Cuál es el impacto de que el temblor de 6.3 haya ocurrido en el Cinturón de Fuego y qué significa para Guatemala

Cuál es el impacto de que el temblor de 6.3 haya ocurrido en el Cinturón de Fuego y qué significa para Guatemala

El sismo del 5 de enero de 2025 provocó una fuerte sacudida en Guatemala y otros países de Centroamérica. ¿Sabía que fue causado por la interacción entre dos placas en el Cinturón de Fuego del Pacífico?
06/01/2025 13:40
Fuente: Prensa Libre 
Guatemala

Cuál es el impacto de que el temblor de 6.3 haya ocurrido en el Cinturón de Fuego y qué significa para Guatemala

El sismo del 5 de enero de 2025 provocó una fuerte sacudida en Guatemala y otros países de Centroamérica. ¿Sabía que fue causado por la interacción entre dos placas en el Cinturón de Fuego del Pacífico?

temblor del 5 de enero de 2025 con epicentro en la costa del Pacífico, en El Salvador

Un total de 122 réplicas se han registrado transcurridas 24 horas después del sismo de magnitud 6,3 con epicentro en el Pacífico salvadoreño. (Foto Prensa Libre: Ministerio de Ambiente El Salvador)

El sismo del domingo 5 de enero de 2025 fue una liberación repentina de energía, al igual que las réplicas que se siguen registrando.

Para algunos, el mayor evento que fue de magnitud 6.3 con epicentro al sur de El Salvador, a las 11.48 horas, duró milésimas de segundos; para otros, se extendió unos segundos más. No faltan quienes, como comúnmente se expresa, aseguran que “no sintieron nada”.

Después de ese temblor, Víctor Tzorin, del Servicio Sismológico de Guatemala (SSG) de la Universidad Mariano Gálvez, explicó sus distintas variables como su intensidad, su relación con el área donde se originó, y otros datos relevantes.

Un dato destacable es que el sismo, de magnitud 6.3 ocurrió en el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico. Esto explica cómo logró sacudir a otros países de Centroamérica, como Guatemala, Honduras e incluso Nicaragua.

No obstante, antes y después de este sismo, hubo otros en la misma zona. Según Tzorin, el temblor “precursor”, es decir, un sismo que antecede al evento principal, fue un día antes, el 4 de enero a las 08.24 horas y tuvo una magnitud de 4.7.

“Este movimiento, fue levemente perceptible en las costas de Jutiapa y Santa Rosa, Guatemala”, explicó.

La liberación de energía desde el interior de la Tierra continuó horas después, aunque con sismos de menor magnitud.

Esta presión acumulada se libera de manera permanente, aunque con temblores tan leves que los habitantes prácticamente no los perciben.

Según los datos de las agencias sismológicas, después del evento principal del sismo del 5 de enero, hasta el 6 de enero a las 3.14 horas, se han registrado 137 sismos de esta secuencia.

Entre las réplicas más fuerte una ocurrió minutos después del mayor evento, a las 11.46 horas del 5 de enero y fue de magnitud 4.8, sin mayor impacto para los guatemaltecos y más perceptible en la costa salvadoreña.

No obstante, una segunda réplica se percibió en algunas regiones de Guatemala y sucedió a las 22.59 también la noche del 5 de enero, y aunque inicialmente el Insivumeh reportó que fue de magnitud 5,0, según Tzorin, momentos después se precisó que fue de magnitud 4,8.

Aunque esta última réplica no se consideró como un sismo considerable, generó nuevamente reacción por parte de los guatemaltecos.

¿Qué tipo de sismo fue?

Esto es parte de la dinámica normal de los sismos, señala el geocientífico, ya que las placas tectónicas tienden a moverse constantemente bajo la superficie.

El sismo del domingo 5 de enero, de magnitud 6.3, fue de subducción interplaca y superficial. Según Tzorin, se clasifica de esta manera porque ocurrió en los límites de dos placas tectónicas: la de Cocos y la del Caribe.

La placa de Cocos, que es más densa y oceánica, se deslizó por debajo de la placa del Caribe, que es continental y se caracteriza por ser más gruesa pero menos densa.

temblor 5 de enero 2025
El sismo de 6,3 (Foto Prensa Libre: Ministerio de Ambiente El Salvador)

Para visualizarlo mejor, Tzorin lo compara con una cinta transportadora que se mueve lentamente bajo una plataforma fija.

“A medida que la placa más delgada y flexible se mueve debajo de la otra, se dobla y se curva, y eventualmente se va desapareciendo bajo la capa superior. De manera similar, la placa oceánica se hunde debajo de la placa continental, creando una zona de subducción”, detalló.

El epicentro, ubicado al suroeste del delta del río Lempa, en la costa de La Paz, El Salvador, tuvo una profundidad intermedia de 33 kilómetros por debajo de la superficie.

La profundidad de un sismo influye en cómo se percibe en la superficie. Mientras menos profundo es, las ondas sísmicas viajan en menor tiempo y se liberan con mayor fuerza en el exterior. Es por esa razón que el sismo se percibió en una mayor extensión, en otros países.

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“Es usual que, para sismos de esta magnitud, haya numerosas réplicas que van disminuyendo en frecuencia conforme pasa el tiempo”, añadió Tzorin.

¿Por qué no todos perciben un temblor igual?

La percepción de un sismo es subjetiva y depende, además de su magnitud, de factores como la distancia al epicentro, la geología local e incluso la estructura en la que uno se encuentre durante el temblor.

  • Distancia: Cuanto más lejos se esté del epicentro, menor será la intensidad con la que se perciban las ondas sísmicas.
  • Geología: Hay zonas donde se amplifican o atenúan las ondas sísmicas, un fenómeno conocido como “efecto de sitio”, que depende del tipo de terreno.
  • Estructura: “No es lo mismo un edificio que una casa. Las estructuras grandes suelen oscilar por más tiempo tras un gran movimiento”, explicó Tzorín.

Por ello, aunque se utilizan términos para referirse al tipo de movimiento de los temblores, como oscilatorio (horizontal) y trepidatorio (vertical), el impacto de ambos es más complejo de lo que parece.

Debido a todas estas variables, el movimiento de vaivén se percibió más en ciertos puntos de Guatemala, debido a la oscilación generada desde las profundidades del océano Pacífico.

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