El Ministerio de Cultura y Deportes (MCD) amplió las denuncias presentadas en el Ministerio Público (MP) contra el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), por supuestos daños al Palacio Nacional de la Cultura, ocasionados por las medidas de hecho que mantiene ese gremio en la plaza central desde el 26 de mayo.

La primera denuncia fue presentada el 11 de junio ante la Fiscalía de Delitos contra el Patrimonio Cultural del MP, y fue ampliada en dos ocasiones el 25 de junio, según un comunicado difundido este martes 1 de julio por fuentes oficiales.

“Derivado de una serie de evaluaciones técnicas realizadas por el Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (Decorbic), se han constatado daños a elementos patrimoniales del Palacio Nacional de la Cultura, como consecuencia directa de la instalación no autorizada de estructuras temporales en sus alrededores desde el 26 de mayo del año en curso por parte del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG)”, señala el documento.

El Ministerio destaca que el Palacio Nacional de la Cultura está clasificado como Patrimonio Cultural de la Nación con categoría A, y es uno de los bienes culturales e históricos más importantes de Guatemala. Sin embargo, producto de la protesta, se han identificado afectaciones específicas:

Según el comunicado, hay daños en la herrería de ventanas y puertas, barandas, faroles y luminarias del edificio, considerados elementos históricos, provocados por el amarre de lazos utilizados para sujetar lonas, carpas y otros materiales.

Cultura advierte que estas prácticas generan una tensión perjudicial que acelera el desgaste y deterioro del diseño y la construcción original del edificio. Además, indica que la instalación indebida de anclajes en fisuras preexistentes incrementa el daño a la fachada.

También se señala el uso no autorizado de instalaciones eléctricas, la obstrucción de la red de internet y la acumulación de desechos sólidos. Añade que algunos manifestantes han hecho sus necesidades fisiológicas en áreas cercanas al edificio, lo cual genera olores fétidos, riesgos para la salud y un deterioro adicional del inmueble y su entorno.

“La restauración integral del Palacio Nacional de la Cultura requerirá de un proceso especializado, meticuloso y prolongado, el cual solo podrá iniciarse cuando las áreas afectadas sean completamente despejadas y se cuente con el diagnóstico detallado de daños”, refiere la institución.