Por qué movemos la pierna sin parar mientras estamos sentados, según la psicología

Por qué movemos la pierna sin parar mientras estamos sentados, según la psicología

¿Hábito, tic o señal de alerta? Esto es lo que dice la psicología acerca de este movimiento involuntario de piernas.

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Resumen Automático

14/05/2025 14:14
Fuente: Prensa Libre 

¿En alguna ocasión se ha sorprendido a usted mismo moviendo una pierna sin parar mientras está sentado? ¿O mientras se encuentra en alguna reunión, alguno de los asistentes no para de realizar este movimiento?

Este gesto es tan común que forma parte de nuestra rutina diaria: mientras trabajamos, estudiamos o simplemente esperamos por algo. Sin embargo, si se observa con detenimiento, puede decir mucho de nuestro interior.

En muchas ocasiones, este movimiento puede parecer molesto; no obstante, tiene una explicación tanto científica como psicológica y, frecuentemente, puede estar relacionado con el estrés, la ansiedad o la salud mental.

La psicóloga Daniella Feterman Arroyo menciona que este tipo de movimientos repetitivos o automáticos puede ser una forma de liberar la energía acumulada, regular la activación del sistema nervioso o incluso manifestar una inquietud interna.

¿Por qué muevo una pierna mientras estoy sentado?

Feterman indica que este tipo de movimientos involuntarios en el cuerpo puede tener diferentes causas, entre las que se encuentran:

  • Necesidad de liberar el estrés o la ansiedad
  • Necesidad de liberar energía
  • Hábitos aprendidos
  • Componente neurológico

La psicóloga recomienda observar el contexto en el que ocurre el movimiento y si este va acompañado de malestar o dificultad para funcionar con normalidad, ya que, en esos casos, es necesario consultar con un especialista.

Si bien existe una leve diferencia entre quienes utilizan este movimiento para calmarse o mantenerse regulados emocionalmente, en otros casos puede reflejar ansiedad.

“Algunas personas mueven la pierna o se balancean ligeramente para concentrarse mejor, sobre todo si tienen dificultad para prestar atención o concentrarse (como en el caso del TDAH). En otros casos, este movimiento viene acompañado de tensión, pensamientos intrusivos o repetitivos, o bien, por cierta incomodidad interna, lo cual puede indicar ansiedad”, indica Feterman.

Empresaria de postura y hombre de negocios cruzó las piernas sentado y trabajar en la oficina de negocios. Las mujeres usan zapatos de tacón alto y falda negra sexy. Los hombres usan zapatos de cuero y traje y pantalones negros.
Aunque en algunos casos muchas personas mueven la pierna o se balancean ligeramente para concentrarse mejor, en otros casos, este movimiento viene acompañado de tensión, pensamientos intrusivos o repetitivos, o bien, por cierta incomodidad interna. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Cuando un simple movimiento se convierte en un problema

Según Feterman, nuestro sistema nervioso busca un equilibrio y, en ocasiones, utiliza el cuerpo como canal para procesar las emociones o canalizar la energía. “El movimiento de piernas, de pronto, puede ser una respuesta inconsciente, pero cumple una función de regular lo que está pasando adentro”, indica la experta.

Sin embargo, como en muchos temas psicológicos, este movimiento puede ser perjudicial cuando interfiere con el día a día, las relaciones o el trabajo.

La psicóloga indica que se debe prestar atención al movimiento en los siguientes casos:

  • Si nos cuesta estar en espacios donde no podemos movernos
  • Si el movimiento es tan constante que agota o desconcentra
  • Si se realiza sin poder detenerlo, aunque se intente

“Todo esto podría ser señal de que el cuerpo está pidiendo otra forma de regulación emocional. Idealmente, yo recomiendo buscar apoyo psicológico”, indica.

¿Qué dice la ciencia del movimiento involuntario de piernas?

Existe una afección neurológica conocida como síndrome de las piernas inquietas que causa una fuerte necesidad de mover las piernas. Según Mayo Clinic, la necesidad de moverse se debe a una sensación de incomodidad en las piernas y suele ocurrir principalmente por la tarde o por la noche, cuando quien lo padece está sentado o recostado.

Este síndrome, también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, puede comenzar a cualquier edad, pero tiende a empeorar a medida que pasan los años.

Entre sus síntomas principales se encuentran:

  • Sensación de incomodidad que comienza durante el descanso
  • Alivio con el movimiento
  • Empeoramiento de los síntomas por la tarde
  • Movimientos involuntarios en las piernas durante la noche o mientras se duerme
  • Cosquilleo u hormigueo
  • Tirones
  • Sensación pulsátil
  • Dolor
  • Picazón
  • Choques eléctricos

A diferencia del movimiento de piernas causado por estrés, ansiedad o como forma de liberación emocional, este síndrome produce sensaciones intensas y desagradables en las piernas y en los pies, aunque en raras ocasiones puede afectar también a los brazos. En algunos casos, los síntomas desaparecen por períodos y luego vuelven a aparecer.

Mujer Con Síndrome De Piernas Inquietas. Dormir En La Cama
A diferencia del movimiento de piernas causado por estrés, ansiedad o como forma de liberación emocional, el síndrome de piernas inquietas produce sensaciones intensas y desagradables en las piernas y en los pies. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)