La plutocracia, el Cacif y la democracia

La plutocracia, el Cacif y la democracia

Me preocupa el bienestar de toda la población y la economía de un país que quiere ser democrático.

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Resumen Automático

20/11/2025 00:04
Fuente: Prensa Libre 

La plutocracia se refiere a un sistema donde los más ricos de una sociedad tienen el control y ejercen influencia en el gobierno, como en Guatemala lo ha tenido el Cacif y sus antecesores históricamente. No soy la primera en decirlo ni seré la última, y cada vez se suman más voces de quienes saben ver hacia el futuro y anhelar una democracia. Como la voz del plutócrata Nick Hanauer, que, fuera de cualquier discurso moral, le habló a otros como él y dijo que lo que veía a futuro eran “horcas, turbas enojadas de horcas” porque “mientras los plutócratas vivimos más allá de los sueños de avaricia, el otro 99% de nuestros conciudadanos están cayendo cada vez más”.

El problema es que hoy la desigualdad está en sus máximos históricos, y empeorando.

“Probablemente no me conozcan, pero soy de ese 1% que escuchan y leen por allí y bajo cualquier definición razonable, soy un plutócrata. (…) Como la mayoría de plutócratas, también soy un capitalista orgulloso y sin complejos. He fundado, cofundado o financiado más de 30 empresas en varias industrias. Fui el primer inversor no familiar en Amazon.com, cofundé una empresa llamada Quantive, que vendimos a Microsoft en USD6,400 millones. Con mis amigos tenemos un banco. (…) Les cuento esto, para mostrarles que mi vida es como la de la mayoría de plutócratas. Tengo una perspectiva amplia sobre el capitalismo y los negocios y he sido recompensado obscenamente por eso, con una vida que la mayoría de ustedes no puede ni imaginar: varias casas, un yate, mi propio avión, etc… Pero seamos honestos: no soy la persona más inteligente que hayan conocido, desde luego tampoco soy el que más trabaja, fui un estudiante mediocre, no soy para nada técnico, no sé escribir ni una línea de código. En verdad, mi éxito es consecuencia de una suerte espectacular de cuna, de circunstancias y de actuar a tiempo. Pero soy bastante bueno para un par de cosas: una, es que tengo tolerancia inusualmente alta al riesgo y la otra es que (…) tengo buena intuición para lo que ocurrirá en el futuro”.

Hanauer dice que, de no haber sido por la suerte, él habría sido un niño vendiendo fruta en cualquier calle del mundo. Señala que, de continuar esta tendencia estúpida y autodestructiva de aumentar la desigualdad y concentrar el dinero, el bienestar y el poder en pocas manos en EE. UU., el 1% más rico tendrá más del 30% de la renta nacional en otros 30 años, mientras que el 50% tendrá solo el 6% en los próximos 30 años. El problema no es tener alguna desigualdad, dice él, porque una dosis de desigualdad es básica para una democracia capitalista de alto rendimiento. El problema es que hoy la desigualdad está en sus máximos históricos, y empeorando. Esto es un riesgo, porque se puede pasar de una democracia capitalista a una sociedad rentista neofeudal, como la del siglo XVIII en Francia, antes de la Revolución y las “turbas de horcas”.

Por ello, les envía un mensaje a sus amigos plutócratas y a todos los que viven en una burbuja: “Despierten. No puede durar. Porque si no hacemos algo para corregir las desigualdades económicas evidentes en nuestra sociedad, las horcas vendrán hacia nosotros, porque ninguna sociedad libre y abierta puede soportar por mucho tiempo este aumento de la desigualdad económica. Nunca ha ocurrido. No hay ejemplos. Muéstrenme una sociedad altamente desigual y les mostraré un Estado policial o un levantamiento. (…) No es cuestión de si ocurrirá sino de cuándo ocurrirá”. Les recomiendo ver más de esto en https://m.youtube.com/watch?v=m-SP4qPvL1o

Personalmente, no son las turbas de horcas que irán tras los plutócratas ortodoxos las que me preocupan; serían las consecuencias naturales de sus actos. Me preocupa el bienestar de toda la población y la economía de un país que quiere ser democrático. Me preocupa cómo se aferra una parte de nuestras élites a la idea económica neoclásica y a la teoría del derrame que nunca se derramó. La economía, como la democracia, son ecosistemas interdependientes y complejos que necesitan pensarse bien y gestionarse bien.

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