Día Mundial de la Diabetes: cómo controlar la enfermedad y mantener una vida plena

Día Mundial de la Diabetes: cómo controlar la enfermedad y mantener una vida plena

A largo plazo, los niveles elevados de glucosa se asocian con daños en el cuerpo y fallos en varios órganos y tejidos. La ciencia explica cómo evitar llegar a esas complicaciones.
14/11/2024 05:00
Fuente: Prensa Libre 

Salud

Día Mundial de la Diabetes: cómo controlar la enfermedad y mantener una vida plena

A largo plazo, los niveles elevados de glucosa se asocian con daños en el cuerpo y fallos en varios órganos y tejidos. La ciencia explica cómo evitar llegar a esas complicaciones.

La diabetes es una enfermedad que requiere un tratamiento integral para controlarla y mantener una vida plena.   (Foto Prensa Libre: Wendy Wei/Pexels)

La diabetes es una enfermedad que requiere un tratamiento integral para controlarla y mantener una vida plena. (Foto Prensa Libre: Wendy Wei/Pexels)

La diabetes es una enfermedad que se ha convertido en una epidemia mundial, explica Armando Cáceres, químico biólogo especializado en inmunología y productos naturales. Parte de su experiencia en el país le permite reconocer que el cambio en la alimentación, que ha reemplazado una dieta más natural por opciones como harinas, grasas saturadas y bebidas con alto contenido de azúcar, está afectando a la población guatemalteca.

En 2022, reportes del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) indicaron que el 17.8% de los guatemaltecos mayores de 18 años son diabéticos. Además, Santa Rosa figuró como el departamento con mayor población diabética, con una tasa superior a 3 mil casos por cada 100 mil habitantes. Le siguen las poblaciones de Ixcán (Quiché), Petén, Zacapa y Baja Verapaz.

Para comprender más sobre esta enfermedad, la teoría científica describe que es la consecuencia de que el páncreas no produce suficiente insulina, lo cual impide que el azúcar llegue a su destino en los distintos tejidos del cuerpo. Existen dos tipos de diabetes: la tipo 1 (más común en niños y jóvenes, se caracteriza porque el páncreas no produce nada de insulina) y la tipo 2 (diez veces más común debido a hábitos alimenticios; en este caso, aunque el páncreas produce insulina, esta no es suficiente).

La diabetes tipo 2 se manifiesta porque los niveles de azúcar están elevados. No solo es un problema de azúcar, sino que está acompañada de otros problemas de salud, como el exceso de peso, la obesidad, la presión arterial alta, problemas de grasas en la sangre, así como niveles bajos de colesterol bueno. Además, implica riesgo de complicaciones cardiovasculares, en los riñones y, si la diabetes está descontrolada, los pacientes podrían perder la vista, entre otras consecuencias.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 62 millones de personas en las Américas viven con diabetes tipo 2. Este número se ha triplicado en la región desde 1980 y se calcula que alcanzará los 109 millones para 2040.

Cómo controlar la diabetes

A pesar del avance científico, la mayoría de personas no están bien controladas. Existe un vacío entre el conocimiento científico y su aplicación en el cuidado personal; hay una desconexión debido a la falta de educación, conciencia y promoción de factores que faciliten el autocuidado, asegura en una entrevista con Prensa Libre el médico y profesor de Harvard, Enrique Caballero, director de la Facultad de Educación en Diabetes y Educación Médica de Postgrado en Harvard Medical School.

“Se necesita educación, motivación y apego a los tratamientos; no se debe ver como un problema individual, sino familiar y social. En una familia, si alguien tiene diabetes, el resto se ve afectado y los cambios nutricionales deben hacerse a nivel del núcleo familiar”, asevera Caballero.

El Día Mundial de la Diabetes se celebra cada año el 14 de noviembre. El tema para el período 2024-2026 es “Diabetes y bienestar”. (Foto Prensa Libre: AS Photography / Pexels)

Además de las consultas médicas y el tratamiento recomendado, el paciente puede hacer uso de tecnología. Actualmente, existen desde los medidores de glucosa tradicionales hasta los medidores continuos que están conectados a un teléfono o sistema que lee las cifras de azúcar, así como bombas de insulina, que suelen utilizarse en pacientes con diabetes tipo 1. Podrían emplearse en la tipo 2, pero no son para todos. También hay nuevos medicamentos y terapias emergentes; sin embargo, los expertos comentan que la clave en cualquier tratamiento es la alimentación y el ejercicio.

Una manera sencilla de implementar una dieta adecuada es mediante el método del plato. Al comer, se divide el plato en cuatro partes: dos deben dedicarse a ensaladas y vegetales; un cuarto es para carbohidratos, como papa, tortilla, pan, arroz, plátano o maíz, alimentos que se convierten en azúcar; y el último cuarto es para proteínas, es decir, carnes.

Al finalizar, puede incluirse una fruta como postre. También se sugiere optar por la fruta entera en lugar de los jugos, ya que, aunque sean naturales, estos aumentan los niveles de azúcar. En cuanto a las grasas, es preferible enfocarse en las saludables, como las del aguacate, las semillas y el aceite de oliva.

Promover la educación en nutrición es esencial para que las personas puedan tomar decisiones informadas sobre su alimentación, aprender a interpretar el etiquetado de productos, comprender los beneficios de una buena nutrición y adoptar hábitos alimenticios que mejoren la calidad de vida en todas las etapas, indican profesionales en nutrición de Nestlé.

Pamela Arias, nutricionista de Nipro, explica que, en su caso, ha vivido con diabetes desde los 10 años, y le han resultado útiles tanto los tratamientos médicos innovadores como, especialmente, una adecuada alimentación.

“Siempre hay que tomar en cuenta que tener diabetes no significa que se dejará de disfrutar la comida o los eventos familiares. Lo ideal es aprender a controlar y medir las porciones para mantener un nivel de glucosa adecuado”, agrega Arias.

La otra parte fundamental es el ejercicio: 150 minutos semanales. Es importante recordar que el trabajo de los músculos hace que la insulina actúe mejor.

Con el movimiento moderado, el cuerpo quema hidratos de carbono, lo que reduce el nivel de azúcar en sangre y evita que el azúcar se almacene en el hígado y en los tejidos grasos, de donde luego tendría que ser eliminado. También ayuda a mantener un peso controlado.