Las autoridades mantienen la expectativa de que finalmente no se apruebe el impuesto a las remesas familiares enviadas desde Estados Unidos, aunque diversos sectores consideran difícil que se revierta la decisión, que ya comenzó a ser aprobada en ese país.

La semana pasada, la Cámara Baja de Estados Unidos aprobó una ley en materia fiscal que, entre otras disposiciones, establece un impuesto de 3.5% sobre las remesas familiares enviadas por migrantes desde ese país.

El presidente de la República, Bernardo Arévalo, informó el lunes 26 de mayo que envió una carta a las autoridades de Estados Unidos con la intención de reducir o eliminar el posible impuesto sobre las remesas familiares.

El mandatario afirmó que se realizan gestiones ante las autoridades estadounidenses para reducir o eliminar el posible impacto de estas medidas. En conferencia expresó a los migrantes que no están solos.

Indicó que en esa misiva dirigida a la Cámara de Representantes, el Gobierno de Guatemala manifestó que la creación del impuesto agravaría las ramificaciones sociales que actualmente se intentan combatir, entre ellas la pobreza, el crimen organizado, el narcotráfico y la migración irregular. Agregó que comprenden los esfuerzos de la actual administración del Gobierno de Estados Unidos y del Congreso de ese país por promover el desarrollo económico, fomentar el empleo local y aumentar la recaudación fiscal.

Expresó que comprenden el “enorme sacrificio” de quienes viven lejos de su tierra, y que las remesas no son solo una cifra, sino el fruto del trabajo de millones de guatemaltecos que contribuyen a la economía de sus comunidades, lo cual incide en el desarrollo y el futuro del país.

La medida sería contraproducente a los esfuerzos conjuntos que los gobiernos de Guatemala y Estados Unidos impulsan para regular la migración, garantizar un retorno sostenible y combatir las redes de trata de personas y el crimen organizado, señaló el presidente, al afirmar que observan “con profunda preocupación” el anuncio del posible impuesto.

Opiniones

Jorge Benavides, analista de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), explicó que la decisión de aplicar un impuesto de 3.5% sobre las remesas enviadas por personas no ciudadanas en Estados Unidos está respaldada por la aprobación en el Congreso de la propuesta del presidente Donald Trump, aspecto que considera determinante para su probable entrada en vigor.

Benavides afirmó que la implementación de esta disposición busca no solo desincentivar la migración irregular y reducir el número de migrantes irregulares en Estados Unidos, sino también aumentar los ingresos fiscales para compensar los desbalances ocasionados por otras medidas, como exenciones tributarias y la implementación de becas para jóvenes.

Tomando en cuenta estos factores, Benavides consideró muy poco probable que una carta proveniente de Guatemala influya en la votación del Senado, donde el Partido Republicano también tiene mayoría.

Agregó que el impuesto tendrá repercusiones en Guatemala y que será necesario adoptar medidas internas, como incrementar la inversión y mejorar la ejecución presupuestaria.

Según el informe “Desafíos ante la Migración del Talento en Estados Unidos, México y Guatemala”, elaborado por Benavides como consultor de la OIT, se identifican cinco puntos clave sobre el uso de las remesas:

• El consumo representa el principal destino de las remesas, con un 42.8%, especialmente en alimentos y alquileres.
• El ahorro canaliza el 29.3% del uso de las remesas.
• Un 14.6% se destina a negocios y emprendimientos, que incluyen contratación de personal y adquisición de materias primas.
• El 12.6% se utiliza en salud y educación. Esto habría representado en 2024 alrededor de US$2,700 millones.
• En promedio, un guatemalteco en EE. UU. envía entre US$750 y US$780 mensuales en remesas. Su ingreso restante le sirve para cubrir su costo de vida, estimado en US$1,465 mensuales, y para abonar a la deuda con el coyote.

El analista concluyó que un impuesto como el propuesto afectaría sobre todo el rubro de ahorro e inversión, ya que el consumo es la categoría prioritaria en los hogares.

Distribución del uso de remesas:

• Ahorro e inversión (29.3%): incluye vivienda, compra de activos e inversiones.
• Consumo del hogar (43.8%): alimentos, alquileres, transporte, entre otros.

Amador Carballido, director general de Agexport, explicó que respecto a los aranceles del 10% a las importaciones y al impuesto a las remesas, el primero ofrece mayores posibilidades de negociación debido a que se trata de un impuesto externo, y existe un Tratado de Libre Comercio con reciprocidad arancelaria cero. En el caso de las remesas, consideró que el escenario es más complejo por tratarse de un impuesto interno. También opinó que la reacción ante el impuesto fue tardía.

Los Republicanos en Estados Unidos buscaban crear un impuesto de 5% para envío de remesas, como parte de un proyecto más amplio de bajar ciertos impuestos y modificar otros programas, incluyendo un nuevo impuesto a las remesas. La Cámara Baja aprobó el proyecto pero con tasa de 3.5%.

Según Adolfo Lacs, dirigente sindical, explicó que este sector enviará una carta al USTR solicitando que se eliminen los aranceles del 10% a las importaciones provenientes desde Guatemala, para proteger los empleos, pero indicó que en el caso del impuesto a las remesas es diferente ya que el proyecto está en el Congreso y habría que hablar con cada diputado. Según Lacs el proyecto inicial era una tasa de 10%, luego lo bajaron a 5%, y ahora la Cámara Baja lo dejó en 3.5%, con lo cual, indica el dirigente será un impacto a los migrantes pero menor respecto de las tasas iniciales. El proyecto está pendiente de continuar su proceso de aprobación

Con información de Lesly Sánchez y Óscar García.