El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca marca el inicio de un nuevo e incierto capítulo en la guerra de Ucrania. El expresidente estadounidense ha prometido resolver el conflicto en apenas 24 horas, una propuesta que ha generado escepticismo y temor, especialmente en Kiev, donde se teme que su solución podría incluir la anexión de los territorios ucranianos ocupados por Rusia.

A este panorama se suma la reciente decisión de Estados Unidos de autorizar a Ucrania el uso de los misiles ATACMS, con un alcance de 300 kilómetros, en territorio ruso. Según informes de prensa, estos misiles podrían utilizarse en la región rusa de Kursk, donde participan soldados norcoreanos junto a las fuerzas rusas, según la inteligencia occidental.

RELACIONES TENSAS 

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, fue uno de los primeros en felicitar a Trump tras su victoria, manteniendo una llamada telefónica en la que también participó Elon Musk, cuyo sistema de satélites Starlink ha sido crucial para Ucrania durante la guerra.

Por otro lado, el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó a Trump de “valiente” y expresó su disposición a dialogar sobre el conflicto, aunque desmintió haber sostenido conversaciones telefónicas recientes con él. Sin embargo, la relación entre ambos ha sido objeto de críticas, dado el historial de elogios de Trump hacia Putin, contrastando con la más controvertida relación que ha tenido con Zelenski.

Durante su primer mandato, Trump fue sometido a un juicio político acusado de presionar a Zelenski para que investigara a Joe Biden y a su hijo Hunter, en un caso que resaltó las tensiones entre ambos líderes.

¿FIN DEL APOYO MILITAR A UCRANIA?

Una de las mayores preocupaciones es el posible repliegue de Estados Unidos en la guerra. Bajo su lema de «Estados Unidos primero», Trump ha sugerido reducir la ayuda militar a Ucrania. Desde el inicio de la invasión rusa en 2022, Washington ha destinado 108 millones de dólares en apoyo a Kiev, cifra que podría disminuir bajo la nueva administración.

Además, Trump ha obstaculizado previamente la aprobación de fondos adicionales para Ucrania, incluyendo un paquete de 61 millones de dólares aprobado por el Congreso tras meses de bloqueos liderados por republicanos.

UN GIRO EN LA POSTURA DE EE.UU

El panorama se complica con Marco Rubio, nominado por Trump como secretario de Estado, quien ha mostrado interés en una solución negociada al conflicto. Esta postura, junto a informes de laboratorios de ideas vinculados al trumpismo, sugiere la posibilidad de un armisticio que podría consolidar la anexión de territorios ucranianos por parte de Rusia.

Zelenski insiste en que cualquier acuerdo debe respetar la integridad territorial de Ucrania, pero reconoce que Trump podría condicionar el envío de armas a la disposición de Kiev para negociar con Moscú.

Ante este incierto escenario, el actual presidente Joe Biden ha ordenado acelerar la entrega de fondos y armamento previamente autorizados para garantizar el apoyo a Ucrania antes del cambio de gobierno.

El futuro de Ucrania y el desenlace del conflicto parecen depender de las decisiones que Trump tome en su próximo mandato, decisiones que podrían redefinir el equilibrio de poder en Europa y el mundo.

*Con Información de EFE.