El  ladrón disparó entre 17 y 19 veces a los viandantes que caminaban por allí y el brasileño logró mantener la calma en ese momento. “Dios me controló de alguna manera… porque sentía que no pasaba nada. Me acerqué al ladróndiciéndole ‘tranquilo, tranquilo, tranquilos todos, te doy lo que quieras”, dijo el jugador del Tottenham.

Agregó que cuando le dio lo que quería se acercó a él y porque ya había visto su mirada maligna y que no estaba allí solo por el reloj. En ese momento se lo entregó y sacó un arma para dispararle. Cuando estaba a punto de dispararle lo empujó y golpeó el arma  y disparó al aire.

“Fue en ese momento, cuando lo empujé, que perdió el equilibrio y un policía le disparó. Luego, cuando pegó el tiro, comenzó a correr. Estábamos en una plaza, había 15 personas más o menos. Y empieza a disparar por todos lados, pero no le da a nadie. 17 o 19 tiros”, confesó el ex defensor culé.