Los guardianes de los cielos guatemaltecos no pueden descansar

Los guardianes de los cielos guatemaltecos no pueden descansar

El Aeropuerto Internacional La Aurora recibe vuelos las 24 horas del día y no puede parar, por lo que tiene asignados a controladores que velan por la seguridad.
30/03/2025 15:00
Fuente: Prensa Libre 

Aviones militares, vuelos comerciales, helicópteros y demás aeronaves transitan a diario por el cielo guatemalteco y todas se comunican con un grupo de profesionales cuya labor se basa en garantizar la seguridad de pasajeros y tripulaciones. Los controladores de tráfico aéreo tienen como principal misión organizar el flujo de aviones en aeropuertos y en el espacio aéreo, asegurando que cada vuelo despegue, navegue y aterrice sin incidentes.

El subdirector Técnico Operativo de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Tomas Aldecoa, asegura que toman medidas constantes para garantizar la seguridad aérea. Pero, ¿quiénes son? Los controladores aéreos son especialistas en comunicación y navegación, entrenados para monitorear y dirigir el tráfico aéreo mediante sistemas avanzados de radar y telecomunicaciones. Su trabajo es esencial en la aviación moderna, pues permiten que las aeronaves viajen con la máxima seguridad posible.

El gerente del Departamento de Navegación Aérea de la DGAC, Héctor Monzón, dice que los controladores conforman la columna vertebral de un aeródromo controlado, porque prestar los servicios de control es esencial para cumplir con las regulaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (Oaci). La DGAC tiene dos dependencias encargadas de prevenir colisiones entre aeronaves, a través de brindar instrucciones, información y los servicios de alerta, para que las operaciones sean seguras, rápidas y ordenadas. Monzón explica que en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional La Aurora existen los servicios de Control de Aeródromo y Control de Aproximación.

Control de aproximación

Está subdivido en el área de Fly Data, donde se presta el Servicio de Información de Vuelo (AIS). Este es un servicio de radiocomunicaciones que se utiliza en la aviación y que es más conocido como Guatemala Radio. Según la DGAC, esta radiodifusión contiene informes meteorológicos de aeródromo, pronósticos de aeródromo y mensajes Sigmet —avisos meteorológicos—, para aeronaves en vuelo. Desde el Control de Aproximación prestan el servicio a los vuelos por instrumentos (IFR), que son los que se realizan por medio de instrumentos de navegación. Estos se usan comúnmente cuando se dan las condiciones en las que no es seguro volar por referencia visual externa —todos los vuelos comerciales—.

Además, proveen el servicio a los vuelos por referencias visuales (VFR), en los cuales los pilotos pueden volar sin instrumentos de vuelo y se guían por referencias visuales como el terreno y la pista. Este tipo de vuelos se efectúan en condiciones meteorológicas favorables, con buena visibilidad y distancias mínimas de las nubes. Cada puesto de control tiene a su cargo un controlador aéreo que trabaja en turnos de ocho horas, para garantizar que las 24 horas del día haya un responsable de la seguridad operacional del aeropuerto.

El control de aeródromo también conocido como Torre de Control, se divide en Aurora Torre y Aurora Control Terrestre. Desde esta se encargan de la seguridad operacional para aterrizajes, despegues y la evolución. El Control Terrestre se dedica a ordenar y prevenir incidentes en el área de maniobras, pista de aterrizaje y despegue y calles de rodaje, para lo cual coordina con otras áreas como las de Movimiento y Plataforma, señala Monzón.

Todo un arte

Uno de los aspectos más críticos del control aéreo es la comunicación entre los controladores y la tripulación. El diálogo entre ambos se rige por un lenguaje aeronáutico estandarizado, basado en frases concisas y protocolos internacionales. Un error de comunicación podría causar incidentes graves, por lo que la precisión y claridad son fundamentales. Cuando un avión se alista para despegar, el piloto recibe instrucciones del controlador de torre. Luego, durante el vuelo, la comunicación pasa a los controladores de ruta, quienes monitorean la trayectoria de la aeronave.

Finalmente, al acercarse a su destino, los controladores de aproximación guían la aeronave hasta la pista de aterrizaje. Cada mes, el Aeropuerto Internacional La Aurora recibe, en promedio, mil 445 vuelos comerciales y más de 360 privados, que son asistidos por los controladores de tráfico aéreo. Según los datos de la DGAC, se cuenta con un controlador en cada puesto, todo el tiempo, lo cual, a criterio del exdirector de Aeronáutica Carlos Velásquez Monge, es insuficiente.

El exfuncionario indica que con el aumento en la recepción de vuelos de distintos países la carga laboral se incrementa y eso lleva a que los niveles de seguridad se pongan en riesgo. Señala que es un problema que siempre ha existido, por falta de una ley adecuada que permita incrementar el número de controladores y darles mejores prestaciones, ya que son contratados bajo el renglón 029, pese a la gran responsabilidad que manejan para garantizar la seguridad del tránsito aéreo.

La contratación bajo dicho renglón, el bajo sueldo que reciben los controladores y que este servicio sea catalogado como esencial para el Estado hace imposible que esos trabajadores se vayan a huelga, pese a la inestabilidad laboral, indicó Velásquez Monge.

Requisitos para ser controlador

Esta labor está regulada por la DGAC y el proceso para trabajar en este ámbito se cumple a través de varios requisitos. Uno de ellos es tomar un curso en el Instituto Centroamericano de Capacitación Aeronáutica (Iccae), ubicado en Ilopango, San Salvador, El Salvador. ˜Según Héctor Monzón, hay una carrera técnica de aviación que ofrecen las universidades Galileo y Mariano Gálvez, para introducirse en el ámbito aeronáutico, aunque los controladores reciben una formación básica en el Iccae, donde también son capacitados con simuladores del ambiente en el Aeropuerto Internacional La Aurora —para el caso de Guatemala—.

Una vez capacitados, los aspirantes a controladores deben regresar a Guatemala para recibir la Instrucción Para el Puesto de Trabajo (IPPT), en la cual evalúan a las personas durante tres meses y así se les extiende la licencia. Durante esos tres meses, los aspirantes son sometidos a exámenes teóricos y prácticos. La parte teórica se evalúa a través de preguntas orales elaboradas por el examinador, pero basándose en la documentación y referencias actualizadas de las Regulaciones de Aviación Civil (RAC) de Guatemala y Documentos de la Oaci, según la guía publicada en la página oficial de la DGAC.

El examen práctico se efectúa en los puestos de control del Aeropuerto, siempre con supervisión del encargado de la IPPT, ya que, en caso de alguna falla, el instructor debe tomar el control del tráfico aéreo. La licencia se debe renovar cada dos años, a través de los cursos recurrentes, que, para los controladores, se reciben en el Iccae, que brinda capacitación actualizada, y vuelven a ser evaluados.