Courtney Bailey, de 26 años, acudió al médico debido a un bulto extraño en su pezón izquierdo. Sin embargo, el profesional de la salud le indicó que “no cumplía con los criterios” para padecer cáncer de mama, atribuyendo el problema a una reacción hormonal.

No conforme con este diagnóstico, Courtney decidió someterse a una biopsia de precaución, donde descubrió que tenía células precancerosas atrapadas en uno de los conductos galactóforos. De esta manera, se enteró de su cáncer de mama en una etapa temprana.

Posteriormente, optó por extirparse el seno izquierdo, eligiendo un implante para evitar que la enfermedad avanzara. En la actualidad, la joven se encuentra en proceso de determinar si aún quedan rastros de cáncer en su cuerpo.

«Debemos cambiar esta mentalidad de que somos demasiado jóvenes para tener cáncer, porque cualquiera puede padecerlo. Me hicieron sentir como si no fuera nada», expresó.

«Desde que me diagnosticaron, no he sentido nada al respecto. De alguna manera, me desconecté mentalmente. Cuando escuchas la palabra ‘cáncer’, instantáneamente piensas en la muerte y en quedarte sin pelo», agregó.

Por lo tanto, ha decidido hacer un llamado a las mujeres para que evalúen su salud exhaustivamente y se sientan seguras.