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“Salud por la Chibolona”: Ricardo Arjona recuerda sus días universitarios entre música, anécdotas y reencuentros en su visita a El Portalito
Ricardo Arjona revive sus recuerdos universitarios y comparte con excompañeros en el histórico bar El Portalito de la zona 1.
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Era el 1984, cuando el joven Edgar Ricardo Arjona se inscribió en la Escuela de Ciencias de la Comunicación para especializarse en publicidad.
Según información hemerográfica de Prensa Libre, los compañeros del cantautor afirman que, con frecuencia, entre los periodos libres o al finalizar las clases, Arjona se quedaba en el salón o en la biblioteca y los invitaba a escuchar sus composiciones.
Déjame decir que te amo, S.O.S. Rescátame, No renunciaré y Jesús verbo no sustantivo fueron algunas piezas que sus compañeros y amigos de la universidad tuvieron el privilegio de escuchar en primicia.
Aunque con talento, en aquella época universitaria nadie creía que aquel joven flaco y alto llegaría tan lejos con su música, aunque —según cuentan sus amigos— era un hombre que se tenía mucha fe y estaba convencido de sus facultades artísticas.
En ese entonces, Arjona se movilizaba en ruleteros; no tenía carro, pero su guitarra siempre lo acompañaba. Hoy el cantautor aún cuenta con el deseo de subirse a uno.
Aunque recientemente se viralizó una fotografía del artista con algunos de sus excompañeros de universidad, fue hasta el miércoles 20 de agosto por la tarde cuando Arjona publicó un video en sus redes sociales sobre la visita.
La visita de Arjona a “El Portalito”
“Me quedó la sensación de que me quieren como antes, sin auto, medio vago, con guitarra y un montón de sueños, y que tendrían el mismo gusto por el reencuentro si hubiese vuelto sin logros o algo para contar”, escribió el cantautor junto con el video de su experiencia.
Este video de Arjona se suma a una serie de publicaciones que el cantante ha compartido desde el anuncio de su gira, con el objetivo de acercarse más a sus seguidores, contando y mostrando pequeños fragmentos de su vida.
“Salud por la Chibolona”, brinda Arjona con sus compañeros, con quienes, entre pláticas y risas, recuerda sus anécdotas universitarias, entre ellas una en la que rememora cómo se fue de fiesta y tuvo que pedir “aventón” de regreso porque “no tenían ni un peso”, cuenta entre risas.

El cantautor también recuerda su negocio de fotografías —principalmente de quince años— en el que uno de sus compañeros perdió unas fotos.
“El grupo tenía actores, magos, cantantes, compositores y toda una gama de personajes fantásticos”, continúa contando Arjona en el post, recordando con cariño y expresando la suerte que tiene de “conocer los extremos y la incertidumbre de no estar seguro dónde se está mejor”.
El encuentro se realizó en un bar de El Portalito, ubicado en la 6ª avenida y 8ª calle, zona 1, del que —según el post del cantautor— “el premio Nobel guatemalteco Miguel Ángel Asturias se inspiró desde este bar, El Portalito, para escribir la obra que lo llevó al galardón El señor presidente”.
En un artículo publicado en Revista D, se señala que este bar tiene más de 90 años. Aún se conserva el piso original de cuadros negros y amarillos, así como gran parte de sus muebles de robusta madera.