Desde hace dos meses China se enfrenta al peor brote del covid-19 desde inicios de 2020.

Pekín se encuentra desde hace una semana bajo restricciones de desplazamientos y muchos lugares públicos como restaurantes, cafés, gimnasios, entre otros lugares están cerrados.

«No me siento cómoda con tan poca gente a mi alrededor», dijo a la AFP una trabajadora de la limpieza llamada Wang, mientras esperaba poder entrar en el restaurante donde está empleada. «Me encargo de la desinfección, no puedo trabajar desde casa», dijo. 

Medidas estrictas

Algunos empleados decidieron mudarse  a hoteles cercanos a sus oficinas. 

«Nuestra empresa nos dijo que deberíamos intentar no ir a casa porque creen que hay riesgo en los trayectos», dijo un empleado de inversiones de Pekín.

En Shanghái, la cifra de contagios diarios se situó el lunes por debajo de los 4 mil después de superar los 25 mil a finales de abril. El actual brote epidémico causó la muerte de más de 500 personas en Shanghái.  

Los habitantes de Shanghái ya llevan más de 40 días de confinamiento y han tenido problemas para adquirir la comida. Algunos empiezan a exasperarse.