Erick Callejas: El árbitro boliviano de 10 Años que sueña con pitar en un Mundial

Erick Callejas: El árbitro boliviano de 10 Años que sueña con pitar en un Mundial

Erick Sebastián Callejas, un niño boliviano de apenas 10 años, que está dejando una huella en el arbitraje de su país.

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En un asombroso ejemplo de determinación y pasión temprana por el fútbol y el arbitraje, Erick Sebastián Callejas, un niño boliviano de tan solo 10 años, está dejando su huella en los terrenos de juego y ganándose el respeto de muchos en el mundo del deporte.

Originario de la localidad El Alto, en las afueras de La Paz, Bolivia, Erick se sumergió en el mundo del arbitraje a la temprana edad de 8 años. Pero su relación con el fútbol se remonta incluso más atrás, ya que según relata, se enamoró del deporte rey desde que tenía apenas 3 añitos.

A pesar de su corta edad, Erick ha tenido la oportunidad de arbitrar entre 50 y 60 partidos en diversas provincias de su país. Su entusiasmo y dedicación no solo son ejemplares, sino que también subrayan el papel crucial que la familia desempeña en su prometedora carrera.

En una entrevista con el medio local ‘VOS TV’, Erick compartió cómo su familia le brinda el apoyo y la motivación necesarios para seguir adelante en su camino como árbitro. Su mayor fuente de inspiración es su padre, Ramiro Callejas, quien lo ha guiado y enseñado todo lo relacionado con las reglas del juego, debido a que también fue árbitro.

Los inicios de Erick

Los inicios de Erick en el arbitraje lo llevaron a dirigir partidos de fútbol femenino, y su crecimiento en esta disciplina le ha permitido ahora tomar el silbato para arbitrar tanto en encuentros masculinos como femeninos.

“En el fútbol juego de portero”, confiesa Erick, demostrando su amor por competir como jugador dentro de las canchas, más allá de su función como árbitro. Su pasión y compromiso reflejan que la edad no es un obstáculo para comenzar a perseguir y cumplir los sueños más grandes.

Erick Sebastián Callejas, un joven con un futuro prometedor, es un ejemplo viviente de cómo la pasión, la determinación y el apoyo de la familia pueden allanar el camino hacia logros extraordinarios en el mundo del deporte y el arbitraje. Su historia es un recordatorio de que no hay límites para los sueños, sin importar cuán joven se sea. Este camino probablemente le llevará en un futuro a cumplir el sueño de pitar un clásico entre Bolivar y The Srongest o arbitrar en una Copa del Mundo.