Jude Bellingham necesitaba volver a reencontrarse con el gol. No lo hacía desde el 22 de junio, y lo consiguió este miércoles ante la Juventus de Turín, firmando una diana que le permitió recuperar sensaciones tras su regreso anticipado de la operación en el hombro izquierdo. Esa lesión había condicionado su adaptación al estilo de juego que intenta implantar Xabi Alonso en el Real Madrid.

El inglés aprovechó el parón posterior al Mundial de Clubes para pasar por el quirófano y poner fin a los constantes problemas que arrastraba en el hombro, una molestia que lo obligaba a jugar con una férula en cada partido. Aunque no era lo ideal ni médicamente ni por comodidad, el apretado calendario entre su club y la selección lo llevó a posponer la intervención.

Bellingham acortó los tiempos de recuperación y reapareció el 20 de septiembre: apenas dos minutos frente al Espanyol, luego 20 ante el Levante y, pocos días después, titular en el derbi. Sin embargo, la apuesta de Xabi Alonso no tuvo el efecto esperado: el Madrid cayó 5-2 y el mediocampista inglés no brilló. Más tarde, el propio técnico admitió entre líneas que quizá se había precipitado con su decisión.

Por ello, tanto Xabi Alonso como el seleccionador Thomas Tuchel optaron por no convocarlo en la fecha FIFA de octubre, permitiéndole realizar una pequeña pretemporada en Valdebebas con un objetivo claro: llegar en plenitud física al clásico, un duelo crucial para el equipo blanco.

Frente al Getafe, en el último partido liguero, Bellingham ya mostró signos de recuperación. Disputó 86 minutos a gran nivel, destacando en una faceta que su entrenador considera esencial: la presión alta y la recuperación de balón. Ganó diez de los doce duelos al suelo y apenas cometió una falta, demostrando solidez defensiva y compromiso.

Ante la Juventus volvió a ser decisivo. Además de mostrarse firme en los cortes, pisó más el área rival y, como recompensa a su insistencia, marcó el 1-0. La jugada nació de un desborde de Vinícius por la izquierda, quien superó a Kalulu y McKennie, remató con zurda al poste, y Bellingham, atento, cazó el rebote para enviarlo al fondo de la red. Un gol con sello de oportunismo, de esos que acostumbró a marcar en su primera temporada con el Real Madrid y que el equipo de Xabi Alonso necesita recuperar para volver a ser temible.