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Cesáreas en Guatemala: cuándo son necesarias y por qué preocupa su aumento
Las cesáreas deberían ser un procedimiento de emergencia y se ha convertido en la regla. Un sondeo estima que cerca de 7 de cada 10 partos son por esta vía en hospitales privados en Guatemala.
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La resolución de un parto por cesárea es uno de los procedimientos quirúrgicos que más se efectúan en el mundo y que ha ayudado a salvar vidas.
“El procedimiento, al hacerse correctamente, puede salvar la vida de los niños y de sus madres; sin embargo, puede tener efectos adversos maternos y neonatales tanto al momento de efectuarse como a mediano y largo plazo”, explica el ginecólogo Margarito Castro. Se menciona incluso que puede afectar el adecuado desarrollo inmunológico de los niños.
Existen indicaciones maternas y fetales para practicar una cesárea —las cuales no siempre son absolutas—. Estas pueden presentarse antes del parto, durante el trabajo de parto o durante el parto. Algunos ejemplos son:
- Condilomas que bloquean la salida pélvica (verrugas genitales de tamaño anormal).
- Prolapso de cordón umbilical (emergencia obstétrica en la que el cordón desciende antes que el bebé a través del cuello uterino).
- Hemorragia masiva.
- Sufrimiento fetal.
- Parto prolongado.
- Presentación podálica.
- Presentación transversa (cuando el bebé se acomoda de lado en el útero, formando un ángulo de 90 grados con el canal de parto, en lugar de su posición longitudinal normal).
- Antecedentes de ruptura uterina.
- Placenta previa (la placenta cubre parcial o totalmente el cuello uterino).
- Ruptura uterina durante el parto (desgarro grave en la pared del útero).
- Cáncer materno voluminoso (tumor de mama de gran tamaño).
- Fibroma que obstruye la pelvis.
En la X Semana Científica de la Universidad Rafael Landívar se presentó la investigación Una mirada bioética sobre el abuso de las cesáreas en Guatemala, elaborada por Elsa Jeaneth Mayén Mejía, docente de la Facultad de Teología de esa casa de estudios superiores.
En un análisis de investigaciones previas realizadas en Guatemala y con apoyo en estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE), la autora expone otras razones que influyen en la decisión de practicar una cesárea.
“En el sector público, muchas mujeres reciben poca o ninguna atención prenatal, lo que complica la toma de decisiones médicas durante el parto. En entrevistas con profesionales de la salud se ha determinado que las cesáreas también se realizan por falta de personal, para simplificar los tiempos de atención y evitar posibles complicaciones”, asegura Mayén, quien también posee una maestría en Bioética.
Otra razón, añade, es que algunas pacientes solicitan esta intervención porque consideran que tiene menos implicaciones. “Además, existen incentivos económicos que favorecen al médico y a las instituciones, lo que ha convertido esta práctica en un negocio”, agrega la investigadora.
¿Cuándo ocurre el parto normal?
El parto vaginal es el proceso natural del alumbramiento a través del canal de parto, explica Castro.
Antes de que inicie el trabajo de parto, se presenta la fase latente, caracterizada por contracciones irregulares que ablandan y dilatan el cuello uterino, preparándolo para el nacimiento.
Luego viene el trabajo de parto —que puede durar varias horas—, en el cual las contracciones uterinas permiten la dilatación del cuello uterino. El objetivo es preparar el cuerpo de la madre para que el bebé se traslade y nazca por la vagina.
Con el paso del tiempo, las contracciones se vuelven más frecuentes y fuertes; la respiración de la madre se intensifica, y finalmente puja, lo que provoca el nacimiento del bebé.

¿Qué implica para la mujer un parto vaginal frente a una cesárea?
Castro explica, de forma breve, las diferencias entre ambos procedimientos:
Parto vaginal:
- La recuperación es más rápida.
- Se recomienda descansar, pero la actividad física puede retomarse en pocas semanas, al igual que el trabajo.
- La recuperación física implica menos presión económica.
- Permite un regreso más ágil a la rutina laboral y a la vida cotidiana.
- Se considera el proceso natural y más seguro.
Cesárea:
- La recuperación es más lenta, debido al procedimiento quirúrgico y a la herida abdominal.
- Es necesario cuidar la cicatriz, evitar esfuerzos físicos, no levantar objetos pesados ni realizar ejercicios abdominales durante las primeras semanas.
- Por tratarse de una cirugía, hay mayor riesgo de infecciones, sangrados y daño a otros órganos.
- Implica mayor carga financiera y una reincorporación laboral más lenta.
Evolución y seguimiento
Tras un parto vaginal, el seguimiento se enfoca en la recuperación general de la madre, una alimentación adecuada, la lactancia materna y el apoyo emocional de la pareja y la familia, dice Castro.
Después de una cesárea, la atención médica debe centrarse en el cuidado de la herida, la prevención de complicaciones, una buena alimentación y un entorno emocional saludable.
Crecen números de cesáreas
La tasa de cesáreas a nivel mundial ha aumentado, pero la diferencia entre las regiones se hace cada vez más amplia, agrega Castro. Por ejemplo, en África Subsahariana tiene las tasas de cesáreas más bajas, pero la región de América Latina y el Caribe tiene las más altas, siendo el promedio del 42.8% según datos hasta 2018.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la tasa de cesáreas no sea superior al 15%. Las cesáreas innecesarias no demuestran beneficios y pueden acarrear riesgos tanto para la madre como para el bebé, dice el médico ginecólogo. “Por lo tanto, es esencial que los profesionales comprendamos las prácticas basadas en evidencia para realizar cesáreas seguras, oportunas y apropiadas, y que se desarrollen mejores habilidades en la toma de decisiones para prevenir cesáreas innecesarias”, agrega.
Mayén en un recuento de información, investigaciones y datos del Instituto Nacional de Estadística, INE, de Guateala estima que de 2020 a 2022 se determina que en el sector privado las césareas representan casi el 80% a diferencia de los partos en hospitales públicos que representan más del 50%.

La cesárea es, y seguirá siendo, una opción quirúrgica importante para garantizar la seguridad de las madres, sus bebés y sus familias en situaciones clínicas bien definidas. Lo fundamental es procurar que este procedimiento no aumente como una elección innecesaria, explica Castro.

Otro de los hallazgos de la investigadora Jeaneth Mayén es que los departamentos con mayor porcentaje de cesáreas son Sacatepéquez y Santa Rosa.
Es necesario promover un enfoque equilibrado del parto vaginal, con el fin de reducir intervenciones quirúrgicas innecesarias y mejorar la salud física, emocional y económica de la población, especialmente la más vulnerable.
Es indispensable que los médicos jóvenes, tanto graduados como en formación, reciban adecuada inducción, educación y experiencia en las distintas modalidades de prestación de servicios de maternidad, agrega el ginecólogo.
Por su parte, Mayén sugiere impulsar más campañas sobre las ventajas del parto natural. “No se promueven protocolos estandarizados, ni se aborda el problema del aumento de las altas tasas”, afirma.
Los porcentajes de cesárea superan por mucho a los recomendados por la OMS, sobre todo en el sector privado, los mismos pueden ser aún mayores, pero la información de la forma en que se atienden los partos está muy fragmentada”, indica Mayén.
“El respeto a la dignidad implica reconocer el valor inherente de la madre y el no nacido, asegurando que las decisiones sobre cesáreas se basen en
una evaluación ética de las necesidades médicas reales y asegurando que las madres participen en la toma de decisiones informadas”, concluye la investigadora.