La violencia entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa ha obligado a cientos de familias a huir del sur de Chiapas hacia Guatemala. Esta situación ha generado una crisis humanitaria en la región fronteriza, afectando a miles de personas que buscan refugio y seguridad.

La Disputa por Chiapas
Chiapas, clave para el tráfico de drogas por su densa selva y difícil acceso, ha sido dominado por el Cártel de Sinaloa durante dos décadas, salvo una disputa con Los Zetas. En los últimos tres años, el CJNG ha ganado terreno, involucrándose también en extorsión y tráfico de migrantes.

Un video compartido en redes sociales muestra a un grupo de sujetos armados y con el rostro cubierto que se identifican como integrantes del Cártel de Chiapas y Guatemala (CCyG). En el video, difundido el martes 23 de julio, los sujetos aseguran haber llegado a la localidad de Nueva Morelia en Chiapas y aprovechan para mandar un mensaje al Cártel de Sinaloa. En las imágenes se puede ver a alrededor de 30 hombres vestidos de negro en formación, mientras en el audio se escucha su declaración.

Desplazamiento y Refugio
Ante esta situación, muchas familias han decidido abandonar sus hogares para salvar sus vidas.

Las autoridades del municipio de Cuilco, en Huehuetenango, Guatemala, han habilitado un refugio para recibir a más de 600 personas desplazadas

Este refugio se encuentra en el Salón Municipal de Cuilco y cuenta con el apoyo del Procurador de los Derechos Humanos (PDH), quien ha coordinado el traslado de víveres donados para los afectados.

El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, confirmó que su gobierno está trabajando en conjunto para atender a los desplazados.

Huehuetenango expresó su solidaridad con las familias afectadas y aseguró que se están tomando medidas para garantizar asistencia humanitaria y seguridad.

Alianzas y Conflictos
Los enfrentamientos de los últimos años se han concentrado en las poblaciones cercanas a la frontera de los municipios rurales.

La disputa va más allá de los cárteles mexicanos, ya que estos tienen alianzas con bandas guatemaltecas como Los Pochos, que trabajan para el Cártel de Sinaloa, y Los Huistas, que están con el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Este último ha incrementado la violencia reclutando desertores del cartel rival, antiguos operadores del narco de la zona, remanentes de Los Zetas, e incluso mercenarios guatemaltecos conocidos como Los Kaibiles.

Analistas y medios mexicanos señalan que esta situación ha dado lugar al denominado Cártel Chiapas-Guatemala, que mantiene una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Se sospecha que el CJNG podría haber creado esta organización para realizar operaciones sucias y disputar directamente el territorio.

En medio de esta confrontación, la población civil queda atrapada en el fuego cruzado entre las bandas.