Emergencias viales reordenan prioridades y reducen cobertura de mantenimiento en rutas del país

Emergencias viales reordenan prioridades y reducen cobertura de mantenimiento en rutas del país

La reciente actividad sísmica y las lluvias han provocado nuevos daños en rutas como la de Santa María de Jesús, lo que obliga a Covial a atender emergencias, mientras se retrasan otros proyectos de mejora vial.

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16/07/2025 00:16
Fuente: Prensa Libre 

Los derrumbes, deslizamientos y socavamientos en las carreteras no solo representan un riesgo para los conductores, sino que también “castigan” directamente el presupuesto y la cobertura de mantenimiento vial planificada por la Unidad de Protección Vial (Covial), según autoridades de la entidad. Estas explican que cada vez que una empresa contratada debe atender una emergencia, se reduce la longitud del tramo que estaba previsto reparar, lo cual retrasa o disminuye los trabajos originalmente proyectados.

El director de Covial, José Istupe, señaló que la canícula —aunque irregular en algunas regiones— había permitido avances puntuales, sobre todo en zonas con proyectos activos. Sin embargo, la saturación del suelo y las réplicas sísmicas han impedido trabajar en condiciones normales en algunas rutas.

Durante la temporada de lluvias, y especialmente tras los sismos recientes que provocaron derrumbes en rutas como la que conecta con Santa María de Jesús, Sacatepéquez, Covial ha debido activar emergencias en varios puntos del país. No obstante, estas acciones tienen un costo que no siempre es visible para el usuario.

“Cada vez que se atiende un deslave con recursos ya contratados, se sacrifica parte de la cobertura prevista para trabajos de mantenimiento”, explicó Luis Sánchez, del equipo técnico de la institución.

Sánchez aclaró que este modelo, basado en contratos de mantenimiento por tramos específicos, obliga a que las empresas respondan de inmediato a emergencias dentro de su zona asignada.

“Pero no es que estén haciendo un favor”, añadió, al indicar que la atención de la emergencia se cuantifica y se descuenta del total contratado, lo cual reduce automáticamente la longitud o el tipo de obra que podrán completar durante el año.

Istupe recalcó que aún no se ha determinado con precisión cuánto costará restablecer la red afectada por los recientes sismos, debido a que los derrumbes siguen ocurriendo, especialmente en áreas montañosas.

Retraso

Istupe también mencionó que muchos de los contratos vigentes concluyen en julio, y que los nuevos, adjudicados recientemente, no podrán ejecutarse hasta que se cumplan todos los pasos legales, incluida la emisión de la resolución ministerial

Aunque la canícula representa una ventana clave para el avance de obras viales, el sector transporte aún no percibe mejoras tangibles en la red vial nacional. Héctor Fajardo, director de la Cámara de Transportistas Centroamericanos (Catransca), señala que los trabajos de mantenimiento de Covial, como la limpieza del derecho de vía y la señalización, son escasos o, en muchos tramos, simplemente no se observan.

“No se ve que estén trabajando ya de forma activa”, comentó.

Fajardo advirtió que el deterioro acumulado por las lluvias recientes y la falta de mantenimiento han afectado gravemente rutas clave para el transporte de carga, como la CA-2, que conecta la frontera con El Salvador y la costa sur del país. A su juicio, las condiciones en esa vía son críticas, sobre todo por el tránsito constante de vehículos pesados y por la presencia de varios puentes con daños visibles.

“En algunos tramos, la carpeta asfáltica está totalmente dañada. Eso lo puede verificar cualquiera que transite por esas rutas”, afirmó, al destacar que el daño es evidente y generalizado en varias carreteras. Además, sostuvo que en la región de la costa sur —una de las más afectadas por las lluvias— los problemas se agravan por la ausencia prolongada de intervenciones viales.

El representante del sector también enfatizó que los efectos del abandono se reflejan con mayor fuerza en zonas de alta precipitación.

“A mayor cantidad de lluvia y sin mantenimiento, los resultados son nulos”, aseguró. Por ello, urgió a que las obras adjudicadas recientemente por Covial comiencen de inmediato y se dé prioridad a las rutas con más deterioro.

Fajardo concluyó que, desde el punto de vista del transporte pesado, existe una necesidad urgente de intervención vial. Aunque reconocen que algunas adjudicaciones ya se realizaron, aún esperan que los trabajos empiecen a ejecutarse de forma visible y sostenida.

Problemas viales

En el último mes, la red vial del país ha enfrentado múltiples emergencias provocadas por derrumbes, socavamientos y deslizamientos causados por la intensa actividad sísmica y las lluvias. Las rutas más afectadas se localizan en Sacatepéquez, Retalhuleu, Escuintla, Alta Verapaz y el nororiente del país.

Desde el 8 de julio, Guatemala ha experimentado una secuencia sísmica con más de mil temblores, localizados principalmente en Sacatepéquez, según datos del Insivumeh. Uno de los municipios más golpeados ha sido Santa María de Jesús, donde varios derrumbes bloquearon caminos y provocaron la interrupción del paso hacia la cabecera departamental. Prensa Libre documentó cómo las autoridades debieron enviar ayuda humanitaria por vía aérea ante la imposibilidad de acceso terrestre.

A esta emergencia se sumó una serie de deslizamientos que afectaron puntos clave de la red vial nacional. El 3 de julio, un derrumbe de grandes proporciones bloqueó el kilómetro 61 de la ruta al Atlántico (CA‑9 Norte), donde enormes rocas impidieron el paso en ambos sentidos. La ruta, vital para el transporte de mercancías hacia el nororiente, fue habilitada días después, tras el retiro de toneladas de material.

La ruta Cito-Zarco, en Retalhuleu, también sufrió severos daños: en el kilómetro 189 se formó un socavamiento que comprometió la seguridad de los usuarios. Aunque Covial informó que ya hay un proyecto adjudicado para intervenir el tramo, los trabajos avanzaban apenas un 80% al cierre de la primera quincena de julio. Mientras tanto, otras zonas como Alta Verapaz y la región de la Boca Costa han sido declaradas de alta vulnerabilidad por la saturación del suelo, lo que mantiene el riesgo latente de nuevos deslaves.

En la ruta al Pacífico (CA‑9 Sur), un derrumbe ocurrido el 10 de junio en el kilómetro 22.5 dejó tránsito lento por horas, lo que evidencia que incluso en tramos más cercanos a la capital los problemas son recurrentes.