Leyendas de Semana Santa: ¿Por quién doblan las campanas?

Leyendas de Semana Santa: ¿Por quién doblan las campanas?

“¿Por quién doblan las campanas?” es una leyenda de Semana Santa que entremezcla las tradiciones religiosas con la muerte y otros elementos culturales.

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08/04/2025 05:57
Fuente: Prensa Libre 

En voz de Héctor Gaitán, una de las leyendas de Semana Santa que se narran en Guatemala es ¿Por quién doblan las campanas?, una leyenda que, como muchas otras en su género, cuenta con diversas versiones.

Gaitán narra la historia que inicia en un ambiente extremadamente caluroso: “Como lava candente, iba invadiendo tejados, calles y callejones de aquella ciudad que cabía en una mano apenas, y por una esquina se asomaba parsimoniosamente una carreta de bueyes con su cargamento”, cuenta el escritor.

La historia prosigue cuando el reloj del templo marcaba las 15.30 horas. Los muchachos asistían a recibir la doctrina religiosa mientras doblaban las campanas. Ellos sabían que, cuando esto ocurría, significaba que alguien había partido para siempre.

Ese día se trataba de don Macario, un carpintero que había muerto de repente. Comentaban que apenas le habían visto por la tarde. Finalmente, había llegado el día en que ellos recibirían su Primera Comunión.

Mientras comían tamales y bebían chocolate, entró el padre Jovita, muy querido por el vecindario: “Con una sonrisa franca saludó a todos los patojos y a mí me guiñó el ojo”, menciona Gaitán en su narración.

Iglesia Guatemala
Los dobles de campanas pueden simbolizar el fallecimiento de una persona en muchos pueblos de Guatemala. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

El padre Jovita explicó que las campanas se tocaban a los muertos para demostrar públicamente que un cristiano había fallecido y como invitación para que los amigos y familiares del difunto asistieran a la misa de cuerpo presente.

“Me fui a laborar a una empresa y me cambié de barrio. De vez en cuando me asomaba por mi viejo barrio, por mi vieja querencia, y saludaba a los muchachos. Pero estos, a la vez, también iban dejando al querido y viejo barrio. Llegó el momento en que había gente completamente desconocida y poco comunicativa. Pero cuando me sentía nostálgico me iba en las tardes a visitar mi antiguo barrio”, prosigue Gaitán.

Luego, Gaitán cuenta que, al estar ahí, pudo divisar a lo lejos la carreta de bueyes caminando lentamente y escuchar el silbido lerdo del afilador de cuchillos. Aquel ambiente le hizo regresar a su niñez. En ese instante, vio cómo el padre Jovita avanzaba hacia donde estaba. Según la narración, el párroco sonrió a lo lejos, intercambiaron un abrazo, pero de pronto se escuchó el sonido de unas campanas que doblaban.

Cuando le preguntó al párroco por quién doblaban las campanas, el padre Jovita únicamente sonrió y elevó la vista hacia el campanario, diciendo: “No preguntes cosas. Vamos a la iglesia. Hay que rezar por el cristiano que se fue”.

Al llegar a la iglesia, era evidente la ausencia del padre Jovita. El sacerdote a cargo de la misa era un desconocido. Antes de iniciar, el nuevo padre exclamó:

“Queridos hermanos, esta misa es en sufragio por el alma del querido y recordado padre Jovita, quien la semana pasada falleció en España”. Las palabras del sacerdote se apagaron por el doble de las campanas. En ese momento, cuenta la leyenda, fue el instante en el que el padre Jovita se había despedido.

por quien doblan las campanas
Una de las leyendas de Semana Santa en Guatemala es “¿Por quién doblan las campanas?”, la cual fusiona lo religioso con otro tipo de creencias. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Historia de ¿Por quién doblan las campanas?

Además de la versión de Gaitán, existe otra leyenda con el mismo nombre, proveniente de Guazacapán, Santa Rosa. En ambas narraciones predomina un elemento clave: el doble de campanas como indicador de que una persona no regresará.

Carlos Zeceña, actor, director y escritor guatemalteco, menciona que Guazacapán se caracteriza por su sincretismo religioso, ya que hay muchas creencias relacionadas con encantamientos y otros elementos similares.

De acuerdo con Zeceña, en Guazacapán existe un cerro conocido porque cada vez que dobla una campana en sus cercanías, esto representa un mal augurio, ya que alguna persona que se encuentra en ese lugar no retornará jamás.

Asimismo, se cuenta que en dicho lugar una única persona logró regresar, quien se había ido a los seis años y volvió a los 40, de acuerdo con la tradición oral del lugar.

Zeceña añade que la leyenda no tiene temporalidad, ya que es una historia que persiste en el municipio porque aún se cree que, al escuchar el sonido de las campanas que doblan, una persona está próxima a desaparecer. El escritor señala que en estos pueblos historias como esta han sobrevivido gracias a la tradición oral.

Según información de la biblioteca digital de la Universidad Francisco Marroquín, una de las versiones de esta leyenda se encuentra en la obra Leyendas regionales de Chiquimulilla, Guazacapán y Taxisco, escrita por Herlindo Villegas Orantes.

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Taxisco
En varios municipios de Santa Rosa se ha difundido una de las versiones de esta leyenda. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera)

Simbología religiosa de los dobles de campanas

El historiador guatemalteco Fernando Urquizú explica que los toques de campanas se han convertido en un lenguaje colectivo bastante ligado a la cultura de los pueblos. El profesional menciona que hay dos clases de toques: los repiques, que se asocian a celebraciones, y los dobles, que se relacionan con la muerte de alguna persona.

En el caso de los dobles de las campanas, se han convertido en un elemento presente en nuestra tradición oral en relatos como ¿Por quién doblan las campanas? y La campana difunta, texto que aparece en Leyendas de Guatemala, de Miguel Ángel Asturias.

Urquizú hace referencia a los dobles de campanas que se escucharon el día que falleció el papa Pablo VI, ya que resonaron en las iglesias guatemaltecas. El profesional añade que, en otras épocas, también se utilizaban estos toques para comunicar la muerte de alguna autoridad eclesiástica:

“En la época de la dominación española, solían doblarse las campanas cuando moría el obispo, arzobispo o presidente de la Real Audiencia. Por eso, se hacía la pregunta: ¿Por quién doblan las campanas?”, menciona el historiador.

Otro dato curioso sobre los dobles de campanas en la historia de nuestro país es que en la torre norte de la iglesia de Santo Domingo de la Nueva Guatemala solían tocarse las campanas a las 12 horas del Viernes Santo para conmemorar que Cristo ya se encontraba pendiendo de la cruz.

En esa época se guardaba silencio y luto en esos momentos como parte de la tradición. Este tipo de prácticas religiosas explican la razón por la cual se asocia el doble de las campanas con los fallecimientos, un elemento que persiste a través de ciertas leyendas y también como parte del imaginario colectivo en nuestro país.