Las enseñanzas del doctor sobre el dolor
La primera pregunta es: ¿Cómo se relaciona el miedo con la percepción de la enfermedad? –Los médicos creen que las personas disponen de poca información objetiva y confiable en el proceso de afrontamiento de su salud y su enfermedad, y la una y la otra se ven más afectadas por las representaciones que de ellas […]
La primera pregunta es:
¿Cómo se relaciona el miedo con la percepción de la enfermedad?
–Los médicos creen que las personas disponen de poca información objetiva y confiable en el proceso de afrontamiento de su salud y su enfermedad, y la una y la otra se ven más afectadas por las representaciones que de ellas tienen las personas y lo que perciben de ellas que por la realidad de la situación en sí.
Para el caso de la enfermedad se desprende una hipótesis general de parte del enfermo: que su percepción de la enfermedad influye en la elección y el desarrollo de estrategias de cómo afrontarla ¿no es cierto?
– La posición médica al respecto resulta interesante y puede resumirse sobre el tema en lo siguiente: Mi obligación como médico, es ensamblar fundamentalmente con los síntomas orientadores, los signos sugestivos y basar mi hacer y actuar en eso. La del paciente autoreflexionar sobre su causa de aparecimiento y comportamiento.
Y el dolor ¿qué tiene que ver con la medicina?
– Su causa como su aparecimiento pertenece estudiarlo a la biología y la psicología
Y el dolor el dolor con miedo.
– Pura psicología
Y la medicina qué
– Es fácil diagnosticar muchas enfermedades, pero las características todas, suelen ser variables en presencia e intensidad y muchas de ellas, aún son bastante poco comprensivas. Se han establecido criterios diagnósticos para la mayoría, y cuando muchos de ellos se cumplen, resulta más fácil y el dolor, como una de ellas, sus características y evolución, ayudan al médico a definir qué está pasando y por tanto, estudiar su subjetividad es una obligación.
¿Y el dolor?
– Hay que considerarlo con algo de subjetividad. El otro día un colega me decía que no constituye el centro de su preocupación. No estoy de acuerdo con él. Realmente a mucha gente lo que más le interesa es ver y resolver sobre el dolor, su alivio es algo que los llena, eso buscan, no resolver necesariamente sobre su enfermedad.
¿Y hablando del dolor?
– Para muchos médicos el dolor es algo muy problemático, muchos dolores se mueven de un punto a otro, o son más fuertes en un momento que en otro, con intensidad variable, dependiendo del estrés experimentado, actividad física comprometida, factores climáticos, posiciones sostenidas por largo tiempo, relaciones personales, tiempo de tenerlo, convirtiéndose en algo muy relativo y algo peor sucede cuando tienen más de una enfermedad.
¿Así que el dolor?
– Sirve de guía para orientar que es el enfermo y no solo la enfermedad y algo más: muchas veces para orientar tanto el diagnóstico como el tratamiento.
Entonces algo está cambiando en la medicina en cómo manejarlo
– ¡Claro! para la gente, el examen del médico y los complementarios de laboratorio y de imagen, dictamina la verdad; nosotros estamos para indicarlos y en base a lo que ellos muestran, establecer el tratamiento de la enfermedad y ello conlleva a cambiar el comportamiento del dolor
¿Y el dolor para él paciente?
– Es solo parte, por lo que los trae al consultorio. Más que él, son las incertidumbres y miedos los que determinan muchas veces su comportamiento hacia el dolor. Usualmente se lo quitamos para bajarles un poco su ansiedad y miedo, pero a nosotros nos toca realizar los exámenes para eliminar o confirmar la presencia de cualquier patología y buscar el tratamiento adecuado si es necesario.
¿Y entonces para dónde vamos con el dolor?
– A los médicos cada vez se nos hace más difícil interpretar al enfermo. Insisto, los dolores vienen acompañados de muchos síntomas que ya no pertenecen a una enfermedad corporal en solitario. En particular y con frecuencia hay cansancio, un sueño no reparador (insomnio y despertar temprano) y una sensación de agotamiento constante, cambios de percepción y conducta y todo ello propiciador de diversos dolores. De tal manera que establecer un vínculo real de causa y efecto con el dolor es casi imposible es más bien necesario asociarlo con los exámenes complementarios y un estilo y modo de vida del paciente.
Algunos médicos agregan que el dolor se asocia con otras situaciones y condiciones en que actúa el paciente y no necesariamente con la enfermedad: trabajo agotador y poco satisfactorio, ojos secos, irritación a la luz, al sonido, irritación del colon, sensación de vacío en la cabeza y disfunción cognitiva (memoria, reflexión) situaciones de ansiedad y estrés, preocupaciones que recargan su sistema nervioso a todo tipo de hipersensibilidad como también lo hacen las temperaturas, la luz, el ruido, piernas inquietas, impaciencia, presencia de otros síndromes como el síndrome del intestino irritable y el síndrome de fatiga crónica, y algo muy interesante, muchos pacientes piensan que el dolor es y provienen de una enfermedad incluso piensan que es la misma condición.
¿Y lo mental dónde queda…?
– Dejemos de pensar por un momento en el dolor. En la actualidad son muchos los pacientes que se presentan con estados de ansiedad y síndromes depresivos sin ninguna asociación a la patología que refieren. Pero me atrevo a decir que la mayoría aún tiene el mismo perfil corporal aunque no psicológico, que la población normal.
¿Y la relación de esos trastornos psicológicos con el dolor?
– Usualmente los trastornos psicológicos están relacionados con la intensidad del dolor, los trastornos psicopatológicos encontrados serían secundarios al estado doloroso, pero en algunas ocasiones puede suceder lo contrario, su causa.
¿De tal manera que el dolor?…
– No siempre se relaciona con trastornos, pero debemos ponerle más cuidado y estudiarlo según la edad, estilo de vida y otras características del individuo. Un viejo colega pediatra me decía no hace mucho que ha observado que a la par de muchas quejas de dolor, la hiperactividad y otras conductas anómalas en los niños, podría ser un factor de vulnerabilidad y perpetuación de una enfermedad o padecimiento, al mismo tiempo que puede interpretarse como defensa para mantener la autoestima, evitar la ansiedad y la depresión. Yo añadiría que en el adulto, funciona también como un mecanismo ante la impotencia de limitaciones funcionales y capacidad de solucionar.
En consecuencia doctor…
– El dolor viene a ser otro problema para la salud y con tantas posibilidades, que debe estudiarse y atenderse con cuidado tanto por las personas como por el médico.
¿No cree doctor? Que el dolor no es generalizable
– Si usted habla con un ginecólogo sobre los dolores en las mujeres embarazadas o menopaúsica le dirá que algunas utilizan el dolor como control. Ellas tienen una fuerte necesidad de reconocimiento y la sensación de no estar a la altura, las lleva a justificar el dolor como excusa, pero a otras como solución de falta de respuesta. Si habla con un pediatra le dirá que puede representar un llamar la atención por algo que sucede a su diario vivir.
Entonces el miedo
– ¡Si! tiene de hermana a la angustia. El examen clínico más tranquilizador, a menudo contrasta con el dolor y la angustia incapacitantes, especialmente en personas en edad productiva no así en niños y si en ancianos. Un catarro les genera angustia y eso no les permite una adecuada curación. De hecho, incluso si la enfermedad evoluciona con una sensación de dolor permanente, con mayores empujes dolorosos. Sin embargo, encontramos personas que están discapacitadas por su dolor y su miedo al futuro y cierto sin enfermedad aparente de causa. A veces encuentran apoyo que les permite recuperar su salud. La mayoría de las veces, curar y sanar de estos dolores, involucra atención multidisciplinaria.
¿Y la hipótesis sobre el dolor cómo queda?
– La hipótesis más común es la de sensibilización del sistema nervioso por cambios corporales hacia los conductuales y viceversa los conductuales hacia los corporales, un buen médico trata de analizar ambos en ambos sentidos y darles el adecuado peso en la enfermedad del paciente. Pero el dolor no solo altera funcionamiento nervioso, también hormonal inmune, todos los sistemas. Es un hecho evidente relacionado con el comportamiento de las enfermedades, pero también con el de la salud. Muchas veces, los estudios concluyen que estos hallazgos por sí solos no pueden explicar todo el estado de una persona. Desde la época de los setenta del siglo pasado, la Asociación Internacional para el estudio del dolor expuso que: «El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable, relacionada con la lesión tisular presente o potencial o descrito en términos que evocan tal lesión. Esta definición de dolor resalta la subjetividad de la experiencia del dolor y la realidad de este dolor, si las causas son visibles o no. Umbrales de dolor en las personas. Insisto todo dolor provoca reacciones hormonales, emocionales, motoras y cambios funcionales en diversas partes del cuerpo no solo en el cerebro y reacciones cognitivas y por consiguiente puede añadir a la enfermedad o causarla.
¿Qué del dolor crónico?
– El dolor crónico es otra cosa. Además de su origen en una enfermedad por daño a los tejidos y órganos, las creencias sobre la importancia de los síntomas que tiene el paciente, la propia capacidad de controlar la enfermedad, el impacto del dolor en la vida y la preocupación por el futuro, desempeñan un papel central en el manejo del dolor por el paciente y sus consecuencias. Eso debe ser considerado con mucho cuidado en el tratamiento del dolor crónico: funcionamiento psicológico, físico, esfuerzos de afrontamiento, las respuestas comportamientos y respuestas al tratamiento, son elementos a seguir con detenimiento. Fortalecer el sentimiento de autoeficacia (convicción personal de que uno puede tener éxito en adoptar ciertos comportamientos requeridos en situaciones particulares) se vuelve otro componente de su manejo adecuado.
En resumen:
– Debe aceptarse que los procesos moleculares están relacionados con factores psicológicos y emocionales en ambas direcciones. Los factores psicológicos, cognitivos y emocionales, a través de su acción en el sistema nervioso, influyen en la actividad fisiológica, las células y los diferentes neurotransmisores que, a su vez, tienen un impacto en las respuestas emocionales.
Mientras hoy, todavía muchos médicos aun separan de lo físico lo psíquico, la fisiología cada vez más nos lleva a un territorio donde el cuerpo y la psique se encuentran. El dolor es un proceso dinámico entre factores psicológicos, psicosociales y somáticos. Esta interacción puede actuar en la predisposición, el desencadenamiento y el mantenimiento de la enfermedad y en el comportamiento y evolución del dolor.