A pesar de que algunos países han ofrecido programas de vacunación, el gobierno de Pyong los ha rechazado. La república en cambio ha dedidido controlar los contagios sellando todas sus fronteras, lo cual no había registrado oficialmente ningún caso, aunque los expertos suponen que el virus lleva presente desde hace tiempo.

Asimismo, los expertos están seguros de que la población norcoreana se encuentra en una situación vulnerable debido al rechazo de los programas de vacunación.

Corea del Norte cerró sus fronteras como estrategia para combatir el Covid en enero de 2020, dicha estrategia también ha impedido que los suministros vitales y esenciales ingresen a la república lo que ha provocado escasez de alimentos y una decreciente economía.

Durante más de dos años Corea del Norte no había mencionado ningún caso activo de Covid-19, lo más lógico es que ahora lo mencionen debido a que sea un brote demasiado grave y difícil de controlar u ocultar.

Tras rechazar los programas de vacunación, un sistema de salud pobre, las opciones que posee la república son muy limitadas. Las autoridades no tienen otra opción más que someterse a un confinamiento, aunque esto no signifique que ahora estén dispuestos a aceptar ayuda extarna a ellos.