Cómo el estrés crónico está destruyendo su salud y estrategias para combatirlo

Cómo el estrés crónico está destruyendo su salud y estrategias para combatirlo

El estrés crónico puede tener un impacto negativo a largo plazo en la salud física, emocional y mental de las personas. A través de una terapia profesional y otras recomendaciones es posible combatirlo.
31/03/2025 09:43
hace 9 días
Fuente: Prensa Libre 

El estrés, en general, es una respuesta a nivel fisiológica que se activa cuando el cuerpo percibe ciertas situaciones como amenazantes o desafiantes. “Se caracteriza por ser una reacción cuando tenemos creencias irracionales en las cuales percibimos los eventos como catastróficos o incontrolables, lo que desencadena emociones y comportamientos disfuncionales”, explica María Raquel Quiñonez, psicóloga clínica, especialista en temas de ansiedad.

Cuando el estrés perdura más de lo normal y logra un impacto mucho más prolongado y drástico en las personas, se vuelve estrés crónico. Quiñónez asegura que el estrés es una reacción temporal y normal que tenemos ante un evento o situación que nos genera un desafío, pero luego de que este se resuelve, desaparece. Por tanto, no tiene consecuencias graves a largo plazo, ya que luego de que el estrés se elimina, el cuerpo y la mente vuelven a su estado usual.

Sin embargo, cuando se trata de estrés crónico, su duración es prolongada, persiste durante semanas, meses o incluso años. “No desaparece luego del evento o desafío que nos está estresando. Si no lo manejamos de la forma adecuada, puede tener un impacto negativo a largo plazo en nuestra salud física, emocional y mental”, advierte la especialista.

En el día a día también tiene repercusiones ya que dificulta que las personas puedan relajarse y desconectarse de aquellas cuestiones les están preocupando. Esto no permite lidiar con los problemas y situaciones cotidianas de forma saludable.

Este tipo de estrés puede afectar a personas de todas las edades, pero su impacto y prevalencia varían dependiendo de factores de edad, circunstancias y estilo de vida. Los adultos jóvenes y de mediana edad pueden experimentar más estrés crónico si experimentan mucha presión a nivel familiar, social y laboral. Los adolescentes también pueden estar más propensos a sentirlo, debido a que atraviesan cambios a nivel hormonal y presión social. También los adultos mayores pueden tener más problemas de salud, económicos y suelen estar más aislados.

Consecuencias del estrés

Las consecuencias del estrés pueden ser a nivel físico, emocional y social. Quiñonez lo explica de esta forma:

Impacto físico: El estrés puede aumentar la presión arterial y frecuencia cardíaca, así como los niveles de cortisol y adrenalina, lo cual puede generar tensión muscular y problemas digestivos. También puede impactar el sistema inmunológico, lo cual nos puede hacer más vulnerables a enfermarnos. El sueño también se ve afectado, podemos tener más dificultad para conciliar el sueño y por ende sentirnos más cansados.

El estrés crónico puede provocar insomnio, aún cuando la persona está muy cansada. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Impacto emocional: Puede provocar ansiedad porque percibimos amenazas o sentimos que no podemos manejar ciertas situaciones que estamos viviendo. También podemos experimentar depresión, ya que el estrés crónico puede llevarnos a sentirnos desesperanzados o que no podemos manejar lo que sea que nos esté sucediendo. Podemos sentirnos irritados, enojados o frustrados por el estrés que estamos sintiendo.

Impacto social: Las personas que experimentan mucho estrés pueden llegar a tener más dificultades en sus relaciones interpersonales, ya que se sienten irritados, carecen de paciencia o le demandan mucho a los demás. Asimismo, pueden llegar a aislarse más, ya que sienten que no están pudiendo cumplir con las expectativas sociales. Por ejemplo, obtener validación de los demás. Esto lleva a evitar relacionarse con los demás, lo cual generaría que se sientan más solos y tristes.

Cómo combatir el estrés

El primer paso es identificar las causas del estrés, al igual que los pensamientos que vienen con ello. Es importante trabajar en modificar los pensamientos destructivos, por pensamientos más propositivos. Por ejemplo, no ver las situaciones como imposibles de manejar sino como desafíos para enfrentarlos paso a paso.

“Aprende a aceptar lo que no puedes cambiar y practica técnicas de relajación como mindfulness, meditación y respiraciones profundas. Y si sientes que esto ya está afectando mucho todas las áreas de tu vida, busca ayuda profesional”, recomienda Quiñonez.

Buscar ayuda profesional en estos casos es importante para tener un diagnóstico adecuado sobre en un espacio seguro en el que se validan las emociones y las dificultades que se están viviendo, brindando apoyo emocional.

También es importante para descartar condiciones médicas y así tratar las causas que están activando el estrés, aprender estrategias para afrontarlas de forma más saludable. Un profesional puede ayudar a desarrollar habilidades para el manejo de la ansiedad y depresión, reducir la carga emocional y brindando un acompañamiento para mejorar el bienestar integral. Todo esto puede ayudar a prevenir consecuencias en la salud mental, física y emocional a largo plazo.

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