En la aldea Santo Domingo Los Ocotes en San Antonio La Paz, El Progreso, se viven escenas de dolor por la muerte de vecinos en el accidente del bus bajo el puente Belice, en la zona 6 de la capital.

La mayoría de las víctimas ya han sido inhumadas; sin embargo, los recuerdos continúan en el ambiente con el relato de sus familiares.

Catalina Nohemí Pérez Molina es una de las 54 víctimas del accidente, su sepelio fue el martes 11 de febrero, el último adiós se efectuó entre cánticos en el cementerio local.

Rosa Elvira Molina, madre Catalina, entre lágrimas externó los recuerdos que tiene de su hija.

Narró que Catalina tenía cuatro hijos, entre ellos dos menores y a diario trabajaba para sacar adelante a la familia, pues estaba separada de su esposo.

Una hija ya está casada y Catalina también apoyaba con la compra de sondas a su hijo mayor, quien se moviliza en silla de ruedas.

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Para sacar adelante a sus hijos, la víctima viajaba frecuentemente a La Terminal, en la zona 4 de la capital, donde compraba ingredientes para vender atoles, tamales y paches en Santo Domingo Los Ocotes.

Rosa Elvira recordó que un día antes de la tragedia un su nieto llamó a Catalina para saber cómo estaba.

El sentimiento embarga a la madre, quien indicó que no olvida la voz de su hija cuando en las calles de la aldea ofrecía sus productos.

Dijo que en sus oraciones siempre pedía que ella tuviera éxito en sus ventas.

En la última conversación por teléfono, Catalina le dijo a uno de sus hijos: “ahí saluda a mi mamita”.

“Me duele mucho”, externó Rosa Elvira, quien resaltó el amor hacia su hija.

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