Libertad para Eduardo Masaya

Libertad para Eduardo Masaya

Volvieron a repetirse los patrones de persecución penal indebida que hemos visto en otros casos.
04/02/2025 00:01
Fuente: Prensa Libre 
Punto de encuentro

Libertad para Eduardo Masaya

Volvieron a repetirse los patrones de persecución penal indebida que hemos visto en otros casos.

La captura del abogado Eduardo Masaya al salir de una actividad pública de la Planilla 10, grupo que integra junto a otros de sus colegas para competir por la dirección del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (Cang), muestra cómo se vuelve a utilizar el poder punitivo del Estado para interferir indebidamente en los procesos de elección.

Abogados, sociólogos, politólogos e internacionalistas cansados/as de la cooptación de la justicia, vuélquense a las urnas para rescatar al Cang.

El caso que dio la vuelta al mundo por lo grotesco de las actuaciones del Ministerio Público (MP) y de los jueces y magistrados que las facilitaron, buscaba traerse abajo el proceso electoral para evitar la toma de posesión del binomio electo del partido Movimiento Semilla.

Aunque no lo consiguieron gracias a la resistencia ciudadana liderada por las autoridades de los Pueblos Indígenas, la Fiscalía y sus socios siguen empeñados en “castigar” a los magistrados y a otros funcionarios del Tribunal Supremo Electoral y avanzar —todo lo posible— en desmantelar lo poco que nos va quedando de la institucionalidad democrática y, aunque al presidente Arévalo le parezca un absurdo, evitar que sea él quien en el 2026 elija al nuevo/a fiscal general.

La detención de Masaya, ordenada por el juez Fredy Orellana (de los juzgadores predilectos de Porras y Curruchiche, con quienes comparte la designación de actor corrupto y antidemocrático y el mismo que ordenó las detenciones arbitrarias de Virginia Laparra, Jose Rubén Zamora y varios de sus defensores) se dio en el medio del proceso de elección de las autoridades del Cang que se realizará este viernes 7 de febrero. Y eso no es casualidad.

La planilla que resulte electa tendrá participación directa en los procesos de postulación de la nueva Corte de Constitucionalidad y del nuevo jefe/a del MP, y permitir que ese espacio lo gane un grupo que no esté bajo control de las mafias es correr mucho riesgo. Además de boicotear a sus contrincantes, la cúpula de la Fiscalía lanzó su propia planilla (la 1) en la que figuran varios de los funcionarios y allegados del rector de facto de la Usac, Walter Mazariegos (La Hora, 17/1/25).

No sorprende entonces que sea el mismo grupo de fiscales y el mismo juez que lleva la “causa” en contra del Movimiento Semilla, quienes en el momento “justo” activaron la detención de Eduardo Masaya por el caso de las “firmas falsas” en el que ya procesaron (violentando todos los principios del derecho penal) a la exdiputada Ligia Hernández, otra abogada y política blanco de sus odios y sus venganzas.

Lo grave de todo este asunto es que el sistema de justicia se sigue mal utilizando para boicotear cualquier posibilidad de cambio en el estado actual de las cosas. Recordemos cómo Porras Argueta, al quedar fuera del listado de candidatos para reelegirse como fiscal general, blandió su espada amenazante contra los integrantes de la comisión de postulación y obtuvo un amparo del tribunal constitucional que les obligó a incluirla en la nómina. Y aquí estamos, esa es la lógica y su modus operandi.

Con Eduardo Masaya volvieron a repetirse los patrones de persecución penal indebida que hemos visto en otros casos: un juez ad hoc que emite la orden de captura y conoce el expediente; prisión preventiva como norma, aunque no apliquen los criterios que dicta la ley; uso de redes sociales para estigmatizar; rechazo de las peticiones de la defensa, y aceptación de todo lo que pide el MP. Resultado: deslegitimar a una persona (Eduardo) y a un grupo (Planilla 10) e impedir u obstaculizar su actuación (en este caso, su participación en la política gremial).

Además de exigir la libertad para Eduardo Masaya, instar a las y los abogados, sociólogos, politólogos e internacionalistas cansados de la cooptación de la justicia a volcarse a las urnas para rescatar a su Colegio y abrir la posibilidad de escribir una historia distinta en las comisiones de postulación.