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Comienzan los despidos en el Departamento de Salud de Estados Unidos
El Gobierno de Estados Unidos informa que la plantilla del Departamento de Salud pasará de 82 mil a 62 mil empleados.
Los despidos de hasta 10 mil trabajadores en las principales agencias de salud de Estados Unidos comenzaron el 1 de abril, en el marco de una gran reestructuración de la plantilla del gobierno federal ordenada por el presidente Donald Trump.
A los despidos se suma otro recorte de 10 mil empleados en el sector, en el marco del programa de bajas voluntarias y jubilaciones anticipadas emprendido por Trump y su asesor, Elon Musk.
Así, la plantilla del Departamento de Salud y sus agencias pasará de 82 mil a 62 mil empleados, según un comunicado del Gobierno estadounidense.
El ahorro estimado será de US$ 1 mil 800 millones anuales, una gota en el mar del presupuesto del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que asciende a US$ 1.8 billones.
El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., declaró que los despidos forman parte de una reforma mayor en su departamento, con el objetivo de reenfocar los esfuerzos hacia la prevención de enfermedades crónicas.
Es un “momento difícil para todos nosotros (…) nuestros corazones están con aquellos que han perdido sus empleos”, dijo Kennedy.
Los despidos afectan al Departamento de Salud y a las agencias federales encargadas de aprobar nuevos medicamentos, responder ante epidemias o realizar investigación médica.
“Pero la realidad está clara: lo que hemos estado haciendo no ha funcionado”, dijo Kennedy, al quejarse de que los “estadounidenses están cada vez más enfermos cada año”, a pesar del aumento del gasto en las agencias federales que ejecutan las políticas de salud pública del país.
Según fotos y testimonios publicados en redes sociales, los empleados se enteraron de su despido temprano el 1 de abril, mediante correo electrónico o cuando sus tarjetas de acceso dejaron de funcionar.
Según medios estadounidenses, a altos cargos de estas agencias, como Jeanne Marrazzo —quien había reemplazado a Anthony Fauci, figura clave durante la pandemia, al frente de una de las ramas del NIH— se les ha ofrecido relocalizarse en lugares aislados de Alaska u Oklahoma.
“La FDA, tal como la conocíamos, se acabó, ya que la mayoría de los líderes con conocimiento institucional y una comprensión profunda del desarrollo y seguridad de productos ya no están empleados”, dijo Robert Califf, excomisionado de la agencia durante las administraciones de Barack Obama y Joe Biden.
La medida se produce en medio del peor brote de sarampión en años en Estados Unidos y ante crecientes temores de que la gripe aviar pueda provocar la próxima pandemia humana.
Kennedy ha alarmado a los expertos en salud con su retórica, que minimiza la importancia de las vacunas, e incluso sugirió que la gripe aviar se extienda libremente entre las aves de corral en Estados Unidos.
