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Cuál es su historial crediticio en Guatemala, cómo consultarlo e interpretarlo
El historial crediticio es clave para acceder a préstamos en Guatemala. Conozca qué contiene, cómo consultarlo y qué significan sus calificaciones.
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El historial crediticio en Guatemala es una herramienta esencial para la evaluación financiera de los ciudadanos. Su correcta gestión permite a las personas mantener una buena imagen ante las instituciones bancarias, acceder a mejores tasas y fortalecer su estabilidad económica.
Consultar periódicamente el historial, conocer su clasificación y cumplir con los compromisos de pago son pasos fundamentales para mantener un perfil financiero saludable.
El historial crediticio es un reporte financiero que registra todos los créditos solicitados por una persona, ya sea como deudor o codeudor. Este documento refleja su comportamiento de pago y su nivel de endeudamiento, sirviendo como una carta de presentación ante las instituciones financieras al momento de solicitar un préstamo.
En Guatemala, la Superintendencia de Bancos (SIB) administra un sistema centralizado que recopila esta información a partir de los datos proporcionados por los bancos, sociedades financieras y demás entidades supervisadas.
Cómo ver el historial crediticio en Guatemala
Para consultar su historial crediticio, el interesado debe ingresar al portal de la Superintendencia de Bancos.
El acceso se realiza con los siguientes datos:
- DPI, si se trata de una persona individual.
- NIT, si es una persona jurídica.
- Pasaporte, si es una persona extranjera.
Desde este portal se puede descargar el reporte confidencial con su comportamiento crediticio de los últimos 60 meses, es decir, los últimos cinco años.
Qué información contiene el historial crediticio
El reporte de historial crediticio incluye los siguientes datos:
- Morosidad mensual, trimestral y anual.
- Endeudamientomensual, trimestral y anual.
- Detalles de cada deuda: institución, número y tipo de crédito, garantías, saldo de capital, intereses y fecha del último pago.
- Resumen del endeudamiento total, tanto por créditos personales como en los que figura como codeudor.
Toda esta información constituye la historia financiera del usuario dentro del sistema bancario y permite evaluar su nivel de riesgo al solicitar nuevos créditos.
Qué significan las calificaciones del historial crediticio
El historial crediticio muestra una clasificación que refleja el comportamiento de pago del deudor. Existen diferentes escalas, según el tipo de crédito:
Las calificaciones del historial crediticio representan una forma de medir el comportamiento de pago de una persona ante las entidades financieras. Cada letra o categoría indica el nivel de cumplimiento del deudor con sus obligaciones y sirve como una referencia para determinar el riesgo crediticio que este representa.
Microcréditos y créditos de consumo:

- A: al día o hasta 1 mes de mora.
- B: más de 1 hasta 2 meses de mora.
- C: más de 2 hasta 4 meses de mora.
- D: más de 4 hasta 6 meses de mora.
- E: más de 6 meses de mora.
Créditos empresariales menores e hipotecarios para vivienda:
- A: al día o hasta 1 mes de mora.
- B: más de 1 hasta 3 meses de mora.
- C: más de 3 hasta 6 meses de mora.
- D: más de 6 hasta 12 meses de mora.
- E: más de 12 meses de mora.
Para deudores empresariales mayores, la clasificación se detalla en los artículos 29 y 30 del Reglamento para la Administración del Riesgo de Crédito, aprobado mediante Resolución JM-93-2005.
Cómo interpretar la calificación crediticia
Las calificaciones del historial crediticio indican el comportamiento de pago de una persona ante las entidades financieras. Cada letra representa un nivel distinto de cumplimiento y sirve para determinar el riesgo crediticio del usuario.
Estas letras van escalando según el tiempo de retraso en los pagos: mientras más tiempo se acumule sin pagar, más baja será la calificación.
Por ejemplo, la categoría A corresponde a una persona que está al día o con hasta un mes de atraso, mientras que la categoría E refleja una mora superior a seis o doce meses, dependiendo del tipo de crédito.
En otras palabras, una calificación alta (A) indica que el usuario cumple puntualmente con sus obligaciones, mientras que una calificación baja (D o E) revela retrasos prolongados o incumplimientos.

Estas clasificaciones son utilizadas por los bancos y demás entidades financieras para evaluar la confiabilidad y capacidad de pago del solicitante. Mantener una buena calificación crediticia permite acceder a préstamos en mejores condiciones y fortalecer la reputación financiera personal.
Recomendaciones para mantener un buen historial crediticio
La SIB recomienda a los usuarios seguir estas prácticas para conservar una buena calificación crediticia:
- Comparar las opciones de crédito antes de contratar, evaluando tasas de interés y condiciones.
- Leer cuidadosamente el contrato, para conocer derechos y obligaciones.
- Revisar periódicamente los estados de cuenta para detectar inconsistencias.
- Pagar puntualmente en las fechas pactadas, evitando incurrir en mora.
Mantener un historial positivo no solo mejora la reputación financiera de una persona, sino que también facilita el acceso a créditos futuros con mejores condiciones.