¿Cómo actúa una persona pasivo-agresiva? Señales clave, según la psicología

¿Cómo actúa una persona pasivo-agresiva? Señales clave, según la psicología

Detrás de una sonrisa o de un elogio con doble sentido, las personas pasivo-agresivas expresan su hostilidad de forma encubierta. ¿En qué consiste este comportamiento?

Enlace generado

Resumen Automático

25/06/2025 16:10
Fuente: Prensa Libre 

El comportamiento pasivo-agresivo es un patrón de conducta mediante el cual una persona expresa su enojo, descontento o resentimiento de forma indirecta, evitando enfrentar de manera abierta el conflicto. Este tipo de actitud puede generar tensiones en las relaciones sociales, ya que, en lugar de abordar el problema o perdonar, quien la manifiesta suele acumular emociones negativas.

La psicóloga clínica Ximena Fuentes explica que esta conducta se caracteriza por mostrar sentimientos negativos de forma ambigua o sutil, con actitudes que pueden herir o confundir a quien las recibe.

Es una forma de comunicación que evita el enfrentamiento directo, pero deja entrever el malestar a través de acciones o palabras indirectas, señala Fuentes.

Según el portal Psychology Today, la pasivo-agresividad suele usarse como una táctica para evadir responsabilidades afectivas o evitar confrontaciones, y responde, generalmente, a la incapacidad de gestionar emociones como la ira. La persona no se siente cómoda expresando abiertamente sus emociones y recurre a este mecanismo como una forma de defensa.

La Clínica Mayo también destaca que, en estos casos, “hay una desconexión entre lo que la persona dice y lo que hace”. Por ejemplo, puede aceptar una crítica con una sonrisa o incluso hacer bromas, pero demostrar su molestia con acciones que contradicen sus palabras.

Comportamientos comunes en una persona pasivo-agresiva

Ximena Fuentes comparte algunas características típicas del comportamiento pasivo-agresivo, las cuales pueden ser una clave para identificar este tipo de mecanismo:

  1. Procrastinación o sabotaje: promete hacer algo, pero lo retrasa o lo ejecuta de forma intencionalmente deficiente.
  2. Sarcasmo o dobles sentidos: utiliza el humor para emitir críticas encubiertas.
  3. Olvidos “accidentales”: omite citas, fechas o encargos importantes como forma de castigo.
  4. Silencio o trato frío: recurre al aislamiento o al silencio prolongado en lugar de expresar su enojo.
  5. Resistencia encubierta: aparenta cooperar, pero sabotea los acuerdos o evita comprometerse.
  6. Victimismo constante: se presenta como incomprendido o maltratado, sin asumir responsabilidad.

Hostilidad disfrazada: claves para comprender la conducta pasivo-agresiva

Una de las características de esta conducta es la hostilidad disfrazada de comentarios pesados, los cuales se hacen más visibles en áreas de la comunicación, explica Fuentes.

Dentro de estos comentarios pasivo-agresivos se encuentran frases comunes como: “Haz lo que quieras” o “Está bien, no importa”, en las que se dice una cosa, pero se expresa otra.

¿Por qué es difícil relacionarse con alguien pasivo-agresivo?

Los expertos en psicología coinciden en que esto se debe a la falta de claridad en las emociones de esta persona y a lo volátiles que suelen ser sus sentimientos. Otra causa es la imprevisibilidad de sus reacciones, lo que puede incomodar a los demás.

  • Falta de claridad emocional: sus mensajes suelen ser ambiguos, lo que genera confusión, frustración o culpa.
  • Negación de emociones: no reconoce su enojo de forma abierta, lo cual impide resolver conflictos.
  • Manipulación emocional: establece un clima de tensión silenciosa, donde los demás deben adivinar qué ocurrió.
  • Invalidación emocional: al negar su hostilidad, tiende a minimizar o deslegitimar las emociones del otro.

¿Qué origina la conducta pasivo-agresiva?

Desde el estudio psicológico, Fuentes destaca que existen diversas razones que pueden provocar esta conducta, como experiencias en la niñez ante una crianza similar, la falta de manejo emocional o pensamientos confusos.

La psicóloga clínica profundiza en cuatro principales causas:

• Experiencias en la infancia: crecer en entornos donde el enojo era mal visto o reprimido.
• Falta de habilidades asertivas: no saber expresar el malestar de manera directa y respetuosa.
• Temor al conflicto o al rechazo: miedo a perder vínculos si expresa su enojo abiertamente.
• Resentimiento acumulado: al no canalizar sus emociones, estas se transforman en indirectas o sabotajes.

¿Cómo manejar una relación con alguien pasivo-agresivo?

Para mantener una relación más amena con personas que no quieren o no han aprendido a gestionar sus emociones, podrían establecerse las siguientes estrategias:

  • Fomentar la comunicación clara y directa.
  • Evitar caer en provocaciones o dinámicas de culpa.
  • Establecer límites firmes.
  • Validar sus emociones, pero invitar a expresarlas abiertamente.
  • Buscar ayuda terapéutica si el patrón persiste o afecta gravemente la relación.