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Motivación en pausa: por qué ocurre y cómo retomar tus metas cuando ya las diste por perdidas
La mente juega un papel crucial en el cumplimiento de las metas. Pasados 90 días, puede comenzar a sabotear nuestros objetivos. Expertos explican por qué ocurre este fenómeno y cómo recuperar la motivación.
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Con el reloj marcando la medianoche de Año Nuevo, muchas personas se plantean metas para transformar su estilo de vida. Sin embargo, lo que comenzó con entusiasmo suele debilitarse hacia el quinto mes. Especialistas atribuyen esta caída a una “motivación en pausa”, producto del autosabotaje mental que ocurre cuando los resultados no llegan tan rápido como se esperaba.
Desde la psicología se advierte que no es el entorno lo que frena el progreso, sino la propia mente. A nivel inconsciente, se generan pensamientos que sabotean nuestras acciones, especialmente cuando las metas no son claras o han sido impuestas por presión social.
Coaches de vida coinciden en que definir objetivos específicos y alcanzables facilita su cumplimiento en el tiempo previsto. Reevaluar las metas, adaptarlas o cambiar la forma de alcanzarlas puede ser clave para retomar el camino y evitar que queden en el olvido.
El romance de las metas y la caída del impulso
Todo comienza con energía, pero que, al llegar al cuarto mes, el entusiasmo se debilita, afirma Silvia Del Águila, capacitadora y consultora empresarial. “Pasando el quinto mes, cambian las prioridades y aparece lo que llamo ‘motivación en pausa’. Luego, solemos esperar hasta el siguiente Año Nuevo para retomar lo que dejamos a medias”, explica.
Según la experta, esto sucede porque el cerebro entra en una fase de desmotivación. “Durante los primeros días, nos enamoramos de nuestra versión más saludable, productiva y organizada, pero se trata de motivación intrínseca, que, aunque se apague, no desaparece: solo necesita reactivarse”.
Del Águila investigaciones del University College London que indican que se requieren al menos 66 días para crear un hábito, pero advierte que el verdadero reto comienza en el día 90: ahí surgen las dudas, el desgaste emocional y el regreso a los antiguos hábitos.
Cuando la meta no es genuina
Una meta solo se sostiene si es auténtica, explica Andrés Armas, neuroeducador y coach de vida. “Cuando tengo un deseo genuino, eso me potencia. No es algo impuesto, es algo que nace de mí, y eso lo convierte en una realidad”, afirma.
Armas agrega que el principal saboteador no es el entorno, sino la mente: “Somos nosotros, desde el inconsciente, quienes empezamos a pensar: ‘Eso no lo voy a lograr’, ‘es imposible’, y así aparece la frustración”.
Para fortalecer una meta genuina, propone tres pilares esenciales:
- Paciencia
- Perseverancia
- Fe
Además, recomienda transformar lo necesario en un deseo personal. Por ejemplo, no basta con saber que ir al gimnasio es saludable; hay que creerlo y visualizarlo como parte del propio desarrollo. “El paso esencial es sentirlo como propio, instalarlo en la mente y afirmarlo: Yo lo puedo lograr”, explica.

Expertos detallan que la motivación en pausa sucede porque el cerebro entra en una fase de desmotivación. (Foto: Prensa Libre / Shutterstock)
El detrás del abandono: ¿por qué perdemos el interés?
Metas como adoptar una alimentación saludable, hacer ejercicio o dejar de fumar suelen abandonarse porque no se logra incorporar el cambio como parte de la rutina diaria, explica Ximena Fuentes Molina, psicóloga clínica y terapeuta de parejas.
Otro de los factores, que señala Fuentes, es que muchas personas intentan modificar sus hábitos de forma drástica y repentina, lo cual resulta insostenible a largo plazo. “La clave está en enfocarse en cambios graduales y sostenibles, que se integren como costumbre”, afirma.
Fuentes identifica tres causas principales del abandono de metas:
- Falta de realismo: las metas son demasiado ambiciosas o no se ajustan a la realidad personal
- Falta de planificación: no hay un plan claro con pasos y tiempos definidos
- Pérdida de motivación: el entusiasmo inicial disminuye si no hay resultados visibles o si surgen obstáculos inesperados
La psicóloga también advierte que la rigidez al evaluar los logros puede ser perjudicial. “Las recaídas son parte del proceso. Lo importante es aprender de ellas y seguir adelante”, concluye
Leer más: Cómo lograr los objetivos: técnicas para no abandonar las metas en este 2025
Claves prácticas para construir metas sostenibles
Los tres especialistas coinciden en que alcanzar una meta no se trata solo de voluntad, sino de estructura, conciencia y acompañamiento. A continuación, algunas estrategias compartidas para retomar las metas y mantenerlas:
Pasos para cumplir metas
- Define metas específicas: sé claro sobre lo que deseas lograr
- Hazlas medibles: establece indicadores para evaluar tu progreso
- Asegúrate de que sean alcanzables: deben ser realistas y adecuadas a tus recursos actuales
- Prioriza tus metas: identifica cuáles son más importantes y asegúrate de que no se contradigan entre sí
- Establece un plazo: fija fechas límite razonables que den estructura al proceso
- Divide en pasos: fragmenta tus metas en objetivos más pequeños y manejables
- Crea un plan de acción: determina qué acciones concretas vas a realizar
- Mide tu progreso: monitorea con frecuencia tus avances y ajusta el plan si es necesario
- Recompénsate: reconoce y celebra cada logro, por pequeño que sea, para mantener la motivación
Silvia Del Águila lo resume así: “Cásate con el proceso, no con la pesa. Disfruta moverte, cocinar saludable, despertarte temprano. Celebra cada paso: tu cerebro necesita recompensas para seguir adelante”.
Armas agrega: “Visualízate logrando tu objetivo. Actuar como si ya fueras constante fortalece tus conexiones neuronales. El cerebro cree lo que repites”.
Las metas compartidas y la red de apoyo
Los expertos destacan que retomar una meta junto a otra persona o con un compañero de misión es fundamental. Ximena Fuentes subraya que el entorno es clave para lograr o mantener los objetivos.
“Nuestra red de apoyo es fundamental. Las personas que nos rodean nos pueden recordar por qué comenzamos y ayudarnos a continuar”, afirma.
Esta motivación se refleja en prácticas como asistir al gimnasio en pareja o apoyarse en profesionales de la salud para mantener el compromiso. Cuando una persona se asocia con otras que comparten el mismo propósito, el respaldo mutuo resulta clave en momentos de desánimo, lo que hace el proceso más llevadero.
Cuando retomar una meta significa reconectar con el sentido de vida
Armas concluye que, cuando se pierde una meta, lo que en realidad se ha perdido es el sentido de vida. Y recuperarlo no depende de tener más cosas, sino de ser.
“Al reconectarnos con nosotros mismos y con nuestra paz, volvemos a encontrar motivación. Empezar es emocionante, pero empezar de nuevo y continuar… transforma tu vida”, puntualiza.

Alcanzar una meta no se trata solo de voluntad, sino de estructura, conciencia y acompañamiento destaca la psicóloga Ximena Fuentes. (Foto: Prensa Libre / Shutterstock)