La tolerancia nunca debe atropellar las normas

La tolerancia nunca debe atropellar las normas

Algunas limitaciones nos han permitido de alguna manera todavía estar presentes.

11/12/2021 00:05
Fuente: Prensa Libre 

“La tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar para no ofender a los insensatos”. Fiódor Dostoievski

Muchas veces en nuestro medio se piensa en la tolerancia como una modalidad de debilidad, y esta puede ser la razón por la cual las personas no inician tomando la iniciativa en las cosas que deben realizar o no actúan de forma inmediata, tal como nosotros lo hacemos, pero puede ser que no siempre sea así, sino que puede ser, tal vez, que tengan una modalidad en la que se toman el tiempo para calcular las consecuencias y así poder tomar algunas medidas que con criterios preventivos pueden evitar problemas mayores.

Los que tienen la virtud de ser tolerantes porque fueron instruidos o bien porque la vida les ha obligado a asimilarlo, de alguna manera están respetando el espacio que tienen y evitan atropellar a los que los rodean para que cada uno encuentre su lugar de una manera cooperativa y poder de ese modo funcionar como equipo y reconocer la capacidad de los que estarán involucrados en la tarea.

Cuando el factor tiempo es igual de importante para todos, los que cuentan con el modo de ser tolerantes en el medio donde se están desempeñando valoran más la puntualidad y con ello manejan flexibilidad para no ser imponentes, y de ese modo dan la oportunidad para que otros puedan integrarse y poder ser parte de lo que se quiere lograr.

Muchos se dan por vencidos cuando emprenden algo, pero debemos entender que esto se debe usualmente a que no fueron instruidos y ejercitados en el hecho de que la tolerancia se cultiva y no se tiene como elemento natural.

Esto es tan evidente desde las prácticas de las cosas más informales como un pasatiempo hasta en las que tienen la máxima formalidad, como lo son las negociaciones internacionales a la más alta esfera.

Cuando aprendemos a apreciar el valor de la resistencia como un proceso de avance y de alcanzar logros, podemos proyectar un perfil de tolerancia establecido en reglas claras y no simplemente en el criterio de hacer tiempo esperando a los demás para que cumplan lo que se les ha pedido.

La tolerancia que se mide únicamente en el marco del tiempo no tiene el beneficio máximo, sino es un modo para permitir que los demás hagan las cosas con el tiempo y ritmo que ellos quieren. Esto dificulta el trabajo en equipo.

Es fundamental, en nuestros días en que la aceleración usualmente se debe a que la gente quiere tener las cosas en el marco de su programación, tener muy claro que la tolerancia siempre habrá de afectar de manera directa, principalmente en la excelencia de lo que estamos realizando.

Exactamente por esto es que cuando uno es tolerante y puede trabajar armónicamente en el grupo, haciendo espacio para que otros puedan integrarse, se llega a darle crédito como un valor agregado, y cuando se está describiendo su rendimiento se añade que es una persona tolerante y que por ello es de gran ayuda.

Nuestra sociedad está urgida, primeramente, de determinar las normas con las cuales habrá de avanzar para lograr sus metas, pero habrá de entender que, como todos somos diferentes y tenemos intereses que no son los mismos, la tolerancia nos ayudará a cohabitar y además a podernos ayudar los unos a los otros, por nuestra diversidad.