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Fallo de la CC obliga a elección de CSU
En cinco días se debe convocar a elecciones, independientes, democráticas, con plena participación para designar a nuevos delegados.
Cuando las motivaciones espurias pululan, abundan las tretas dilatorias, y una prueba es la orden girada por la Corte de Constitucionalidad (CC) el 30 de octubre de 2024 para que el cuestionado rector de la Universidad de San Carlos (Usac), Walter Mazariegos Biolis, convoque a elecciones del Consejo Superior Universitario (CSU), debido a la extemporaneidad de muchos de sus integrantes. Dicha orden aún no se cumple, a causa de recursos legales interpuestos por Mazariegos Biolis, cuya elección como rector en el 2022 ocurrió bajo exclusiones y presiones francamente anómalas. No obstante, ayer la CC denegó la apelación del extemporáneo CSU, con lo cual da cinco días para convocar a elecciones de nuevos representantes de facultades.
En las elecciones para rector del 2022, varias facultades fueron excluidas de la votación colegiada. En abril de ese año se pospusieron los comicios, debido a señalamientos de fraude y represión contra siete cuerpos electorales opositores. Las votaciones del 14 de mayo se efectuaron en el parque de la Industria, el cual estuvo vigilado por individuos encapuchados y armados, lo que nadie supo justificar. En ese entorno, las facultades que apoyaban a rivales de Mazariegos Biolis, exdecano de Humanidades, no pudieron acceder a mesas de votación.
La elección de rector se efectúa a través de un sistema colegiado, mediante delegados electos —método parecido al de los comicios de Estados Unidos—. Fue así como, en julio de 2022, Mazariegos Biolis fue nombrado rector por un Consejo Superior Universitario integrado por delegados afines, gracias a la exclusión de marras. Esto llevó a un dañino cierre del campus central por parte de grupos opositores, que no arreglaron nada con tal acción y finalmente tuvieron que desalojar.
En el 2022 se vivían otros tiempos políticos: aún estaba en el gobierno Alejandro Giammattei, y el oficialismo de Vamos tácitamente avaló el ascenso de Mazariegos Biolis. Cabe recordar que la Usac tiene representante en múltiples consejos institucionales, entre ellos el IGSS, la Corte de Constitucionalidad, el Banco de Guatemala y muchos más. Por lo tanto, la nominación de rector tiene un peso político trascendental, que usualmente ha funcionado como un contrapeso o al menos como un punto de vista analítico, técnico, académico y, sobre todo, crítico.
El problema es que, a causa de la misma cerrazón, se ha atrasado la renovación de representantes de facultades y estudiantes en el Consejo Superior Universitario. Es obvio el temor al cambio de polaridad y a la evaluación crítica de la gestión del actual rector. El negacionismo, o más bien el miedo a la llegada de opositores y posturas distintas, propio de prácticas despóticas, tiene al actual CSU sin relevos y, por lo tanto, no tiene una legítima representatividad de los intereses de la mayor casa de estudios del país, sostenida con recursos públicos.
Por eso, el fallo de la CC emitido ayer es tan relevante no solo para la Usac, sino para todo el país. En cinco días se debe convocar a elecciones, independientes, democráticas, con plena participación para designar a nuevos delegados. Es vergonzoso que 38 de los 40 representantes del CSU estén actuando sobre plazos vencidos y, dadas las circunstancias, son legalmente cuestionables las decisiones que hayan tomado en extemporaneidad de sus nombramientos. Solo a Mazariegos Biolis le ha convenido tal rezago, pero en este momento, tanto él como su CSU afín tienen el tiempo contado o deberán enfrentar las consecuencias legales y penales de cualquier dilación ulterior.