Erradicar la desnutrición crónica infantil debe ser una prioridad
“Los niños y niñas malnutridos son el gran fracaso de nuestro país. Son ni más ni menos que el espejo que nos muestra nuestro rostro más terrible. Una realidad que no podemos negar. Tenemos altos índices de desnutrición crónica, condenamos a la muerte, a la incapacidad mental a nuestros niños. Pues bien, ellos son el […]
“Los niños y niñas malnutridos son el gran fracaso de nuestro país. Son ni más ni menos que el espejo que nos muestra nuestro rostro más terrible. Una realidad que no podemos negar. Tenemos altos índices de desnutrición crónica, condenamos a la muerte, a la incapacidad mental a nuestros niños. Pues bien, ellos son el primer objetivo de este gobierno por los próximos 4 años, ellos son el auténtico compromiso del Estado, ellos son mi faro y mi guía. Esto es personal, no me voy a detener hasta que acabemos con esta desnutrición de nuestros niños.”
La cita anterior es un extracto del discurso de toma de posesión del mitómano expresidente Alejandro Giammattei. Quedó claro que esta fue, sin lugar a duda, la más deleznable de sus mentiras, de las promesas de campaña que no cumplió, y que nunca tuvo intención de cumplir. Su “gran cruzada nacional por la nutrición” es fiel reflejo de su sonoro fracaso en combatir la desnutrición crónica infantil, ese perenne mal que azota a uno de cada dos niños guatemaltecos, limitando sus capacidades de desarrollo físico y mental por no recibir una nutrición adecuada en la ventana de los 1,000 días.
Proyectos financiados y ejecutados por fundaciones privadas, como “Guatemaltecos por la nutrición”, han tenido un impacto mucho mayor que la “gran” cruzada (gran farsa es una mejor descripción) del expresidente postulado por el partido Vamos. Estos proyectos privados son muy importantes y suplen, de momento, la gorda obligación del Estado de Guatemala de erradicar, por medio de programas bien estructurados que trasciendan gobiernos, la desnutrición crónica infantil en el país.
Lamentablemente, el actual gobierno va en el mismo camino que el de Giammattei, “formulando” planes para luego lanzar un muy publicitado, pero seguramente poco efectivo, plan contra la desnutrición. En diferentes medios se han visto las publicitadas “reuniones” con la SESAN (Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional), el MSPAS (Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social), entre otras, para “discutir” el tema de la desnutrición crónica infantil.
En la década de los 60 del siglo pasado, en Chile, casi dos de cada tres niños padecían desnutrición crónica infantil. Fueron los esfuerzos de un grupo de pediatras encabezados por el doctor Fernando Mönckeberg, los que lograron erradicarla en la década de los 80, ya bajo el mando del gobierno de Pinochet. El logro principal de este programa fue volverlo política de Estado para que trascendiera gobiernos, involucrando a las comunidades para ejercer presión sobre políticos y gobiernos locales. En el siguiente link se puede ver un resumen de dichos programas puestos en marcha en Chile por el Dr. Mönckeberg. https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182003030100002
Si este gobierno quiere hacer algo en la dirección correcta, debería sentar las bases legales, sociales y presupuestarias para que la erradicación de la desnutrición crónica se vuelva una política de Estado y así ponerle fin a este mal que condena a nuestra niñez.