin duda, tendrá un impacto a mediano plazo, ya que la reducción de programas preventivos podría traducirse en un aumento de nuevos casos. En Guatemala también estamos viendo estas consecuencias. Se han limitado muchos esfuerzos de prevención, lo cual es preocupante si consideramos que el VIH es una enfermedad crónica que, si bien no tiene cura, puede ser tratada eficazmente para que las personas tengan una buena calidad de vida”, agrega Antón.

Antón señala que el método más utilizado y efectivo ha sido el condón o preservativo. “A pesar de los años, sigue siendo una herramienta útil como método de barrera para evitar la transmisión del virus. Otra medida importante es el tratamiento de las personas que ya viven con VIH. Se ha demostrado que una persona en tratamiento, con carga viral suprimida o indetectable, no transmite el virus. Es decir, el mismo tratamiento actúa como una forma de prevención”, destaca.

Obra de concienciación sobre el VIH en la tercera edición de Arte Positivo, una iniciativa impulsada por Cesida (Coordinadora estatal de VIH y sida) para visibilizar a las personas con VIH y eliminar estigmas sociales relacionados con esta enfermedad. (Foto Prensa Libre: EFE)

También menciona la PrEP, que consiste en el uso diario de medicamentos por parte de personas que no tienen VIH pero están en alto riesgo. En Guatemala comenzó a utilizarse hace unos tres o cuatro años y ha sido avalada por la Organización Panamericana de la Salud. Sin embargo, debido a la actual crisis de financiamiento, muchas personas han perdido el acceso a la PrEP, aclara.

“Más allá de estas opciones, existen estrategias menos convencionales, como la promoción de cambios como la reducción de conductas de riesgo —abstinencia, por ejemplo—”, añade Antón.

Por ahora, José Baktun, secretario de Conasida, el cual integra una mesa multisectorial en el país comenta que para el 2025 promueven una campaña de prevención con enfoque en derechos humanos.

El médico Eduardo Arathoon Pérez, internista y especialista en enfermedades infecciosas, comenta que en su clínica recibe a cerca de cinco mil pacientes con VIH, y que en el país existen aproximadamente 19 clínicas que atienden a personas que viven con la enfermedad.

En el caso de Arathoon, explica que ha habido desabastecimientos de medicamentos, aunque en menor cantidad en comparación con gobiernos pasados. “Falta mucho por hacer. La gestión sigue siendo deficiente en muchos aspectos”, afirma.

¿Qué se conoce hasta ahora sobre lenacapavir?


Antón explica que Lenacapavir es un medicamento relativamente nuevo de Gilead, una compañía biotecnológica estadounidense. Tiene apenas un par de años de haber sido lanzado en países desarrollados. Su principal característica es que se administra por inyección y su efecto dura seis meses.

“Representa una gran ventaja respecto a otros tratamientos antirretrovirales que deben tomarse a diario o inyectarse mensualmente. Esta duración mejora significativamente la adherencia (permanencia) al tratamiento, uno de los grandes desafíos en el manejo del VIH”, comenta.

“Lenacapavir ha demostrado una alta eficacia tanto en el tratamiento de personas que ya tienen VIH —especialmente aquellas que han desarrollado resistencia a otros medicamentos— como en la prevención de la infección. De hecho, estudios muestran que puede prevenir hasta un 99.9 % de nuevas infecciones”, agrega el médico.

Como con todo medicamento nuevo, existen estudios en curso y se consideran efectos secundarios, agrega el galeno, “sin embargo, los ensayos realizados en mujeres, adolescentes, hombres que tienen sexo con hombres y personas trans han sido muy prometedores”, aclara.

La ciencia avanza en la prevención de enfermedades como VIH. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Lenacapavir se presenta tanto en tabletas como en inyección. El tratamiento suele comenzar combinando ambas presentaciones, y luego se mantiene con la inyección semestral.

Gilead ya investiga una versión de lenacapavir intramuscular que se aplique una sola vez al año, y se exploran opciones de autoinyección, similares a la insulina, para facilitar su uso en zonas con menor acceso sanitario.

Un movimiento pide firmas para que el medicamento llegue a Guatemala

A pesar del avance científico que representa el lenacapavir, su acceso global está en riesgo debido a decisiones políticas y financieras. La interrupción de fondos del Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (Pepfar, en inglés) y los recortes al Fondo Mundial han dejado sin respaldo económico a los principales mecanismos que podrían financiar esta innovación en países como Guatemala.

“Hace apenas unos días, la OMS publicó guías para su uso en poblaciones específicas. Sin embargo, el gran problema es su costo: hablamos de varios miles de dólares al año por paciente, lo que lo hace inaccesible para muchos países”, señala el médico Mario Enrique Antón.

El problema es su precio: más de 40 mil dólares al año por persona (más de Q308 mil), mientras que producirlo cuesta menos de 100 (aproximadamente Q770). La sociedad civil ya trabaja junto a gobiernos y aliados para buscar soluciones, como fortalecer regulaciones, producir localmente y facilitar la llegada de versiones más asequibles. Lenacapavir puede ser clave para reducir nuevas infecciones, pero solo si logramos que sea accesible para quienes más lo necesitan. La innovación médica debe ser un derecho, no un privilegio”, afirma la campaña de AHF titulada Lenacapavir, más caro que el oro, que incluye un enlace para firmar peticiones dirigidas a facilitar el ingreso del medicamento a Guatemala y otros países de América Latina. Está disponible en ahfguatemala.org.gt/toma-accion.

Pantallazo de la campaña que busca firmas para lograr acuerdos que permitan que lenacapavir sea más accesible. (Foto Prensa Libre: AHF Guatemala)

Antón mantiene una postura esperanzadora: “Hemos vivido una experiencia similar con otro medicamento llamado dolutegravir, un antirretroviral utilizado para tratar la infección por VIH. Cuando llegó a Guatemala hace unos años, su costo era altísimo y su uso, muy limitado. Sin embargo, gracias a presiones políticas e intervenciones internacionales, se logró que se produjera una versión genérica, y hoy es el medicamento de elección para el tratamiento del VIH en el país”, explica.

“Lenacapavir quedó fuera del alcance de América Latina tras un acuerdo de precios entre la farmacéutica Gilead Sciences y el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria”, según advirtió a EFE el abogado mexicano José Antonio Matus.

“Grande fue la sorpresa en el sentido de que América Latina está excluida de este acuerdo. No hay un acceso equitativo para los países de Latinoamérica a estos tratamientos innovadores”, señaló Matus, coordinador de abogados de AHF.

Así, países como México, Brasil, Colombia, Guatemala y Perú deberán negociar de forma individual la adquisición del tratamiento de acción prolongada, lo que aumenta su costo.

Al cierre de esta edición, el Ministerio de Salud de Guatemala no se ha pronunciado sobre si existe un protocolo para gestionar el ingreso del lenacapavir, aunque se envió una solicitud de información.

La evolución del VIH

Saúl Paaú Maaz, director regional de Centroamérica y gerente de Programas de País para Guatemala en AHF —organización que trabaja en el país desde los años 80— considera que nunca antes la ciencia había avanzado tanto en relación con el VIH y el sida. “Buscábamos que, al menos, las personas que vivían con ese problema tuvieran una muerte digna, pero con el tiempo avanzó tanto la enfermedad como los conocimientos. Empezamos a tratar a las personas e impulsamos procesos para la educación y prevención del VIH”, señala. No obstante, también aclara que, actualmente, muchas personas han perdido los cuidados, y la enfermedad sigue propagándose.

En la región, esta entidad apoya a 32 mil pacientes en Panamá, El Salvador y Guatemala. En el caso de Guatemala, se brinda apoyo a 10 clínicas nacionales especializadas en VIH, anexas a hospitales públicos. “Nosotros y nuestras alianzas buscamos orientar a los pacientes para que se mantengan en sus tratamientos, y también procuramos apoyo para huérfanos, madres, viudas y personas que han perdido su empleo y no tienen cómo pagar el transporte, el almuerzo o un estudio de laboratorio. Nosotros complementamos esos pagos; eso es lo que ofrecemos a nivel de las clínicas en Guatemala”, explica el director.