La violencia en Ciudad Peronía alcanzó altos niveles, evidenciado por la paralización del servicio de buses de rutas cortas este lunes.

Los conductores, abrumados por del aumento insostenible de las extorsiones por parte de grupos criminales, decidieron frenar sus operaciones, dejando a miles de usuarios sin transporte y sumiendo a la zona en un caos vial sin precedentes.

La protesta no solo interrumpió el desplazamiento de quienes dependen del transporte público, sino que también colapsó el tráfico en el Bulevar San Cristóbal, donde se bloqueó un carril en cada dirección, desatando aún más el desorden en la zona.

Los pilotos buscan, con esta medida drástica, que las autoridades den seguimiento al asunto y garanticen seguridad en el ejercicio de su labor.

La situación, que compromete no solo sus vidas, sino también su estabilidad económica, ha llevado a los conductores a advertir que, si no reciben respuestas satisfactorias, las protestas podrían prolongarse y escalar.

El ataque armado sufrido por un piloto el pasado viernes ha sido el punto de quiebre.

En paralelo, los usuarios, que también resultan víctimas del problema, exigen por una solución urgente.
Redacción: Brandon Montenegro