El caso de la desaparición y posterior asesinato de los cinco integrantes del Grupo Fugitivo, en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, ha generado consternación en México y en el resto de Latinoamérica, ya que el hallazgo de los cuerpos que, presuntamente, pertenecen a los miembros de la agrupación musical aún se debate en las redes sociales.

Las autoridades locales de Reynosa y la Fiscalía General del Estado de Tamaulipas han establecido, oficialmente, dos líneas de investigación sobre el motivo que habría desencadenado la desaparición de la banda regional mexicana, dedicada a ofrecer espectáculos en eventos sociales cerca de la frontera de México con los Estados Unidos.

De acuerdo con el conglomerado de medios de comunicación TelevisaUnivision, por un lado, las autoridades mexicanas están analizando el contenido musical de la banda, debido a que el Grupo Fugitivo era conocido en el estado de Tamaulipas por interpretar diversos narcocorridos, un subgénero que se centra en el mundo del narcotráfico.

Por otra parte, los funcionarios en México están investigando la relación que existe entre la ubicación de su último concierto y los momentos previos a la desaparición, considerando que la Fiscalía de Tamaulipas anunció que el grupo fue visto por última vez la noche del pasado domingo 25 de mayo, en la colonia privada Riberas del Río.

Las dos teorías de investigación en el caso del Grupo Fugitivo

A diferencia de los corridos tradicionales, que narran historias de héroes ficticios con un enfoque en la justicia y la revolución, los narcocorridos suelen relacionarse con la violencia, los grupos delictivos, sus personajes, sus actividades y sus consecuencias, por lo que las autoridades creen que las canciones del grupo podían ser “incómodas”.

La teoría principal de la Fiscalía se basa en que alguna canción del Grupo Fugitivo pudo haber incomodado a diversas células criminales que operan en la región de Reynosa, y eso habría “derivado en represalias” contra los músicos mexicanos. Bajo esta hipótesis, la organización criminal sospechosa del crimen es el Cartel del Golfo.

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Asimismo, la segunda línea de investigación sugiere que, tras su participación en el evento privado realizado en la colonia Riberas del Río, los músicos mexicanos fueron interceptados por un grupo de hombres armados, para luego ser asesinados y trasladados a un terreno baldío en la colonia Aquiles Serdán, donde se localizaron los cinco cadáveres.

Ambas colonias han sido señaladas por las autoridades de Tamaulipas como “fortalezas” controladas por una organización criminal conocida como “Los Metros”, un grupo que ha servido de “brazo armado” para el cartel de drogas mexicano Del Golfo, el cual fue catalogado como “grupo terrorista” por el Departamento de Estado de EE. UU.

Familiares piden confirmación científica

Aunque según los informes preliminares de las autoridaes los cadáveres pertenecerían a los músicos desaparecidos, el caso parece está lejos de resolverse.

Entre las supuestas víctimas se encuentran los músicos de Tamaulipas: Livian Edyberto Solís de la Rosa, de 40 años, quien fungía como representante legal del Grupo Fugitivo en suelo mexicano; Nemesio Antonio Durán Rodríguez, 24; José Francisco Morales Martínez, 23; Víctor Manuel Garza Cervantes, 21, y Francisco Xavier Vázquez Osorio, 20.

Familiares de los artistas han denunciado públicamente la falta de “confirmación científica” sobre la identidad de los cuerpos hallados en Aquiles Serdán, y piden que se desarrollen las “pruebas necesarias” para poder corroborar oficialmente si los restos corresponden a los integrantes del Grupo Fugitivo.