El Gobierno de Guatemala descartó este jueves 5 de junio decretar un estado de calamidad o de emergencia por la erupción del volcán de Fuego, que ha provocado la evacuación de más de 500 personas que viven en las faldas del coloso, cuya furia dejó, hace siete años, decenas de muertos y desaparecidos en una de las erupciones más violentas de la historia.

El pasado miércoles por la noche, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) alertó sobre una nueva erupción con caída de cenizas y lava, la cual se espera que se incremente en las próximas horas, informaron este jueves las autoridades.

Los flujos piroclásticos son entre débiles y moderados, pero hay probabilidades de que se intensifiquen en las próximas horas, y también se registra caída de ceniza en las zonas cercanas al complejo volcánico, según las autoridades, que pidieron precaución a la población cercana al coloso.

Los flujos están compuestos por gases, ceniza y bloques de roca a alta temperatura que descienden del cráter del volcán.

El coloso, ubicado entre los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, registra corrientes de lava cayendo en sus faldas con características “débiles a moderadas”, indicó la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).

Sin embargo, este jueves el Gobierno descartó que se decrete un estado de calamidad y ofreció hacer evaluaciones periódicas para determinar las acciones a seguir.

Karin Herrera, presidenta en funciones, dijo en conferencia de prensa que monitorean el comportamiento del volcán y que se ha coordinado asistencia humanitaria para las personas que se encuentran en los cuatro albergues habilitados por la emergencia.

Herrera dijo que actualmente hay una alerta anaranjada institucional y que las evaluaciones son periódicas, puesto que las erupciones suelen durar un promedio de 40 horas.

“También se ha considerado la posibilidad de realizar una evaluación aérea el día de mañana —viernes—, pero esto es conforme se va generando información que indique que es necesario. Estamos en comunicación constante y coordinada con todas las instituciones para que, en el momento que llegue a ser necesario, se pueda emitir. En este momento aún no es necesario”, dijo Herrera respecto a un estado de calamidad.

Detalles

El coloso, considerado el volcán más activo de Centroamérica, provocó el 3 de junio de 2018 una avalancha que arrasó una comunidad y dejó un saldo de 215 muertos y una cifra similar de desaparecidos.

“Se están realizando evacuaciones” preventivas por la erupción del volcán iniciada la noche del miércoles, dijo a periodistas Juan Laureano, portavoz de la Conred.

El funcionario explicó que 159 personas de las aldeas Panimaché I y Morelia, asentadas en el flanco oeste del macizo, fueron evacuadas hacia un gimnasio de Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla.

Otros 141 pobladores de dos aldeas y empleados de un campo de golf de San Juan Alotenango, en el lado este del volcán, fueron llevados a un refugio habilitado en ese poblado.

Videos divulgados por la Conred mostraron a varios aldeanos, entre ellos niños, abordar autobuses en medio de una lluvia de agua y ceniza.

Imágenes captadas por un fotógrafo de la AFP desde Escuintla reflejaron la columna de humo y ceniza que ha sobrepasado los 5.000 metros de altura, según el Instituto de Vulcanología.

Las autoridades mantienen cerrada provisionalmente la Ruta Nacional 14, que bordea el volcán y une el sur del país con la ciudad colonial de Antigua Guatemala.

El coloso, de 3.763 metros de altura y ubicado entre Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, es uno de los tres volcanes activos de Guatemala, junto con el Pacaya y el Santiaguito.