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Corozo, aroma que distingue a la Cuaresma
Junto a las imágenes, bandas y gastronomía, esta flor marca y caracteriza a la Semana Santa.
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Fotos: Gabriel Herrera
Durante la época de Cuaresma y Semana Santa hay un “perfume” característico, penetrante y agradable que se respira en calles y avenidas , en la capital y los departamentos del país. Se trata de un olor distintivo de la temporada y famoso en Guatemala: el corozo.

Las ramillas uniformemente acondicionadas en las vainas florecientes provienen de una palmera llamada manaco, que en esta época del año ofrece sus frutos para revestir alfombras y altares, especialmente el Domingo de Ramos, cuando se abre la fiesta religiosa más importante del año.
70 años tienen las palmas de la familia Hernández Loarca.
Preparar una ramilla de corozo como adorno requiere un trabajo especial, desde buscar la palmera, realizar el corte y ponerla en tierra. Ello implica un ritual, valor, experiencia y esfuerzo físico para trepar palmeras de hasta 12 metros de altura.

Diario de Centro América fue invitado por la familia Hernández Loarca a visitar un bosque en Santa Bárbara, Suchitepéquez, con el objetivo de conocer el proceso de corte de estas vainas aromáticas. El esfuerzo implica un trabajo en equipo, que requiere del padre e hijos para apoyar la labor de Erick Vela, el cortador de la familia.

Daniel Hernández, líder del hogar, explica que las palmeras de su propiedad fueron sembradas hace unos 70 años. Producen entre 10 y 12 vainas de corozo en esta época y, como en varios lugares de la Costa Sur, es un producto demandado durante estas fechas. Por su parte, Vela explica que previo a cortar los frutos, es preciso realizar un ritual, el cual consiste en arrodillarse al pie del árbol para pedir permiso al santo mundo y a la naturaleza, para obtener las vainas y que los libre de accidentes.
12 metros llegan a medir las plantas que se escalan en busca del fruto.

Las palmas más utilizadas son las del manaco, pero también pueden cortarse la del coyol o palmera africana. 
El trabajo puede lucirse con varias flores, aunque en este lugar lo típico son las varitas de San José. 
Don Daniel, jefe de la familia Hernández Loarca, recibe, desata y acomoda las envolturas. 
Las ramillas son la textura y el aroma típico que provienen de una labor especial. 
Don Erick y comunitarios de la iglesia de Santa Bárbara, Suchitepéquez, elaborarán unos 3 mil productos.