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Asteroide 2024 YR4 NASA: ¿Por qué aumentan las probabilidades de impacto contra la Tierra?
Inicialmente, la probabilidad de que el asteroide 2024 YR4 impactara la Tierra era del 2.2 por ciento, una cifra que se ha incrementado de acuerdo con los últimos estudios de la NASA y otros especialistas.
La NASA informó recientemente que aumentaron las probabilidades que el asteroide 2024 YR4 impacte la Tierra. Según National Geographic y otras fuentes, la posibilidad actual es del 3.1 por ciento. Esto marca un nuevo récord en la historia de la ciencia.
Hasta el 27 de enero pasado, las probabilidades eran del 2.2 por ciento, de acuerdo con mediciones de la Agencia Espacial Europea (ESA). Este 19 de febrero se dió a conocer que la ESA anunció que las probabilidades se incrementaron al 2.8 por ciento.
Juan Luis Cano, el coordinador del servicio de información de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA, explica que la diferencia de cifras (2,8 por ciento de la ESA y 3.1 por ciento de la NASA) se debe a que ambas agencias trabajan con herramientas de software desarrolladas con técnicas diferentes, por lo que se considera normal que no se obtenga exactamente el mismo resultado.
El especialista menciona que los expertos se mantienen en comunicación constante para cruzar datos, validarlos y asegurarse que son coherentes, ya que van surgiendo nuevas actualizaciones sobre este cuerpo rocoso. En tanto los científicos mejoren su conocimiento en la órbita del asteroide, el porcentaje de probabilidades podría variar en un futuro cercano.
¿Cuándo podría impactar la Tierra el asteroide 2024 YR4?
De acuerdo con los hallazgos científicos, si el impacto ocurriera, este tendría lugar el 22 de diciembre de 2032. Cano puntualiza que hay un 97 por ciento de probabilidades de que el asteroide no afecte la Tierra: “No hay que estar preocupados, sigue siendo una llamada de alerta para nosotros como investigadores para que sigamos pendientes de ese objeto lo máximo posible”.
Los expertos señalan que el cuerpo rocoso tiene un diámetro entre 40 y 90 metros. En la Escala de Turín (máximo 10), el nivel de riesgo de dicho asteroide se mantiene en el tres. Por ello, requiere la atención por parte de los astrónomos.
Este asteroide ha superado la probabilidad de impacto que tuvo Apophis, descubierto en diciembre de 2004 y cuyo riesgo aumentó rápidamente al 2,7 por ciento para luego caer a cero.
Por su tamaño y probabilidades de impacto, el 2024 YR4 cumple los criterios que han hecho que se activen dos grupos de reacción avalados por la Organización de Naciones Unidas (ONU): la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG).

¿Es posible destruir el asteroide 2024 YR4?
De acuerdo con diversos científicos, estas son algunas de las alternativas para la destrucción o desviación del asteroide:
1. Chocar una sonda contra el asteroide
En 2022, la Prueba de Redirección de un Asteroide Doble (DART) de la NASA impactó deliberadamente una sonda contra el asteroide Dimorphos, de 160 metros de ancho, logrando alterar su órbita alrededor del asteroide Didymos, de casi 800 metros de diámetro.
Una ventaja de este plan es que se podrían lanzar múltiples sondas de impacto contra el asteroide 2024 YR4 y observar cómo cada una cambia su trayectoria, explicó Bruce Betts, científico jefe de la organización no lucrativa Planetary Society.
Se estima que el asteroide mide entre 40 y 90 metros de ancho, aproximadamente la mitad del tamaño de Dimorphos. Expertos advierten que es importante no exagerar, ya que si la sonda destruyera parcialmente el asteroide, eso podría generar fragmentos que a su vez también podrían dirigirse hacia la Tierra.

2. Tractor gravitacional, haces de iones y pintura
También se encuentra la alternativa del “tractor gravitacional”, que consiste en enviar una nave de gran masa cerca del asteroide y, sin tocarlo, usar su atracción gravitatoria para alejarlo de la Tierra.
Asimismo, otra estrategia sin contacto sería colocar una nave cerca del asteroide con propulsores que emitan un “flujo constante de iones” para empujarlo fuera de su curso, según Richard Moissl, jefe de la oficina de defensa planetaria de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Los científicos también han considerado rociar pintura blanca en un lado del asteroide, aumentando su reflectividad para cambiar su trayectoria lentamente impulsado por el viento solar. Estas estrategias más sutiles requerirían llegar al asteroide con mayor antelación que otras opciones más drásticas.

3. Uso de bomba nuclear
Otra posibilidad es simplemente destruirlo con una bomba nuclear. En lugar de perforar el asteroide para insertar una bomba nuclear -como en la película de ciencia ficción Armagedón-, la explosión ocurriría cerca del asteroide.
En 2024, investigadores estadounidenses probaron esta teoría con un asteroide simulado del tamaño de una canica en el laboratorio. Descubrieron que los rayos X de la explosión nuclear vaporizarían su superficie, empujándolo en la dirección opuesta.
Sin embargo, más allá de los dilemas éticos, políticos y legales de enviar armas nucleares al espacio, esta es una opción extrema pensada para asteroides de kilómetros de ancho, como el que extinguió a los dinosaurios.
Además, una explosión nuclear podría de nuevo fragmentar el asteroide en pedazos impredecibles que seguirían siendo un peligro para la Tierra.

4. Empleo de láseres
Una línea similar pero menos peligrosa consiste en disparar rayos láser para vaporizar un lado del asteroide y empujarlo fuera de su trayectoria. Los experimentos de laboratorio sugieren que esta estrategia es viable, aunque no es una de las principales opciones consideradas, según Betts.
Si fuera necesario, desviar este asteroide sería “factible, pero depende de la rapidez con la que actuemos como planeta”, afirmó Moissl.
Aunque los expertos y las agencias espaciales comunicarán sus recomendaciones, la decisión final sobre cómo abordar la amenaza recaerá en los líderes mundiales.
Si todo falla, se conocería con precisión la zona de impacto del asteroide, que no es un “asesino planetario” y, en el peor de los casos, amenazaría una ciudad, dijo Moissl. Esto significa que la última línea de defensa sería prepararse para el impacto, lo que podría incluir evacuaciones si la zona estuviera poblada.
“Siete años y medio significa mucho tiempo para prepararse“, concluyó Moissl, enfatizando que sigue habiendo un 97 por ciento de probabilidades de que el asteroide no impacte la Tierra.