El error y la negligencia médica no es lo mismo

El error y la negligencia médica no es lo mismo

  El error médico El error médico como concepto y como hecho tiene su historia. Es tan viejo como la humanidad. De hecho, el control de las enfermedades fue aprendido a base de ensayo-error y desde los primeros tratados de la medicina que datan de antes de Cristo, las grandes civilizaciones en sus tratados hablan […]
20/03/2023 13:18
Fuente: La Hora 

 

El error médico

El error médico como concepto y como hecho tiene su historia. Es tan viejo como la humanidad. De hecho, el control de las enfermedades fue aprendido a base de ensayo-error y desde los primeros tratados de la medicina que datan de antes de Cristo, las grandes civilizaciones en sus tratados hablan y legislan sobre él. La mala práctica como problema social, también tiene sus raíces en los tratados antiguos. El código de Hammurabi, ya habla de sanciones al respecto. En época moderna, en 1775, un jurista inglés de nombre Sir William Blackstone, dentro del libro de principios legales de las Leyes inglesas que escribió, hace referencia a “Mala Praxis”, que define como: “negligencia o mala gestión de un médico o cirujano”. La palabra moderna “negligencia médica” se deriva de este término. Por consiguiente, debemos tener claro que entre negligencia y error debe existir diferencias.

Error médico: el problema de su definición y contenidos

Es prudente entender que no existe consenso sobre una definición unificada de lo que constituye un error médico. Una revisión sistemática realizada en el 2010 mostró 26 definiciones. Una definición relativamente concisa describe un error médico como «una falla en el proceso de tratamiento que conduce o tiene el potencial de provocar una lesión en el paciente». Por supuesto que esa falla, puede tener el diagnóstico como su inicio.

El error médico, definido como un efecto adverso después de un tratamiento aplicado, se basa en factores que provocan que este se dé. Factores que va más allá de algo mal echo en un momento como: la incompetencia del personal médico, falta de educación o experiencia, letra ilegible, barreras del idioma, documentación inexacta, negligencia grave, fatiga y que también tiene que ver con procesos administrativos, calidad de recursos y disponibilidad de estos. También cabe considerar que hay tipos diferentes de errores: desde errores de medicación, diagnósticos erróneos, tratamientos incompletos o sobre tratamientos y accidentes quirúrgicos. Los errores médicos, igualmente están asociados con hechos propios del paciente, como la edad extrema, nuevos procedimientos, el estado de emergencia y la gravedad de la condición médica que se está tratando. Poco se habla sobre delitos como el tráfico de órganos, chantaje de las farmacéuticas, cobros indebidos, que más bien se pueden tipificar dentro de la negligencia.

Tome en cuenta en su apreciación lo siguiente:

Un error médico es simplemente un error o un paso en falso en el tratamiento de la condición de un paciente. Eso necesita de un poco más de explicación.

⦁ En primer lugar: cada condición médica o enfermedad conocida, tiene un estándar de atención o un nivel mínimo de tratamiento. Si el profesional médico cumple con este estándar, pero aun así comete un error debido a un evento inesperado o factores atípicos de organización y funcionamiento del cuerpo del paciente, podemos hablar de un error y no de una negligencia médica.

⦁ Muchas condiciones patológicas y enfermedades, tienen síntomas comunes, y los errores durante los procesos de diagnóstico y análisis de laboratorio, pueden conducir a indicaciones de tratamientos que perjudiquen al paciente y la evolución de la enfermedad.

⦁ Finalmente, la línea divisoria entre el error médico y la negligencia médica, la delimitan conductas humanas, condiciones y recursos para lograr una atención médica de calidad.

Dado que la medicina es un campo con muchos elementos que pueden influir en la obtención de un diagnóstico y en el inicio de un correcto tratamiento, es comprensible que el número de errores médicos –en ocasiones con resultado de muerte– haya aumentado considerablemente de una época a otra. Si en 1999 en EE. UU. se estimaron 98,000 muertes por errores médicos, en 2010 hubo 180,000. El estudio de 2013 sugería que las cifras oscilan entre 210,000 y 440,000 muertes al año por errores médicos.

Entonces debemos tener claro que:

Las posibles causas de los errores médicos son múltiples

Con frecuencia establecer un diagnóstico correcto puede ser difícil ya sea por falta de atención médica (burn-out), falta de experiencia médica, falta de exámenes clínicos y paraclínicos. El error en el diagnóstico puede darse. Un diagnóstico incorrecto, puede conducir a un tratamiento innecesario o dañino, porque la verdadera enfermedad del paciente no se tratará de inmediato, lo que prolongará el sufrimiento del paciente.

Otro error común es prescribir el medicamento no indicado; prescribir la dosis incorrecta o no consentir en las interacciones medicamentosas, que puede tener efectos nocivos para el paciente. Los que recetan y los que cuidan pacientes, deben considerar cuidadosamente lo anterior. Por ejemplo, el historial médico de un paciente, resulta de mucha utilidad para rastrear alergias y combinaciones de medicamentos potencialmente dañinas antes de administrar medicamentos. Si no lo hacen o si la información se deja fuera de la tabla de un paciente, las consecuencias pueden ser muy graves. En los EE. UU., anualmente, entre 500,000 y 800,000 de estos errores de medicación son registrados, con o sin consecuencias graves.

La tecnología utilizada en la terapia, a veces puede ser la causa de errores médicos. A menudo, un error médico no es un error en absoluto, sino el resultado de un dispositivo médico inseguro. En esta situación, podemos hablar de un error de hecho que es consecuencia de una imperfección de la ciencia médica en ese momento o de una reactividad particular del paciente. Este tipo de error ocurre durante el ejercicio de la profesión médica, incluso si se observan las reglas estándar de conducta profesional. Cualquiera colocado en las mismas condiciones de trabajo, puede cometer un error de facto. Se considera que los errores de hecho, son cada vez más frecuentes debido a los avances tecnológicos.

Un error médico como error, no afecta solo a una persona. Los costos de un cierto error médico, pueden tener un impacto en un gran número de personas e instituciones. Un estudio de 2008 calculó los costos financieros directos de los errores médicos en más de US$17 mil millones, y esa cifra no incluye los costos indirectos para los pacientes, sus familias y sus empleadores. Teniendo en cuenta los otros costes de las lesiones, enfermedades y muertes por errores médicos, el precio podría sumar hasta US$ 1 billón por año.

Cómo evitarlos

Hay muchas estrategias propuestas para reducir la incidencia de errores clínicos. Para principiar, las instituciones gubernamentales de varios países, apoyan el establecimiento de herramientas de liderazgo e investigación, para aumentar la base de conocimientos sobre la seguridad del paciente. También abogan por un sistema público de informes de datos públicos (auditorÍa social) a nivel nacional, para ayudar a identificar y aprender de los errores. En Inglaterra, los cambios requeridos deben incluir mecanismos unificados de informes y análisis cuando las cosas van mal, una cultura más abierta donde los errores o fallas pueden informarse y discutirse, y mecanismos preventivos para reducir el riesgo de negligencia médica.

A nivel individual, se necesita una mayor formación del equipo de salud y eso va desde la formación Universitaria para mejorar la seguridad del paciente, como resultado de dicha formación.

En tercer lugar, el empleo de la tecnología moderna informática que ya se ha investigado ampliamente, como método para reducir los errores de prescripción y ha demostrado ser eficaz, el uso de la tecnología de prescripción electrónica y la tecnología de la información. El uso de recordatorios de protocolos basados en computadora, parece reducir los errores del médico, y se respalda como un medio para mejorar la seguridad del paciente. Cada vez hay más pruebas de que los sistemas que utilizan tecnología de la información (TI), como la entrada computarizada de comandos médicos, laboratorios automatizados, la administración de medicamentos con código de barras, son componentes clave de las estrategias para prevenir errores en la administración de medicamentos. También se ha informado que los sistemas de TI, tienen el potencial de ahorrar hasta US$88 mil millones durante 10 años en costos en los Estados Unidos, con la creciente adopción de tecnología de TI en el entorno médico. Los hospitales que cuentan con sistemas automáticos de notificación y registro, ingreso de pedidos y apoyo a la decisión clínica, tienen menos complicaciones, menos tasas de mortalidad y menos costos.

En resumen:

Las causas de los errores médicos son múltiples: error en el diagnóstico, falta de experiencia médica, falta de exámenes clínicos y paraclínicos, tratamientos incompletos o sobretratamiento, mala comunicación entre médico y paciente, falla tecnológica y accidentes quirúrgicos. Lo importante para que nos demos cuenta de los errores médicos, es que se pueden prevenir casi por completo.