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El lobo terrible: la empresa Colossal Biosciences revive un aullido que se apagó hace miles de años
Los animales desextintos vivirán en una reserva en el norte de EE. UU., bajo vigilancia las 24 horas, mientras la empresa busca aplicar esta tecnología para salvar otras especies en peligro de extinción.
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Hace más de diez mil millones de años, en una amplia zona del continente americano que se extendía desde el sur de Venezuela hasta el norte de Canadá, deambulaba una especie de lobos.
No se trataba de cualquier lobo, sino de lobos terribles: criaturas robustas, un 25% más grandes que sus parientes, los lobos grises, con mandíbulas capaces de triturar huesos y una presencia que dominaba los paisajes del Pleistoceno.
Hasta que desaparecieron, víctimas de un mundo en transformación… O eso se creía, ya que esta semana el eco de su aullido volvió a escucharse.
“Están escuchando el primer aullido de un lobo huargo en más de diez mil años. Te presentamos a Rómulo y Remo, los primeros animales extinguidos del mundo, nacidos el 1 de octubre de 2024”, escribió la empresa Colossal Biosciences en su cuenta de X.
SOUND ON. You’re hearing the first howl of a dire wolf in over 10,000 years. Meet Romulus and Remus—the world’s first de-extinct animals, born on October 1, 2024.
— Colossal Biosciences® (@colossal) April 7, 2025
The dire wolf has been extinct for over 10,000 years. These two wolves were brought back from extinction using… pic.twitter.com/wY4rdOVFRH
Aunque en ese primer video solo se presentan Rómulo y Remo, existe un tercer lobo que se unió a ellos en enero de 2025: Khaleesi, nombrada en honor a la Madre de Dragones de la serie Game of Thrones, quien recordó a la humanidad la existencia de estos animales.
Los hermanos son los primeros lobos terribles “resucitados” mediante edición genética y, según indicó la empresa en otra publicación, “marca un hito importante no solo para nuestra empresa, sino para la ciencia, la conservación y la humanidad”.
De mitos y ADN antiguo
El proyecto, que se había mantenido en secreto hasta ahora, combinó tecnología de vanguardia con fragmentos de ADN recuperados de fósiles: un diente de 13 mil años hallado en Ohio y un hueso del oído interno de 72 mil años de antigüedad encontrado en Idaho.
“Tomar un diente milenario y crear cachorros es como un poco de magia”, admitió Ben Lamm, director ejecutivo y cofundador de Colossal, al medio estadounidense Dallas News.
Los científicos utilizaron como base genética a los lobos grises —que comparten el 99.5% de su ADN con los lobos terribles— y realizaron 20 ediciones precisas en 14 genes para replicar características clave: un pelaje más claro, mayor musculatura y adaptaciones al frío.
Los embriones se implantaron en perras domésticas, y el resultado fueron tres cachorros que, aunque no son clones perfectos, encarnan el fenotipo del extinto depredador.
“Si se parecen a este animal, entonces son el animal”, defendió Beth Shapiro, directora científica de Colossal, en una entrevista con The New Scientist.
Sin embargo, la comunidad científica debate si esto constituye una verdadera “desextinción”. Adam Boyko, genetista de la Universidad de Cornell, señaló al New York Times que, sin manadas salvajes que les enseñen su comportamiento ancestral, estos lobos serán “versiones funcionales, pero no idénticas”
We’re Colossal Biosciences, the de-extinction company responsible for bringing back the first animals from extinction. Our dire wolf pups, Romulus and Remus, were born on October 1, 2024. Watch these pups grow up on our YouTube channel. Link in bio.
— Colossal Biosciences® (@colossal) April 7, 2025
These two wolves were… pic.twitter.com/hbk1wFQ3lf
Entre la ciencia y la cultura
Para Colossal, resucitar al lobo terrible también tiene un valor ecológico y cultural. La empresa colaboró con comunidades nativas americanas, como la Nación Mandan, Hidatsa y Arikara, para quienes el lobo es un símbolo sagrado. “Es un animal estadounidense, y nosotros somos una empresa estadounidense”, destacó Lamm.
Los cachorros vivirán en una reserva en el norte de EE. UU., con vigilancia las 24 horas. “Nunca serán liberados en la naturaleza”, aclaró Matt James, director de animales de Colossal, al Dallas News.
Pero el objetivo a largo plazo es claro: usar esta tecnología para salvar especies al borde de la extinción, como el lobo rojo, del que ya han logrado crías mediante clonación no invasiva.
Mientras algunos celebran el avance, otros cuestionan sus límites éticos y científicos. Pero como escribió Colossal en su cuenta de X: “Queda mucho trabajo por delante, pero este momento redefine lo que es posible para el futuro del planeta”, esto debido a que la empresa busca traer de vuelta otras especies perdidas, como el mamut lanudo o el tigre de Tasmania.