Qué hace el obispo en la iglesia diocesana

Qué hace el obispo en la iglesia diocesana

El Arzobispo de Los Altos Quetzaltenango-Totonicapán  es el más recientemente nombrado para ese cargo.

Enlace generado

Resumen Automático

02/07/2025 00:02
Fuente: Prensa Libre 

José Luis Colmenares escribió Obispos y arzobispos de Guatemala. Seguidamente, un extracto de la publicación.


Los obispos son, en todo sentido, sucesores de los Apóstoles, y su misión es la misma confiada por Cristo a los Doce. Como esta misión, tarea de toda la Iglesia, tiene que durar hasta la consumación de los siglos, los Apóstoles se preocuparon de instituir a sus sucesores y, de este modo, los obispos, junto con sus colaboradores, los presbíteros y los diáconos, recibieron el ministerio de la comunidad.


Por el ministerio de servicio paternal y pastoral de los obispos, se hace presente en medio de los creyentes nuestro Señor Jesucristo, Sumo Sacerdote. Los obispos son pastores elegidos para apacentar el rebaño de Dios, ministros de Cristo y administradores de sus misterios en el triple encargo de enseñar, santificar y regir.


Antes que un privilegio, el episcopado es un servicio: es Cristo servidor que se agacha a lavar los pies de sus apóstoles. En la Iglesia Católica, el nombramiento de los obispos es una atribución exclusiva del Papa, por lo que entendemos que, cuando se realiza la designación, es Dios mismo el que los ha elegido y llamado.

En la Iglesia católica, el nombramiento de los obispos es una atribución exclusiva del Papa.


El obispo porta varios signos que expresan la dignidad de su ministerio: + anillo: representa el compromiso del obispo con su diócesis. En la tradición cristiana y en las Sagradas Escrituras, se habla del amor esponsal que Cristo tiene por su Iglesia; es este amor el que el obispo debe tener a la Iglesia que se le ha encomendado; + mitra: representa la dignidad episcopal, y es signo de las virtudes que deben resplandecer en este ministerio; + báculo: simboliza el pastoreo que realiza entre los fieles; + pectoral: es la manifestación externa de la consagración a Cristo y a su Iglesia.


De la misma forma que un obispo es el pastor propio de una diócesis, un arzobispo es el pastor propio de una arquidiócesis, la cual es una diócesis con un rango superior a las demás; el título es un nombre honorífico y, por eso, a su obispo se le llama arzobispo. El rango de arquidiócesis lo otorga la Santa Sede por diversas razones, especialmente porque la diócesis tiene una larga tradición histórica o porque tiene por territorio una región especialmente importante de un país. Una arquidiócesis metropolitana es aquella que es cabeza de una provincia eclesiástica. En Guatemala, actualmente solo hay dos arquidiócesis: la de Santiago de Guatemala y la de Los Altos, Quetzaltenango-Totonicapán.


La actual arquidiócesis de Santiago de Guatemala tiene una larga historia que empezó con su erección como diócesis de Santiago de Guatemala, por bula del papa Pablo III el 18 de diciembre de 1534. En ese tiempo incluía todo el territorio de Guatemala y El Salvador, así como Chiapas y Honduras, aunque estos últimos territorios se convirtieron muy pronto en diócesis. Al principio, era sufragánea de Sevilla y, posteriormente, de México. El 16 de diciembre de 1743, el obispado de Santiago fue elevado a la categoría de arzobispado por bula del papa Benedicto XIV. A partir de ese momento, existe como arquidiócesis de Santiago de Guatemala, aunque, con el tiempo, ha ido perdiendo sus territorios originales por la creación de nuevas diócesis. El último territorio desmembrado fue el departamento de Santa Rosa, en 1996. Actualmente, la arquidiócesis de Santiago de Guatemala incluye los departamentos de Guatemala y Sacatepéquez.


El domingo pasado, el papa León XIV, en Roma, impuso el palio, distintivo de arzobispo, de Los Altos, Quetzaltenango-Totonicapán, a monseñor Víctor Hugo Palma.