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Cuaresma 2025: ¿Qué significa el color morado y por qué se usa en este tiempo litúrgico?
Con profundo significado litúrgico, el color morado representa las vivencias del pueblo de Dios y recuerda la pasión de Jesucristo en la Tierra.
La caída de las flores de jacaranda, el aroma a corozo y la imposición de la cruz de ceniza anuncian el inicio de la Cuaresma, tiempo de reflexión y penitencia destinado a preparar la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Para los fieles católicos, este período se caracteriza por diversos símbolos, entre los cuales destaca el uso del color morado, presente en las alfombras de aserrín, los trajes de los cucuruchos y los adornos de los altares cuaresmales que engalanan estos 40 días previos al Triduo Pascual. Este color, más allá de su presencia visual, posee un profundo significado espiritual.
Denominado morado penitencial, fue establecido como color litúrgico a finales del siglo XII por el papa Inocencio III, cuando se oficializó el uso de distintos colores para diferenciar las ornamentaciones propias de cada tiempo del calendario eclesiástico.
Para la Iglesia, el morado adquiere distintos significados relacionados con la vivencia espiritual del pueblo de Dios, especialmente en los denominados tiempos fuertes, como el Adviento y la Cuaresma, al considerarse un color sobrio, serio y cargado de simbolismo.
Morado penitencial en la Cuaresma
El libro litúrgico de la Iglesia católica, el Misal Romano, establece que este color representa la preparación espiritual y la penitencia durante el tiempo de Cuaresma. En otros tiempos del calendario litúrgico, ajenos a la Cuaresma o la Pascua, el morado también se asocia con el luto, como representación de la muerte de Jesucristo.
Durante la Cuaresma, el morado penitencial simboliza la austeridad, la penitencia, la profundización espiritual, el dolor y la preparación para la pasión de Cristo.
Para la Iglesia, su uso en este período recuerda a los fieles el sufrimiento de Jesucristo previo a su crucifixión, pero también invita a la reflexión sobre la propia vida y la dependencia del amor y la voluntad de Dios.
El Manual de Liturgia establece que el color se deriva de una mezcla de significados y colores, de donde nace su importancia y simbolismo. Al ser un color obtenido de dos colores primarios como el rojo y el azul, se unen sus simbolismos: el rojo, que representa el amor, y el azul, que alude a la inmortalidad; juntos simbolizan la austeridad, la penitencia, la profundidad espiritual y la preparación.
El portal Opus Dei detalla que “el color morado en las misas de difuntos despierta en nosotros la visión sobrenatural, la cercanía de Dios, ante la realidad de la muerte”.
¿De dónde nace el uso del morado?
El uso de este color nace de una vivencia de Jesucristo durante el tiempo de pasión. Históricamente, se detalla que Jesús fue arrestado por los romanos, acusado por los líderes judíos de blasfemia, y llevado ante el gobernador Poncio Pilato, quien lo entregó a los soldados para ser azotado.
Se cree que, luego de ser azotado, los soldados se burlaron de Jesús llamándolo el Rey de los judíos, y le colocaron un manto morado, color que solo usaba la realeza en ese tiempo. Posteriormente, le pusieron una corona de espinas.
Es por ello que este color simboliza la penitencia y el luto por el sufrimiento de Jesucristo.

El manto morado de Jesús recuerda el sufrimiento que vivió previo a su rusificación. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)