El Gobierno israelí participó en el traslado a Israel y “rescate” de diez familias con 20 niños de la secta judía ultraortodoxa Lev Tahor asentada en Guatemala, con la intención de rehabilitarlos en la sociedad, según informó este domingo el Parlamento israelí (Knéset), en un comunicado.

Según la nota, que detalla la discusión del asunto en una comisión parlamentaria, los menores —calificados como “supervivientes de la secta”— están al cuidado de uno de sus progenitores.

El 21 de noviembre del 2024, Guatemala rescató a 160 menores de una comunidad de Lev Tahor en el oriente del país, y posteriormente la Procuraduría General identificó al menos tres casos de matrimonios forzados.

Lev Tahor se estableció en Guatemala en el 2013. La mayoría de sus integrantes llegó desde Canadá y México, donde enfrentan procesos judiciales por delitos sexuales contra menores. En Guatemala, han sido expulsados de algunas regiones por conflictos con pobladores indígenas.

“Debemos garantizar que los menores se integren en los marcos educativos adecuados. El difícil caso de la repatriación de los niños y supervivientes de la secta Lev Tahor debería agudizar nuestra conciencia sobre la necesidad de perfeccionar la definición legal y maximizar sus derechos en Israel y en todo el mundo”, expresó Gilad Kariv, presidente de la Comisión de Aliá y Diáspora de la Knéset.

Las familias, añadió, están recibiendo ayuda financiera gubernamental, aunque la calificó de insuficiente.

Una representante del Ministerio de Educación israelí explicó ante la comisión que están organizando la admisión de los menores en el ciclo escolar próximo, aunque algunas familias quieren inscribirlos en colegios ultraortodoxos, sobre los cuales su dependencia no tiene plena supervisión.

Por su parte, un representante del Ministerio de Salud informó que las familias se niegan a aceptar asistencia psicológica para los niños.

Según el Ministerio de Seguridad Nacional, las familias fueron trasladadas a Israel durante el conflicto con Irán —que concluyó hace dos semanas—, a pesar del cierre del espacio aéreo.