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Guatemala quiere endulzar el mundo: así planea crecer seis veces su venta de confites
Con una ventaja competitiva en la producción de materia prima, el azúcar, Guatemala podría alcanzar US$632 millones en 2030 en ventas de dulces al mundo. La meta incluye mayor industrialización, apertura a nuevos mercados y adaptación a estándares internacionales.
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Guandy es una empresa que fabrica dulces desde hace más de 30 años, según Gerardo Araneda, director general del Grupo Guandy e Industria de Golosinas. Araneda señala que, actualmente, la empresa exporta alrededor de 12 mil contenedores anuales llenos de golosinas, entre las que se encuentran marshmallows, gomitas y chocolates, a 35 países diferentes. Según Araneda, en el país hay constituidas 10 empresas de confitería, cuyo denominador común es la exportación.
En estos momentos, las exportaciones de confitería en Guatemala representan solamente el 1.8%, según datos proporcionados por Daniel González, responsable de Análisis Económico para Centroamérica y República Dominicana de Deloitte. No obstante, Valeria Prado, viceministra de Inversión y Competencia del Mineco, estima que el mercado de confitería podría incrementarse hasta US$632 millones para 2030. Esto se sustenta en la disponibilidad de materia prima: el azúcar.
Fernando Cifuentes, gerente general de Atkinson Candy Company de Guatemala, S.A., explica que en Estados Unidos, durante mucho tiempo, el azúcar fue un producto protegido, lo que conllevó a que este producto fuera más caro que en el mercado internacional. Mientras en este último cuesta 30 centavos de dólar, en Estados Unidos cuesta 70. “Pues desde que ellos la protegen, siempre está más cara porque cuando se acaba, tienen que importar”. Esto, según Cifuentes, derivó en que muchas empresas buscaran alternativas en otros países, como el caso de Atkinson Candy Company, que decidió ingresar a Guatemala.
Felipe Baselga, socio de Banca de Inversión para Deloitte Latinoamérica, asegura que, en Guatemala, la industria de confitería vale alrededor de medio billón de dólares. A pesar de no ser un mercado grande, cuenta con empresas bien posicionadas a nivel regional y con potencial de crecimiento. Por otro lado, Wendy Mena, líder del equipo de Atracción de Inversiones de Invest Guatemala, señala que Guatemala es uno de los principales exportadores de azúcar a nivel mundial.
Repostería, galletería y vitaminas
Mena destaca que, cuando se habla sobre el potencial del país en el área de confitería, no se trata solamente de dulces, sino también de repostería, galletería e incluso vitaminas: “Todo aquello que pueda tener como un insumo vital, el azúcar”.
Para lograr el incremento de US$632 millones para 2030, datos proporcionados por Prado indican que se deben seguir tres ejes: la innovación de empaques, sabores y formatos; el desarrollo de cadenas de valor, y la industrialización local de insumos, tales como el cacao y la leche. Además, se debe mejorar la expansión hacia mercados meta, especialmente a través de canales digitales.
Asimismo, Prado destaca que se debe fortalecer la cadena de valor, de la cual Guatemala ya forma parte. La viceministra señala que se debe aprovechar la relación con socios estratégicos para poder abastecerse de los productos que no se pueden conseguir en el país. Entre los países con los que existe una relación estratégica están México, Estados Unidos, Costa Rica y Perú; regiones que, según Prado, pueden ayudar a consolidar a Guatemala como un competidor de confitería en el mundo.
Mena complementa que se necesitan más empresas que puedan proveer otras materias primas, además del azúcar, como colorantes, saborizantes y aditivos alimentarios. Del mismo modo, señala que, a partir de las nuevas tendencias saludables, se debe ajustar la estrategia para promocionar al país y desarrollar más cadenas de proveedores.
Por otro lado, Araneda, quien además es presidente de la gremial de Dulces, Chicles y Chocolates, adscrita a la Cámara de Industria de Guatemala, destaca la necesidad de crear una estrategia de locomoción fluida y descentralización económica, para evitar que todos los servicios se concentren en la ciudad capital. González menciona que la falta de mejoras en la infraestructura, tanto en puertos, caminos como en aduanas, ha sido uno de los principales inhibidores para detonar un mayor crecimiento y producción.
Para Cifuentes, el Mineco debe trabajar junto con el Ministerio de Relaciones Exteriores para enfrentar los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos. “Nosotros estamos pagando el 10% del valor de cada contenedor y nuestro mayor competidor es México, que no está pagando ningún impuesto en confitería”, destaca Cifuentes.
¿Qué ofrece Guatemala?
Según el Mineco, las exportaciones de confitería han aumentado entre 2022 y 2024. Durante 2022 se exportaron US$111.8 millones, cifra que aumentó a US$117.8 millones en 2024. Los principales destinos de los dulces fabricados en Guatemala son México, con US$30.95 millones; Honduras, con US$15.5 millones, y República Dominicana, con US$12.3 millones.
“Somos un país azucarero”, así describe Araneda a Guatemala. Señala que este ingrediente y el capital humano son elementos que dan ventaja al país. Además, Araneda menciona como otro punto favorable los acuerdos comerciales firmados durante los años 2000.
“Nos da una ventaja tener nosotros el cultivo acá en Guatemala y la producción de azúcar, pues nos permite ser atractivos para atraer a mayores empresas que puedan producir dulces”, afirma Cifuentes, quien añade que el país tradicionalmente ha tenido una oferta considerable dentro de la industria de confitería.
Por otro lado, Cifuentes sostiene que otro aspecto que beneficia al país es su posición geográfica, ya que se encuentra cerca de los mercados más grandes: México y Estados Unidos. Según Cifuentes, el país cuenta con la ventaja de poder vender hacia el sur —tanto Centroamérica como Sudamérica— y al norte.
¿Qué se debe mejorar?
Para Araneda, lo que Guatemala debe mejorar se resume en cuatro puntos: crisis de inseguridad, la logística y movilidad y la gestión de trámites. Según Araneda, actualmente se han registrado hasta 30 buques internacionales esperando ser atendidos en las aduanas, y los trámites que deberían tardar una semana se demoran hasta dos meses.
Cifuentes complementa que la sobrecarga en los puertos ha ocasionado que algunos barcos decidan no detenerse en el puerto de Guatemala, lo que genera pérdidas de tiempo: “El tema es que cuando se hace una negociación a nivel internacional, uno queda con el cliente en una fecha de entrega, y estos atrasos definitivamente nos hacen quedar mal”.
Por otro lado, Cifuentes asegura que los trámites relacionados con el área de control de alimentos tardan hasta tres meses, lo cual también resta competitividad. No obstante, según Prado, el Mineco está trabajando de la mano con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Agricultura y Ganadería para la simplificación y digitalización de trámites, a fin de que los registros sean cada vez más ágiles y eficientes.
En otro aspecto, Mena argumenta que, a pesar de contar con un precio competitivo del azúcar, se debe mejorar la competitividad en aspectos como la mano de obra y el costo de insumos como electricidad y agua. Baselga, a su vez, destaca la necesidad de capacitación y capital humano, debido a la migración de guatemaltecos a Estados Unidos, lo que provoca escasez de mano de obra.
Innovación y nuevas prácticas
Araneda menciona que los destinos que ya se incluyen en la ruta del dulce guatemalteco son Centroamérica y el Caribe, además de Norteamérica, debido a los tratados de libre comercio y a los acuerdos firmados entre países. No obstante, asegura que existe capacidad para exportar más. “Yo creo que existe una demanda superior”, señala Araneda.
González agrega que también se podrían explorar regiones como Arabia Saudita e Israel, que podrían registrar un crecimiento potencial a mediano plazo. Asimismo, Cifuentes argumenta que existe una oportunidad de mercado en todas las islas del Caribe, aunque actualmente no se cuenta con una ruta directa para llegar a estas regiones.
Para Baselga, el empaquetado es de suma importancia, especialmente para exportar a sectores como Estados Unidos, a fin de desarrollar una diferenciación de productos. Entre estos aspectos, menciona la sostenibilidad, que cada vez adquiere mayor relevancia para el mercado objetivo.
Baselga señala que Guatemala debe sofisticarse más, tanto en términos de tendencias como de certificaciones, para poder exportar a mercados más maduros. Cifuentes menciona que, para vender fuera del país, se requiere contar con certificados de calidad e inocuidad.
Asimismo, Cifuentes indica que, en el caso de Estados Unidos, es importante contar con una certificación Kosher, para la comunidad judía, y una certificación Halal, establecida en la ley islámica. A partir de esto, Cifuentes destaca que se puede atender a distintos mercados y vender en mayor proporción.
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