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Fatiga constante: qué nutrientes podrían estar faltando en su cuerpo
¿Sientes cansancio todo el tiempo, aunque duermas bien? La fatiga crónica podría estar ligada a una falta de vitaminas y minerales clave en su dieta.
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Todos hemos experimentado la fatiga en algún momento. Es normal sentirse agotado después de un día ajetreado o de una noche de mal sueño. Este tipo de cansancio físico y emocional suele aliviarse con descanso o ejercicio, según los expertos.
Sin embargo, si el agotamiento es constante y abrumador, podría ser un indicio de un problema más serio. La Clínica Mayo señala en su Guía de autocuidado que, si la fatiga no está acompañada de otros síntomas, una causa común es la falta de ejercicio regular. En estos casos, aumentar la actividad física de forma gradual puede ser la solución.
Si el cansancio persiste por dos semanas o más, incluso después de haber descansado lo suficiente, es recomendable buscar atención médica. La fatiga puede ser resultado de problemas de salud, tanto físicos como emocionales. Se dice que la fatiga física es más intensa por la tarde y mejora con el sueño, mientras que la emocional suele ser más fuerte por la mañana y disminuye a lo largo del día.
Posibles causas médicas y la importancia de un diagnóstico
Si la fatiga es crónica, es crucial consultar a un médico para descartar problemas de salud subyacentes. La Clínica Mayo sugiere revisar la cantidad de glóbulos rojos, la actividad tiroidea, y verificar si hay infecciones, enfermedades cardíacas, cáncer o diabetes.
Además de las causas médicas, los malos hábitos alimentarios y la falta de nutrientes también son factores importantes. El medio Infobae destaca que existe un fenómeno conocido como TATT (del acrónimo en inglés tired all the time, o “cansado todo el tiempo”), en el que la alimentación puede jugar un papel determinante para mantener la energía y prevenir enfermedades.
No existe un solo alimento que fortalezca el cuerpo. Todo se basa en mantener hábitos alimentarios saludables y llevar una dieta variada, en cantidad y calidad, que provea los nutrientes necesarios para una salud y nutrición óptimas. Es importante mencionar que hay nutrientes específicos cuya relación con la energía corporal es indiscutible, según la nutricionista Carmen Rosa Guillén.
Esto resalta la importancia de una alimentación diversa que incluya frutas y vegetales para garantizar una ingesta adecuada de vitaminas y minerales. De esta manera, se ayuda a reforzar el sistema inmunológico, tomando en cuenta el control de hábitos alimentarios saludables, condiciones higiénico-sanitarias, una dieta equilibrada, descanso y ejercicio.
Se recomienda, en general, hacer ejercicio, comer saludablemente e incluir alimentos de todos los grupos en cada tiempo de comida. Una idea práctica para lograrlo es aplicar el modelo del “plato del buen comer”: ½ de vegetales y/o frutas, ¼ de cereales y ¼ de alimentos de origen animal.
La hematóloga pediatra Silvana Carolina Oliva destaca, por ejemplo, que en casos de anemia el hierro cumple un rol fundamental en la dieta, especialmente en niños y mujeres embarazadas. Este mineral se encuentra en alimentos como carnes, huevos, lentejas, frijoles, brócoli y verduras de hoja verde.
Si se ha recetado un suplemento de hierro, la doctora Oliva recomienda tomarlo en ayunas para mejorar su absorción y combinarlo con alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos o el kiwi.
El papel de la alimentación y otras vitaminas clave
Una dieta variada y balanceada es esencial para combatir la fatiga. La especialista en medicina biológica Leticia Rodríguez menciona alimentos beneficiosos como acelga, espinaca, ortiga, fenogreco y tés de menta. También recomienda consumir jugo de remolacha con zanahoria y perejil, así como frutas como arándanos, uvas y fresas.
Además del hierro, otras vitaminas cumplen un papel crucial en la energía y el sistema inmune:
- Vitaminas del complejo B: Fundamentales para la producción de energía.
- Vitaminas C y A: Ayudan a la formación de glóbulos blancos y otras proteínas del sistema inmune.
- Vitamina D: Su deficiencia es común y puede contribuir a la fatiga. Se obtiene principalmente de la exposición solar y, en menor medida, de alimentos como pescados grasos y yema de huevo.
Para aumentar los niveles de vitamina D, además de la dieta, es vital tomar el sol. Se recomienda una exposición de 15 a 20 minutos, preferiblemente antes de las 10 horas o después de las 15 horas. Leticia Rodríguez también sugiere caminar al aire libre como forma de relajación.