Fernanda Bonilla, cómo pasó de la amistad al crimen de Melisa Palacios y sus consecuencias legales

Fernanda Bonilla, cómo pasó de la amistad al crimen de Melisa Palacios y sus consecuencias legales

El crimen de Melisa Palacios ahora se ventila en tribunales, pero el caso se estancó por recusaciones que presentó la defensa de Fernanda Bonilla.

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21/09/2025 15:00
Fuente: Prensa Libre 

María Fernanda Bonilla Archila de 24 años, guarda prisión preventiva en la cárcel del cuartel Matamoros por el asesinato de Melisa Palacios Chacón ocurrido en julio del 2021. Antes de la muerte de Palacios, Bonilla fue la mejor amiga y protectora de la víctima.

Recuerdos de infancia

En los pasillos del colegio María Inmaculada de Zacapa en el 2007, coincidieron Fernanda de 7 años y Melisa de 8. Conforme pasaron los días fueron conversando y conociéndose hasta convertirse en amigas. De hecho, algunos de sus docentes recuerdan que en el periodo del recreo solían jugar juntas. Fernanda, pese a que no estuvo en la misma aula y grado de Melisa, no dejó de jugar con su amiga.

Los años siguieron pasando y Melisa al terminar la primaria decidió continuar sus estudios en el Centro Educativo Juvenil Católico Nuestra Señora de Fátima, en Zacapa. Al año siguiente, Fernanda pidió a su familia que la inscribieran en el colegio en el que estaba Melisa, y sus deseos fueron cumplidos.

La amistad continuó y los espacios de tiempo volvieron a ser como los de primaria, solo que con gustos distintos. En esta nueva etapa Fernanda consolidó la amistad con Melisa y a la hora de salida siempre la esperaba para continuar los temas de conversación. Eran casi inseparables, cuentan personas cercanas a ellas y los compañeros las identificaban como “las mejores amigas”.

Hubo algo que notaron los otros estudiantes. Fernanda no dejaba que otros compañeros se acercaran a Melisa y constantemente se mostró como su protectora. Luego, uno de los acontecimientos que marcó a Fernanda fue cuando Melisa cambió de colegio porque empezaba el diversificado.

Ese año pidió a su madre que la cambiara de establecimiento y empezó otra etapa sin su inseparable amiga, pero no fue impedimento para continuar la amistad. Melisa visitaba la casa de Fernanda con frecuencia y llegó ser habitual verla allí, pero Fernanda no era tan frecuente en la casa de la familia Palacios relatan las fuentes.

Extraño suceso

Una de las compañeras de estudio de Fernanda —se oculta su identidad por seguridad— recuerda un episodio que ocurrió cuando cursaban segundo básico en el colegio. Una de las estudiantes se contagió de piojos y Fernanda, una mañana delante de todos se acercó a ella, los alumnos se aglomeraron y luego le entregó un shampoo, y recriminó: “es para quitarte los piojos, shuca”. Después se retiró y la estudiante se quedó llorando en su escritorio y otros alumnos la consolaron luego del acto que consideraron humillante. “Los días en el colegio para Fernanda eran parara ser el centro de atención”, asegura su excompañera.

Asimismo, recuerda que los docentes le tenían mucho “respeto” y era conocida por los estudiantes como alguien que “tenía mucho dinero”.

En cuanto a su vida académica, Fernanda fue una estudiante regular, no perdió grados, pero tampoco desatacó en sus proyectos académicos. En los deportes demostró interés en el futbol, pero no participó en campeonatos o representando al colegio; su verdadera afición fueron los caballos y la aviación.

Su círculo de amigos en el colegio no fue tan amplio, pero quienes convivieron con ella en aquellos días, la identificaron porque siempre estaba rodeada de mujeres, mientras sus amigos eran escasos. Además, se caracterizó por ser imponente y presumir ropa, vehículos y supuestos bienes de su familia.

“En una ocasión Fernanda nos invitó a comer a un restaurante de carnes importadas y presumió que era un negocio de su familia. Nosotras aceptamos la invitación, comimos y conversamos en el lugar y no le cobraron la comida. Ella le gustaba demostrar que tenía dinero y poder porque todo lo quería bajo control”, relata la excompañera.

Fernanda no creció con su padre y de él escasea la información, pero quienes fueron amigos de la joven aseguran que una vez mencionó su nombre. A sus amigas les contó que su papá era un ganadero y que tenía fincas y dinero. La excompañera de Fernanda detalla: “una vez recuerdo que Fernanda estaba preocupada porque dijo que a su padre lo habían capturado y que estaba en problemas”. Otros amigos coinciden en que la joven mencionaba a su padre e incluso alguna vez aseguró que tenía una hermana.

Negocios y política

Fernanda creció bajo la guía de su madre, Flor de María Bonilla Archila, quien ha sido conocida en Zacapa por vender juegos pirotécnicos a municipalidades e iglesias. La madre ha cerrado sus mejores negocios con esos productos en los días de feria. La pirotecnia es la única actividad económica en la que se identifica a la familia, al punto de ser conocidas como las “coheteras”. Personas que conocen a la familia Bonilla Archila aseguran que mamá e hija tienen comportamientos similares. Cuando Fernanda era niña, su madre constantemente le repetía: “Hija, usted no es pobre, que se le quede y aprenda. Usted no es pobre”.

En Zacapa la familia Bonilla Archila no es reconocida por poder o por su capacidad económica, sino que los vecinos los consideran de clase media. Además, Flor de María se ha postulado como candidata a alcaldesa de Río Hondo ya que en el 2019 aspiró a dirigir la comuna con el partido político Unidad Nacional de la Esperanza y los resultados no le fueron favorables y obtuvo 433 votos quedando en la cuarta posición.

En ese año Fernanda acompañó a su madre en los mítines y en ocasiones hizo discursos ante vecinos tratando de ganar votos. En la campaña electoral denunciaron públicamente a otros candidatos de impedirles hacer propaganda, pero todo quedó en señalamientos. Su vínculo con la política y la gestión pública viene de muchos años atrás, Flor de María ha sido presidenta del Consejo comunitario de desarrollo de la aldea la Pepesca del 2016 al 2018.

Fernanda con 19 años estuvo contratada por el Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) del 15 de junio al 30 de septiembre del 2020. La joven, según el contrato, estuvo verificando rampas, muelles de abordaje y capacitó a operadores. El primer contrato que firmó con la DGAC fue de Q22 mil 500 y obtuvo la segunda contratación, pero dejó de trabajar el 30 de septiembre debido a que denunció un supuesto atentado en su contra en Zacapa.

Este año la madre de Fernanda también denunció haber sido víctima de un atentado en la que salió ilesa, el cual ocurrió el 7 de febrero, y el ataque fue en la aldea la Pepesca.

Relación y crimen

En el 2019 el vínculo de Fernanda y Melisa fue reflejando que la amistad cambió aunque seguían siendo amigas. El 4 de julio del 2021 fue cuando Melisa desapareció. Su madre, Anabella Chacón, a las 12.30 horas llegó a su casa por el almuerzo y vió aún a su hija, quien se alistaba para salir con su amiga Cecilia. Ese fue el último momento en que la vio. La madre detalla que vestía un atuendo verde olivo y tenis blancos.

Los fiscales en la primera declaración presentaron grabaciones de cámaras de videovigilancia de las vías públicas y grabaron a José Luis Marroquín, guardaespaldas de María Fernanda Bonilla, subiendo al picop Mazda BT-50 en la residencia de Bonilla. Diez minutos después, Melisa ingresó al vehículo. A las 13.15 horas Melisa envió un mensaje a su amiga Cecilia en el que le decía que “en 10 o 15 minutos llego a tu casa”, pero nunca llegó. Más tarde, a las 14.34 horas Melisa envió una foto a su amiga Lilian y se le ve adentro de un vehículo, y le escribe que se sentía “mal” del estómago.

Otras cámaras de videovigilancia que funcionan en las calles de la aldea La Palma grabaron el vehículo en el que viajaban Fernanda, José Luis y Melisa a las 14.40 horas de ese día. Veinticinco minutos después, Melisa envía un mensaje a Cecilia en el que le comunica que “pincharon llanta”. Los fiscales asumen que a las 15.13 horas Melisa aún estaba viva. A las 15.32 horas las cámaras de vigilancia de la aldea la Pepesca captan llegando el picop a la casa de Fernanda junto a José Luis, y a Melisa no se le ve en la grabación. En las audiencias de etapa intermedia del caso por el crimen de Melisa Palacios que se ha desarrollado en el Juzgado de Mayor Riesgo “C”, se han expuesto pruebas vitales para entender las razones por las que murió la joven.

La Fiscalía presentó una grabación que fue extraída de dos celulares que entregó una testigo. Uno de esos audios contiene los últimos minutos de vida de Melisa y se escucha a Fernanda recriminarle haberle contado a otra mujer de nombre Elida, que mantuvieron una relación. En la grabación se escucha a Melisa negar haberle contado a Elida de esa relación, luego se escuchan más gritos y súplicas. El Instituto Nacional de Ciencias Forenses determinó que Melisa fue sometida a vejámenes antes de morir. En su cuello ataron un alambre con el que las asfixiaron y luego fue arrastrada en un terreno baldío en la aldea La Palma, allí le dejaron caer una piedra en el rostro que la desfiguró.

“Por lo que he visto en las investigaciones, mi hija —Melisa Palacios— murió lentamente en ese terreno, quizá si alguien la encuentra ese día —el 4 de julio del 2021— aún hubiera sobrevivido al ataque, pero la mataron por soberbia y ahora solo me queda buscar justicia en su memoria”, lamenta Chacón.

El caso en tribunales

El proceso penal por el crimen de Melisa Palacios tiene como sospechosos a María Fernanda Bonilla Archila y José Luis Marroquín. Este se ha conocido en los juzgados de Zacapa y Chiquimula.La presión que ejerció la familia Palacios en busca de justicia y señalando que los jueces se corrompían en el interior del país alertó a las autoridades y se accionó legalmente. El 9 de junio del 2025 la Cámara Penal ordenó que el caso lo conociera un juzgado de Mayor Riesgo. En algunas audiencias llegaron hombres armados que se mantuvieron afuera de los juzgados y hubo discusiones con quienes asistieron a respaldar a la familia de Melisa Palacios. Además, un juez ordenó al Ministerio Público investigar las actuaciones de los juzgados de Zacapa y Chiquimula.

El 25 de junio la jueza de Mayor Reisgo C, Carol Yesenia Berganza, recibe el expediente del caso. En esa judicatura se ha retomado el proceso en etapa intermedia y el 2 de septiembre último la juzgadora resolvió enviar a juicio a Fernanda y José Luis por el asesinato de Melisa Palacios. Tres días después, el 5 de septiembre, la defensa de Fernanda y José Luis presentaron dos recusaciones contra la jueza Berganza y apelaron su fallo. Fernanda paga a dos abogados particulares para ser defendida en los tribunales, ellos son Victoria Govern y Daniel Estuardo Rivera. El 23 de septiembre la Sala Primera de la Corte de Apelaciones de Mayor Riesgo convocó a la defensa y el Ministerio Público para argumentar sus posturas y decidir si la jueza Berganza continúa o no conociendo el caso.

Llegar hasta el juicio ha sido difícil para la familia Palacios ya que en el camino de la justicia se han encontrado con argucias legales. Una de las más significativas fue cuando la defensa de Fernanda logró que el juez José Maximino Morales, el 7 de diciembre del 2021, admitiera el cambió el delito a homicidio en estado de emoción violenta, librándose de ser sindicada de asesinato. Allí parecía que todo estaba a favor de la sospechosa del crimen.

Fernanda ha sostenido que no planificó la muerte de Melisa y su plan maestro es acogerse a la figura de aceptación de cargos por medio del delito de homicidio en estado de emoción violenta, pero el 2 de septiembre último fue enviada a juicio por asesinato.