La mañana de este martes, se llevó a cabo una reunión clave entre autoridades de Guatemala y Estados Unidos en el Ministerio de Gobernación.

Durante el encuentro, Todd D. Robinson, subsecretario de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) de EE. UU., anunció que el país destinará 50 millones de dólares adicionales a la iniciativa “Guatemala se Transforma”.

Esta iniciativa, lanzada por la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, durante la visita del presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, en marzo, busca fortalecer las instituciones de seguridad y promover el estado de derecho en Guatemala.

Robinson hizo el anuncio durante la inauguración del Primer Diálogo de Seguridad de Alto Nivel entre ambos países, que se desarrolla del 1 al 5 de octubre. En su declaración, destacó que este nuevo aporte se suma a los 50 millones de dólares iniciales del programa, que forma parte de una serie de medidas implementadas por la administración Biden para abordar las causas de la migración irregular desde Centroamérica.

“Nos encontramos en un momento crucial para la relación entre nuestros gobiernos. Coincidimos en muchas prioridades claves, desde la lucha contra el narcotráfico hasta la lucha contra la corrupción y la seguridad fronteriza”, afirmó Robinson, quien fue embajador de Estados Unidos en Guatemala entre 2014 y 2017.

Durante su visita, Robinson se reunió con la vicepresidenta Karin Herrera y el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, para discutir desafíos compartidos y explorar estrategias de colaboración en áreas fundamentales como la seguridad, el combate al narcotráfico y la lucha contra la delincuencia transnacional.

El embajador estadounidense en Guatemala, Tobin Bradley, señaló que ambos países están “viviendo un momento” en que se puede “visualizar una Guatemala como líder regional para la economía, democracia y seguridad”.

Esta colaboración se considera crucial no solo para mejorar la seguridad en Guatemala, sino también para abordar el narcotráfico y el crimen organizado en la región, que son factores que impulsan la migración hacia Estados Unidos.