Los gobiernos de EE. UU. y México buscan frenar al gusano barrenador

Los gobiernos de EE. UU. y México buscan frenar al gusano barrenador

Judy McCullough, ganadera de Wyoming, aún recuerda la sangre rociada en las paredes del establo, el olor a alquitrán quemado y el miedo a encontrar un gusano anidado en la piel abierta de una vaca.

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12/08/2025 00:10
Fuente: Prensa Libre 

Hace más de 70 años, cuando McCullough era una niña en el rancho ganadero de su abuelo, el gusano barrenador incitaba al espanto. Se alimentaba de la carne del ganado vivo, ponía huevos en las heridas abiertas y mataba a los animales si no se trataba.

Los ganaderos recurrieron a una serie de medidas preventivas: aerosoles de pesticidas nocivos, descornar y castrar a los terneros en los meses más fríos, en los que las larvas del gusano barrenador no podían sobrevivir, y marcar con una mezcla de alquitrán para reducir al mínimo las heridas en carne viva.

“No hay nada más desagradable que este gusano”, dijo McCullough, de 79 años, recordando las secuelas de un sangriento descornado. Destacó el cuidado que la gente “tenía de las heridas, incluso en ellos mismos”, dado que la mosca podía ser igualmente mortal para los humanos.

Desde la década de 1970, el gusano barrenador ha permanecido en gran medida fuera de Estados Unidos, mantenido a raya por una campaña de erradicación que ha evitado la pérdida a gran escala de ganado y animales silvestres y le ha ahorrado a la industria ganadera US$2 mil 300 millones al año, según una estimación del gobierno. Pero tras atravesar una barrera biológica en Panamá en 2022, ha aumentado el riesgo de que el parásito carnívoro regrese, lo que ha impulsado a Estados Unidos y México a invertir en mayores contramedidas biológicas, vigilancia, detección e investigación científica.

Los esfuerzos reflejan una lucha por hacer frente a una amenaza potencialmente letal cuya propagación podría tener ramificaciones de gran alcance. La industria ganadera ya se enfrenta a los elevados precios de los piensos, a la sequía y a la consolidación. Y como el apetito del gusano barrenador no se limita a la carne de res, su regreso podría infectar a otros animales de granja, animales silvestres como ciervos y conejos, animales domésticos e incluso personas.

Exfuncionarios con experiencia en la erradicación del gusano barrenador del ganado advirtieron que las reducciones de plantilla y los recortes en investigación agrícola del gobierno de Trump podrían complicar su intento de acabar con el parásito. Más de 1 mil 300 trabajadores del Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas del Departamento de Agricultura, o APHIS por su sigla en inglés, aceptaron la oferta de indemnización por despido del gobierno a principios de este año, incluidos 300 empleados de los servicios veterinarios.

Tanya Espinosa, vocera del APHIS, dijo que el organismo había eximido de la congelación de contratación a puestos críticos, como los veterinarios, y que el equipo del gusano barrenador había aumentado de tamaño. Pero no respondió directamente a una pregunta sobre si alguno de los recortes de empleo afectó a empleados que trabajaban en la erradicación del gusano barrenador.

Kevin Shea, exadministrador del APHIS, dijo que la simple sustitución de trabajadores puede no ser una solución adecuada. “No es solo el número. Es la experiencia”, dijo. “El gusano barrenador es algo bastante especializado, ¿cierto? No hay mucha gente que lo conozca o que haya trabajado alguna vez en él, y si pierdes a quien tiene esa experiencia, eso es un gran problema”.

Cría de millones de moscas estériles

Las fábricas de moscas serán cruciales para el esfuerzo internacional de erradicación del gusano barrenador.

En una instalación de Panamá, los científicos ya están criando y esterilizando 100 millones de moscas a la semana. Se espera que otra fábrica en el sur de México, que se inaugurará en 2026, produzca 100 millones más.

En la década de 1950, científicos del gobierno fueron pioneros en la tecnología utilizada para erradicar el gusano barrenador de Estados Unidos, sometiendo a las moscas a radiación para esterilizarlas. Las larvas se crían en instalaciones bioseguras con una dieta rica en proteínas (una mezcla que puede incluir sangre bovina seca, huevos, miel, melaza y leche en polvo).

Una vez adultas, las moscas estériles se liberan en zonas con poblaciones conocidas de gusano barrenador. Las hembras se aparean solo una vez, lo que significa que su unión con machos esterilizados no produce descendencia y permite que la población se extinga con el tiempo.

Estados Unidos utilizó este método para hacer retroceder al gusano barrenador hasta Panamá, donde en 2006 se estableció una barrera permanente en el Tapón del Darién, en la frontera con Colombia, que se mantiene mediante la liberación semanal de millones de moscas esterilizadas. Los expertos no están totalmente seguros de cómo el gusano barrenador traspasó esa barrera en 2022, pero algunos han señalado el aumento de la migración tanto de ganado como de seres humanos, el cambio de las condiciones climáticas y la adaptabilidad del gusano barrenador.

Desde 2022, el gusano barrenador se ha detectado en toda América Central y el sur de México. Contener la propagación ha resultado extremadamente difícil: el APHIS calcula que harían falta “varios años de esfuerzos intensivos” para erradicar el brote actual.

Aumentar la producción de moscas estériles es clave.

En 2023 y 2024, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos dedicó más de US$270 millones a aumentar la producción semanal en Panamá de 20 millones a 100 millones; establecer más puestos de control de animales, y aumentar la concienciación en Centroamérica. Este año, la agencia anunció que destinaría casi US$30 millones más a reabrir una instalación de producción de moscas estériles en el sur de México y una instalación de dispersión en Texas. Cuando esté terminada a finales de año, la fábrica de México producirá entre 60 y 100 millones de moscas a la semana.

Eso sigue siendo poco para los 500 millones de moscas que se calcula que se necesitan para empujar al gusano barrenador de vuelta a Panamá y restablecer la barrera en el Tapón del Darién. En agosto, una coalición de más de 170 grupos que representaban a ganaderos, lecheros, criadores de cerdos y ovejas, criadores de caballos y gestores de la fauna silvestre escribió al Departamento de Agricultura instando a la construcción de una instalación nacional de producción de moscas.

Mientras tanto, el Departamento de Agricultura dijo que estaba explorando “todas las opciones”.

Espinosa, vocera de la agencia de inspección, dijo que la divulgación pública, una fuerte vigilancia y controles eficaces del movimiento de animales eran también pilares importantes del programa de erradicación de la agencia. Como parte de su vigilancia, la agencia está utilizando más de 9000 trampas de mosca de la fruta existentes y colocando cientos de trampas de gusano barrenador adicionales a lo largo de la frontera de Texas con México.

Edición genética, cebos sintéticos y otras herramientas

Dado que la producción de moscas estériles tardará meses, si no años, en alcanzar el nivel necesario, las autoridades de ambos lados de la frontera están buscando otras soluciones.

En México, donde las autoridades confirmaron recientemente el primer caso de gusano barrenador en humanos del país, los investigadores están estudiando la edición genética e investigando posibles cambios evolutivos entre las moscas de distintas regiones. En Texas, un funcionario agrícola de alto rango apuntó a los cebos sintéticos.

“No tenemos por qué depender de estas moscas macho estériles”, dijo Sid Miller, comisionado de agricultura de Texas. “Todo el mundo depende de esta tecnología de hace 60 años que tardó 36 años en funcionar. Estamos intentando utilizar alguna tecnología moderna —que sea más rápida, más veloz, mejor— para mejorar la erradicación del gusano barrenador”.

Ya se han notificado más de 2 mil 700 casos de gusano barrenador del ganado en el sur de México desde el pasado noviembre. Aunque el caso más cercano a Estados Unidos, ahora inactivo, estaba a 595 kilómetros de la frontera, “la situación actual es crítica”, dijo Miguel Galarde, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias de México.

Aunque el gobierno mexicano también invertirá en la fábrica de moscas, esterilizarlas es solo una parte de la solución, dijo Galarde. “La solución es atender y atender y atender todas las heridas”, dijo. “Con o sin larvas de las moscas.”

Galarde forma parte de un equipo centrado en la investigación de la mosca del gusano barrenador. El grupo espera estudiar la evolución de la mosca del gusano barrenador y posibles soluciones de edición genética; distintos tipos de cebos o señuelos que los científicos podrían utilizar en la naturaleza; la resistencia de las moscas a los larvicidas, y los efectos de esos pesticidas en el medio ambiente.

En países de Sudamérica, donde el gusano barrenador es endémico, las herramientas genéticas son una solución esperanzadora. El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria de Uruguay y el Instituto Pasteur de Montevideo están utilizando la edición del genoma para crear una población de gusanos barrenadores machos con un gen que afecta a la fertilidad. Cuando se liberan en la naturaleza, estos machos se aparean con hembras y les transmiten el gen de la infertilidad. Con el tiempo, el gen hará que más generaciones de hembras se vuelvan estériles, lo que provocará un fuerte descenso de la población, dijo Alejo Menchaca, director de salud animal del instituto de investigación.

Pero la mayoría de estas técnicas están aún en fase de experimentación.

Es necesario realizar estudios detallados sobre el impacto ecológico que tendrán estos métodos, dijo Moisés Vargas-Terán, consultor internacional que dirigió los esfuerzos para erradicar un brote de gusano barrenador en Libia en la década de 1990.

“La única técnica ahorita viable es la técnica del insecto estéril”, dijo.

Un portavoz del Departamento de Agricultura de Estados Unidos dijo que los organismos modificados genéticamente podrían mejorar las capacidades del departamento durante este brote.

Miller, comisario de agricultura de Texas, dijo que el estado planeaba desplegar en todos los condados a lo largo del río Grande un cebo sintético hecho de insecticida y “swormlure”, un brebaje de distintas sustancias químicas que imita el olor de las heridas abiertas. Se calcula que el cebo es eficaz en un 90% para matar al gusano barrenador, dijo. Texas también está estudiando una vacuna contra el gusano barrenador, así como la aprobación del uso del medicamento antiparasitario ivermectina para tratar a los animales infectados, añadió Miller.

Para McCullough, la ganadera, el esfuerzo de erradicación de la década de 1960 era algo que esperaba que el gobierno pudiera repetir.

“¿Has leído la Biblia? El Apocalipsis habla de una mosca que hace lo que estos tipos pueden hacer. Así que solo digo que espero que podamos mantenerla alejada”, dijo McCullough. “Espero que podamos. Será mejor rezar”.