Más empleo en Antigua, Petén y Escuintla: claves para atraer nuevas inversiones y negocios

Más empleo en Antigua, Petén y Escuintla: claves para atraer nuevas inversiones y negocios

El país necesita políticas públicas, zonas francas, conectividad y talento técnico para crear polos industriales fuera de la ciudad de Guatemala. Iniciativas como la Ley Promesa y la mejora de la infraestructura son clave para el desarrollo regional.

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06/11/2025 06:00
Fuente: Prensa Libre 

Feed Solutions es una planta industrial de CMI que produce alimentos para mascotas y ganado. Esta planta encontró un lugar para expandirse en Masagua, Escuintla. Jorge Mario Ordoñez, jefe de Producción de la planta Aliansa Escuintla, afirma que en la producción se cuenta con maquinaria y tecnología de punta, con el objetivo de maximizar la capacidad y la calidad para los clientes.

Giancarlo Ioli, director comercial de Feed Solutions, destaca que es necesario contar con mano de obra tecnificada, así como con oportunidades logísticas, industriales y energéticas, para generar la cantidad de empleos que la industria requiere.

Escuintla ha sido un municipio competitivo, ya que mantuvo un desempeño sólido dentro del Índice de Competitividad Local como una de las ciudades intermedias del país. Su PIB per cápita aumentó de US$ 11,821.81 en 2023 a US$ 12,681.48 en 2024, por encima de otros polos urbanos como Puerto Barrios (US$ 7,984.54) y Antigua Guatemala (US$ 5,479.64) en el mismo período.

A pesar de oportundiades como esta, la mayoría de los servicios se concentran en la ciudad de Guatemala, aunque se han ido expandiendo gradualmente hacia los municipios vecinos. Esto genera una concentración, pues ciertos servicios atraen a otros. Así lo señala Rubén Morales, exministro de Economía, quien indica que en la capital se ubican los principales servicios, universidades, centros de capacitación y servicios básicos, lo cual provoca una migración interna.

Esta concentración de servicios causa congestión y eleva los costos, por lo que se vuelve necesario descentralizar el desarrollo. Según Jorge Benavides, investigador asociado en Fundesa, es posible desarrollar polos más asequibles mediante iniciativas que incentiven la contratación local.

Además de Escuintla, Antigua Guatemala, Petén, Puerto Barrios, Huehuetenango y Retalhuleu son municipios con potencial para albergar nuevos polos industriales, de acuerdo con Enrique Font, presidente de la Cámara de Industria.

Además, se identifican cuatro industrias con alto potencial de atracción de inversión: el sector farmacéutico y de medicamentos, los equipos médicos, los BPO y los equipos electrónicos. Así lo explica Font, quien resalta la necesidad de ampliar el desarrollo de zonas francas e industriales que garanticen acceso a energía eléctrica, fuentes de agua y telecomunicaciones confiables.

Departamentos con potencial para atraer desarrollo

La creación de polos industriales fuera de la ciudad de Guatemala permite que las empresas se instalen, generen mercado, aumente la población y se dinamice la economía, según Morales. “Pero, para que esto ocurra, se deben llevar a los departamentos servicios básicos, infraestructura y energía eléctrica, para que las empresas vean atractivo trasladarse”, añade.

Alejandro Guillén, gerente del negocio industrial de Spectrum, identifica tres regiones estratégicas para lograr esta descentralización: el sur, cerca de Puerto Quetzal; el Atlántico, en proximidad a Puerto Barrios; y la frontera con México. También señala que otras zonas pueden emerger según su vocación productiva y el tipo de industria.

A raíz de esta tendencia, se observa interés en Escuintla, Puerto Barrios, San Marcos y Retalhuleu. Wendy Mena, gerente de estrategias de Invest Guatemala, afirma que estas regiones son más adecuadas para la inversión debido a la existencia de zonas económicas de desarrollo especial, que generan condiciones favorables para los inversionistas.

Un ejemplo es Escuintla. Morales destaca que el departamento cuenta con industria, agroindustria e infraestructura como Puerto Quetzal. “Tenemos muchas plantas que ya no operan dentro del área metropolitana y su base está localizada principalmente en la ciudad de Escuintla”, asegura Luis Mazariegos, director de proyectos de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB).

Concentrado de planta Aliansa. (Foto Prensa Libre: Luis Carlos Moreno).

Especialmente en el sector de alimentos, Escuintla se ha convertido en un punto estratégico para el traslado de empresas, al ofrecer mejor acceso para transporte pesado, camiones de reparto y horarios de operación más accesibles. Según Mazariegos, esta región ha atraído a industrias de lácteos, dulces, aceites y grasas.

Al igual que Escuintla, Quetzaltenango resulta ideal para atraer al sector de frutas y verduras enlatadas. Por su parte, Retalhuleu podría consolidarse como polo para la industria del dulce y el chocolate, gracias a la disponibilidad de cacao.

Otros polos ya desarrollados se encuentran en Quetzaltenango, que cuenta con infraestructura, industria consolidada y un centro educativo de referencia para el occidente y suroccidente del país, según Morales. El exministro también menciona a Río Hondo y Teculután como zonas que han logrado atraer servicios y población.

“Vemos que la gran oportunidad está hacia el sur: vincular la producción de los nueve municipios conurbados del departamento de Guatemala, saliendo por Palín hacia Escuintla y conectando con puertos del Pacífico”, declara Benavides.

La Ley Promesa, una apuesta por la descentralización

Para fomentar polos de desarrollo regional, es necesario implementar nuevas políticas públicas. La iniciativa denominada Ley Promesa busca la descentralización y tiene como objetivo atraer inversiones al interior del país, explica Mena, quien indica que con ello se impulsa el desarrollo en todo el territorio.

Según Mena, la propuesta contiene dos ejes principales. El primero es un programa de subvenciones no reembolsables, destinado a que más empresas puedan construir fábricas, invertir en investigación y desarrollo, especializar capital humano y avanzar hacia procesos más sofisticados. El segundo es un esquema de incentivos para inversiones fuera del área metropolitana, similar al que ya existe para sectores estratégicos.

En cuanto a este último punto, Mena detalla que se incluirían exenciones del ISR, exoneraciones para importar materias primas y facilidades para exportar sin pagar impuestos. “Aunque el Código Tributario limita estos beneficios a 10 años, la novedad es ofrecer incentivos adicionales a las empresas que reinviertan más de US$5 millones o US$10 millones, o que generen más de 100 o 200 empleos en nuevas plantas”, afirma.

La iniciativa también contempla la agilización de trámites, la simplificación de permisos y licencias, así como el incentivo para construir parques industriales, ampliar la disponibilidad de naves industriales y facilitar la contratación de talento.

Por otro lado, también se considera necesario descentralizar las operaciones de quienes ya invierten en Guatemala. Según Benavides, esto acerca el desarrollo a la población, reduce la migración hacia la capital o al extranjero, permite la contratación en escala, la vinculación con mercados internacionales y la inversión en otros sectores como la educación, la vivienda y la salud.

Qué se necesita para atraer inversión industrial

Además de la Ley Promesa, se deben generar condiciones suficientemente atractivas para que las industrias se instalen en otros departamentos del país. Para Font, esto implica fortalecer la gobernanza y aplicar políticas públicas que aceleren la creación de polos de desarrollo. Entre los factores clave, destaca la necesidad de ofrecer incentivos fiscales, certeza jurídica y retorno de inversión.

Uno de los aspectos prioritarios es la modernización de los puertos. Font señala que es necesario actualizar la Ley de Puertos o promover una nueva legislación que permita inversión privada en terminales portuarias y contribuya a reducir la congestión.

Otro elemento fundamental son los parques industriales. “Si no se cuenta con zonas francas donde haya infraestructura adecuada, no podremos competir con otros países”, advierte el presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG). Según Mena, para que un inversionista se interese en una región específica, esta debe contar con techo industrial disponible y adecuado para comenzar operaciones de inmediato.

Parte de Planta Aliansa en Masagua, Escuintla. (Foto Prensa Libre: Luis Carlos Moreno).

Asimismo, estas zonas deben estar interconectadas. Guillén resalta que la ubicación es un factor clave: deben estar cerca de fuentes de mano de obra, empresas productoras y operadores logísticos. Considera que un parque industrial actúa como catalizador del desarrollo y propone otorgar beneficios que se renueven cada 10 años, a fin de mantener el interés empresarial en el país.

Estos parques también deben contar con servicios básicos como energía eléctrica. “Aunque el país tiene una cobertura superior al 90%, hay zonas como Alta Verapaz con menor acceso. Es un departamento con gran potencial, pero con condiciones geográficas complejas”, destaca Morales. A su juicio, un departamento con suficiente suministro eléctrico resulta más productivo y atractivo para las empresas.

Morales también argumenta que el concepto de ciudades intermedias debe retomarse y actualizarse, pues ya existen estudios de hace más de una década que identifican estas zonas como núcleos con alto potencial. Ante ello, Mazariegos considera necesario un plan maestro articulado entre el Gobierno, las municipalidades y el sector privado.

Mano de obra disponible

Para fomentar la creación de ciudades intermedias, es indispensable contar con mano de obra calificada. Según Mazariegos, esto representa un reto en el interior del país, ya que es difícil encontrar el nivel académico requerido para desempeñar funciones operativas. “Se necesitan competencias acreditables; ahí el Intecap puede ser la respuesta, certificando el manejo de maquinaria y vehículos”, afirma.

De acuerdo con Mena, la mano de obra debe estar disponible en un radio de entre 30 y 60 minutos, idealmente con habilidades técnicas desarrolladas.

Mazariegos considera que la inversión en capital humano es esencial y puede abordarse desde dos frentes: por un lado, involucrar a migrantes retornados con conocimientos técnicos, para que el Intecap los certifique; y por otro, capacitar a jóvenes egresados del nivel diversificado en oficios demandados, como pilotos de transporte.

Morales añade que implementar programas específicos según el potencial de cada zona permitiría la especialización y la formación de clústeres productivos.

Desafíos para atraer inversión extranjera

Actualmente, la inversión en parques industriales o zonas logísticas proviene principalmente de empresarios nacionales, señala Mena. No obstante, hay interés por parte de inversionistas de El Salvador, Costa Rica, Colombia y Asia en desarrollar parques tecnológicos especializados. Aun así, muchos dudan de si Guatemala es el destino ideal, debido a diversos factores.

Uno de los principales desafíos, según Font, es la tramitología. “Guatemala tiene más de 5 mil trámites relacionados con el Estado, y un 37% de ellos requieren hasta tres procesos distintos para obtener un permiso”, afirma.

Manejo de procesos dentro de la planta Aliansa. (Foto Prensa Libre: Luis Carlos Moreno).

Mazariegos advierte que el acceso a los servicios estatales está centralizado en la ciudad de Guatemala. Aspectos clave como el registro sanitario de alimentos o la calificación de plantas de producción no cuentan con sedes departamentales, lo que obliga a las empresas a gestionar toda la tramitología en la capital.

Otro obstáculo, según Font, es la infraestructura, tanto terrestre como marítima y aeroportuaria. Mazariegos añade que la deficiencia portuaria ha contribuido al alza en los precios de los alimentos. “Guatemala aún no cuenta con rutas desarrolladas para atender con eficiencia”, subraya Mena.

Por su parte, Guillén identifica la falta de promoción internacional como uno de los retos más relevantes. “Muchas empresas extranjeras no conocen las ventajas de Guatemala y se sorprenden al descubrir su estabilidad”, indica. Considera que el país debe posicionarse mejor en los mercados globales.

Actores clave para impulsar la descentralización

La descentralización requiere la participación activa de actores estratégicos que refuercen y actualicen las políticas públicas. Entre ellos destaca el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), responsable de carreteras, puertos y aeropuertos, según Font.

Desde el Congreso de la República, Font plantea la necesidad de modernizar la Ley de Alianzas Público-Privadas y aprobar una Ley de Fomento a la Inversión que establezca beneficios e instrucciones claras para el desarrollo industrial regional.

A nivel municipal, es esencial impulsar la formación técnica. Morales sostiene: “El Intecap tiene presencia en todo el país, un amplio presupuesto y capacita a miles de personas cada año. Es importante que desarrolle programas en función de las necesidades de la industria”.

Morales también afirma que el Ministerio de Economía, como ente rector de la política industrial y del desarrollo económico, debe coordinar con las alcaldías y dar prioridad a las ciudades intermedias. Por su parte, los alcaldes deberían ofrecer incentivos desde el ámbito municipal, como reducción de tasas o beneficios en licencias de construcción, para competir entre municipios por atraer inversión.

Además, para que la vida de empleados e inversionistas sea sostenible, es necesario que entidades gubernamentales como el Renap, la SAT, el Igss y el Instituto Guatemalteco de Turismo se instalen en los territorios con potencial, indica Benavides. Añade que este debe ser un esfuerzo deliberado entre actores locales, autoridades nacionales, iniciativa privada y el Estado.

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