El 27 de mayo de 2010, cerca de las 7 de la noche, empezó a caer ceniza y arena volcánica sobre varias partes del país, incluyendo la ciudad de Guatemala. En minutos, las calles se volvieron negras y decenas de automovilistas buscaron refugio en gasolineras o parqueos ante la caída de pequeñas piedras.

En comunidades más cercanas al volcán de Pacaya la situación ya era una tragedia. La fuerte expulsión de esa tarde provocó que piedras de gran tamaño cayeran sobre las casas y destruyeran los techos de las viviendas.

Tres personas murieron aquella noche, dos vecinos de la aldea El Bejunjal y un periodista, Ánibal Archila, que estaba en el lugar informando sobre lo que ocurría.

Dos días después, la situación empeoró. Un sistema de baja presión se convirtió en tormenta y recibió el nombre de Agatha, golpeando a Guatemala en las primeras horas del 29 de mayo.

El lugar donde más llovió fue Retalhuleu, pero se reportaron inundaciones y damnificados en casi todo el país. 192 personas murieron y 110 fueron declaradas como desaparecidas.

Estas son las imágenes de aquellos días:

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