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De Amatitlán a reina nacional: María Álvarez celebra el regreso de la corona a Guatemala, después 28 años
María Álvarez se convirtió en la nueva Reina Nacional de las Fiestas de Independencia del 2025, triunfo que dedica a su natal Amatitlán, el lugar que la vio crecer y soñar.
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Con gratitud y emoción, María Álvarez celebró su coronación como Reina Nacional de las Fiestas de Independencia del 2025, título que dedicó a su natal Amatitlán, el lugar que la vio crecer y soñar. La joven destacó que su triunfo se lo debe al apoyo de los habitantes de su municipio, logro que devuelve la corona al departamento de Guatemala, después de 28 años.
Con tan solo 21 años, María Paula Álvarez ha buscado promover la educación inclusiva, meta que impulsa con su nueva plataforma, así como la cultura, las tradiciones y el legado del país.
En busca de cumplir sus sueños, Álvarez se orientó hacia la docencia al estudiar una licenciatura en Educación, con diplomado en Psicopedagogía, y graduarse como profesora en Educación Inclusiva.
“Me he caracterizado por ser una mujer amorosa, empática, resiliente, tenaz, responsable”, valores que —según detalló Álvarez— la han llevado a obtener el título de Reina Nacional de las Fiestas de Independencia.
En una entrevista con Prensa Libre, María Paula Álvarez destacó que, a partir de este título, nacen nuevas aventuras, sueños y metas que busca alcanzar para representar a su natal Amatitlán, a Guatemala y a la comunidad quetzalteca, a quienes ahora representa.
El amor por su municipio: Amatitlán
“Amatitlán me ha visto crecer, Amatitlán me ha visto soñar, Amatitlán me ha visto luchar por mis sueños. Sin duda, ellos han estado presentes, cada uno de los pepiteros de corazón ha estado presente en los sueños”, dijo Álvarez al iniciar a hablar sobre sus orígenes.
Su municipio ha formado parte de sus sueños, ya que el título de reina alcanzado es resultado del trabajo de muchas personas de Amatitlán que la apoyaron durante su preparación, en sus proyectos y con su respaldo incondicional.
Cuenta que, luego de ser electa como Flor de Mayo de Amatitlán, inició sus preparativos para representar a Guatemala en el certamen Reina Nacional de las Fiestas de Independencia, lo cual le dejó poco tiempo para alistarse.
Con maletas en mano y la visión de dejar en alto el nombre de su municipio, decidió honrar su cultura y tradición al portar la indumentaria maya de Amatitlán.
“Para el traje típico yo quería traer el de Amatitlán, porque uno nunca debe olvidar de dónde viene”, expresó. Con ello quiso mostrar su gratitud hacia su pueblo.
“Siempre voy a estar agradecida con Dios por haberme puesto en una tierra bendita como lo es Amatitlán”, dijo la nueva reina.
¿Cómo fue la competencia?
Respecto de su participación en el certamen de belleza, María Álvarez señaló que fue un proceso emocionante, ya que, desde su llegada a Xela, las 22 concursantes fueron recibidas como reinas, lo que la hizo sentirse cómoda.
La amistad forjada con sus 21 compañeras representantes de los otros departamentos del país espera que sirva como un enlace para trabajar en conjunto en proyectos venideros, en los que las representantes puedan ser voceras de la cultura, la tradición y la historia de Guatemala.
“Creo que al trabajar juntas vamos a poder llegar mucho más lejos. No es un trabajo únicamente mío, sino también de ellas, que son las portavoces en cada uno de sus departamentos”, resaltó.
Portavoz de la cultura y de los proyectos sociales
En su intención de aprovechar la plataforma que le brinda su nuevo título, Álvarez busca convertirse en promotora de la cultura. Uno de sus proyectos consiste en visibilizar al grupo folclórico Mengalas de Amatitlán, del cual fue integrante durante 10 años.
“Seguir trabajando por la cultura, por supuesto, también utilizando las redes sociales para promover el rescate de nuestro lago de Amatitlán, porque, sin duda, las pequeñas acciones son las que cuentan”, agregó.
Por último, envió un mensaje a las señoritas y jóvenes para que continúen luchando por sus sueños, a pesar de las dificultades que puedan surgir en el camino, para que esos sueños no se queden como tales, sino se conviertan en metas alcanzadas.